La declaración jurada de Cristina Kirchner ya fue presentada en la oficina de Recursos Humanos de la Presidencia. A partir de ahora tiene treinta días para hacerlo ante la Oficina Anticorrupción y muchos esperan ansiosos poder analizar con lujo de detalles cada uno de los ítems declarados por la Presidenta, sobre todo luego de haber observado el sugestivo crecimiento patrimonial que mostraron sus hombres de mayor confianza.
Independiente-mente de la expectativa general, hay ciertas cuestiones que deberá detallar la mandataria y que analizó para diario Perfil el ex perito de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Alfredo Popritkin.
Luego de hacer un puntilloso recorrido de la evolución de la fortuna de los Kirchner a lo largo de las últimas décadas, el especialista pone el foco en la firma Los Sauces SA: “Las declaraciones juradas de la Presidenta no registraron cambios en las propiedades acumuladas en 2009 y 2010, pero la sorpresa venía asomando en el patrimonio acumulado en una sociedad anónima propiedad de la familia Kirchner”.
Allí, Popritkin recuerda que Los Sauces nació en 2006 con un patrimonio de $ 100 mil, de los cuales el 10% pertenece a Máximo Kirchner, que no se incluye en la declaración jurada. “Aunque estos árboles demoran mucho tiempo en crecer, entre la participación en la sociedad y los adelantos que declararon, los presidentes pasaron de $ 100 mil a $ 10 millones en sólo cinco años”, asegura el perito.
Y recuerda a ese respecto que cuando los peritos oficiales de la Corte analizaron el incremento patrimonial de los Kirchner del año 2008, se impresionaron por la flojedad de los papeles, que no alcanzaban a justificar deudas de $ 19 millones.
“Nada pudieron aclarar sobre $ 8.300.000 de una sospechosa deuda que sirvió para justificar saltos patrimoniales de entonces y que anularon años después. Tan dudosa fue su inclusión que ni los más expertos contadores públicos pudieron descifrar el nombre de la cuenta. Por eso la observaron los peritos”, advierte Popritkin, quien se pregunta a sí mismo algunas cuestiones retóricas:
¿Por qué alguien querría declarar tantos millones de deudas que no puede justificar, ni siquiera frente a los peritos de la Corte Suprema en una investigación por enriquecimiento ilícito? Por ahora no tendremos la respuesta, porque, como recordamos, la causa se cerró raudamente a pesar de las muchas irregularidades.
“Lo cierto es que en las ciencias criminalísticas, cuando alguien incorpora al circuito legal activos que pretende justificar indebidamente, se dice que incurre en lavado de activos, pero nada de eso se le ocurrió pensar al juez Oyarbide”, finaliza el prestigioso perito.
Redacción de Tribuna de Periodistas