Mañana lunes 6 de agosto, dará comienzo el juicio oral que intentará echar luz sobre la inmerecida muerte de Mariano Ferreyra, militante del Partido Obrero, ocurrida el 20 de octubre de 2010 luego de que trabajadores tercerizados del Ferrocarril Roca cortaran las vías del tren y se manifestaran en reclamo de su pase a planta permanente de la empresa.
El activista fue emboscado por una patota que provocó su fallecimiento al tiempo que resultaron heridos Elsa Rodríguez, Nelson Aguirre y Ariel Pinto.
Tras la investigación, la Justicia procesó al titular de la Unión Ferroviaria (UF), José Pedraza, y a su segundo en el gremio, Juan Carlos `Gallego´ Fernández, como coordinadores del ataque.
Además, siete policías fueron procesados en una causa que se tramitó de manera separada —y que luego se unificó para el juicio— por liberar la zona para el ataque a los manifestantes y por no haber detenido luego a los agresores.
En ese marco, apareció este domingo en diario La Nación una polémica solicitada firmada por Unión Ferroviaria, donde “respalda incondicionalmente” a quienes son juzgados e insta a los “trabajadores ferroviarios” a no concurrir a los Tribunales, ya que esto significaría “convalidar la trampa de provocación tendida por el Partido Obrero”.
En el documento, el gremio de trenes “exhorta a los trabajadores ferroviarios a esperar con serenidad los acontecimientos; a sabiendas de la inocencia y reclamando la pronta libertad de nuestros compañeros”.
¿Hacía falta semejante provocación a horas de iniciarse un proceso tan doloroso, sobre todo para la familia del asesinado Ferreyra?
Frente a esa afrenta, el hermano de Mariano, Pablo, aseguró que recordará siempre a su hermano como "un luchador" y confesó que espera que el juicio que comienza este lunes sirva para "entender que los militantes políticos deben ser respetados en todas sus libertades".
José María González