En el día de ayer, Rafael “Rafa” Di Zeo fue absuelto por la Justicia en el marco de una causa judicial en la cual se lo investigaba por asociación ilícita, junto a otros once integrantes de la barrabrava de Boca Juniors.
El fallo fue dado a conocer desde el Tribunal Oral Criminal Nº 6 (TOC6) y, a pesar de que el fiscal de juicio Diego Nicholson había pedido once años de prisión, el organismo judicial dispuso absolver al líder de una facción opuesta a Mauro Martín, actual capo de "La Doce".
¿Es inocente Di Zeo como él mismo proclama, ahora apoyado por una decisión judicial, o es culpable? ¿Está “limpio”, como siempre asegura públicamente o es la encarnación de la mafia en el fútbol? En esta nota, se intentará mostrar que el barra está más cerca de esta última afirmación que de su propia inocencia.
Un poco de historia: Di Zeo siempre estuvo metido dentro de La 12 y su participación dentro de ella fue en constante aumento. Un ejemplo: La “Fundación Jugador Número 12” fue formada en 1990, con domicilio en la calle Araujo 2781; justamente allí vivían Rafael y Fernando Di Zeo.
Su escalada al poder llegó junto con la caída de otro pesado: José Barrita. “El Abuelo” quien fue condenado en el 97, junto a otros barras de Boca, por el asesinato de Walter Vallejos y Ángel Delgado.
“Esto es un negocio, papá. ¿Sabés la plata que da la seguridad en el deporte? Fortunas”. Conoce las reglas de juego. Conoce todos los movimientos del poder. Conoce todos los vericuetos de la política. Tanto que Di Zeo supo ser empleado del Gobierno de la Ciudad, aunque luego fue pasado a disponibilidad por sus problemas judiciales. Eso sí: siempre siguió recibiendo su cuantioso sueldo. Según publicó oportunamente el sitio Minutouno.com —artículo luego borrado del mismo portal—, en un prontuario que manejaba la Secretaría de Seguridad Interior antes del Mundial de Francia, los hermanos Di Zeo figuraban como empleados del Concejo Deliberante.
“No es que tengo el poder, la gente me ve como representativo para hacer cosas. Hoy para parar un quilombo y mañana para otra cosa. Y eso me lo gané por ir siempre a la cancha”, supo analizar Di Zeo. Aunque un tiempo después mostró la hilacha: “Tengo los teléfonos del poder”.
En febrero de 2006, cuando hacía alarde de su fama como "barrabrava" en pleno Balneario 12 de Punta Mogotes, Rafael Di Zeo firmaba autógrafos a la par de algunos jugadores de Boca. Rodeado de la fama del "equipo de Alfio Basile" el barrabrava se cebó con la impunidad.
Ello lo llevó a estar prófugo: fue cuando la Justicia rechazó el recurso extraordinario presentado por sus abogados para que la Corte Suprema de Justicia revisara las condenas que se le aplicaron por el ataque a hinchas de Chacarita. Debe recordarse que se hecho ocurrió el 3 de marzo de 1999, cuando Boca estaba jugando un amistoso con el club de San Martín en la propia Bombonera. “Di Zeo estuvo preso durante 56 días y luego quedó en libertad, a pesar de quedar expuesto en todas las filmaciones golpeando salvajemente a un par de hinchas Funebreros. Pocos meses después, participó del tiroteo entre barras de Boca que terminó con el hincha Miguel Cedrón muerto en Mar del Plata”, según la mencionada nota de Minutouno.com.
Aparte de la denuncia por asociación ilícita, de la cual acaba de salir airoso, Di Zeo tiene otras causas abiertas y sin definición, una de ellas por tenencia de armas de guerra. También ostenta una denuncia contravencional.
A pesar de todo lo dicho, nadie se anima a enfrentar a Di Zeo, quien hasta se da el lujo de cobrarles 150 dólares a turistas extranjeros para ver el partido a su lado. Esa impunidad le permite también aparecer vinculado a negocios non sanctos, como la venta de drogas. Todos lo saben, hasta la policía, pero nadie hace nada.
“Sobran testimonios de esto e incluso los hay de aquellos que más de una vez han recibido la “orden” de dejar todo así. Esto es negado por el propio Jefe de la Policía Federal Argentina, quien al tener que despejar la sustentada sospecha de los que conocen ‘el palo’, murmuran que el Rafa tiene ‘protección’, esa misma que a la fecha le ha permitido estar prófugo más de una vez y hasta dar entrevistas a los medios en esa misma condición”, publicó Tribuna de Periodistas en marzo de 2007.
Desde esos días hasta ahora, nada parece haber cambiado… o sí: ahora tiene vínculos políticos más relevantes que en esos días.
La pata polítiKa
A la hora de analizar los contactos que Di Zeo posee con el poder, debe recordarse lo publicado en febrero de 2011 por Tribuna de Periodistas: allí se contó con lujo de detalles como el kirchnerismo había apelado a su reclutamiento, a horas de haber sido liberado luego de haber penado tres años en una celda del Complejo Penitenciario de Ezeiza por coacción agravada.
Marcelo Mallo, dirigente de Compromiso K y creador del grupo Hinchadas Unidas Argentinas —que llevó a 235 barras al Mundial de Sudáfrica— lo confirmó oportunamente a diario La Nación.
“Di Zeo ya participó como invitado de un acto preelectoral de la Juventud Peronista Bonaerense (JP), en Francisco Solano (Quilmes), a donde se lo vio acompañado de su hermano Fernando, ladero en los tiempos que colonizaba la tribuna central de la Bombonera. Esa noche, por el mismo escenario, pasó también el funcionario kirchnerista José Ottavis, presidente del Fondo de Capital Social (Foncap) y secretario general de la JP”, según lo asegurado por Mallo.
El mismo dirigente admitió que el armado del líder barrabrava se trató de una línea “netamente pingüina, un sector amplio e inclusivo, “conducido políticamente” por el socio K Rudy Ulloa Igor y Carlos “Chino” Zannini. “Será una parte más del Frente para la Victoria", admitió Mallo.
Pocos saben que Di Zeo trabajó duramente en la campaña presidencial de Cristina Kirchner durante el año pasado, a efectos de reunir militantes. Incluso estuvo presente en actos de campaña del oficialismo, siempre lejos de los escenarios y las primeras filas.
Sus hombres —también barras de Boca— se abocaron a hacer pintadas proselitistas y colgar pasacalles.
Hoy Cristina disfruta de un nuevo mandato presidencial y el “colaborador” Di Zeo resultó absuelto por la polémica decisión de un tribunal oral. Esto ocurre aún cuando el fiscal Nicholson sostuvo que este último junto a los otros acusados integraron una "banda" que actuaba en forma "organizada" y que tenían "objetivos comunes". Según dijo el funcionario judicial, los Di Zeo eran quienes emanaban las órdenes en esa banda, induciendo "temor en la sociedad".
Bien puede inferirse a esta altura, como dice una conocida frase, que “favor con favor se paga”.
Equipo de Investigación de Tribuna de Periodistas