La presidenta Cristina Fernández de Kirchner arribó ayer por la tarde a Río Gallegos, provincia de Santa Cruz, para pasar el fin de semana largo en El Calafate, según dejaron trascender medios oficiales.
Según pudo ser testigo Agencia OPI, a diferencia de otras veces, la Presidenta viajó con un objetivo claro: mantener una reunión privada con su contador personal y su escribano, quienes tienen a su cargo la administración de todos los negocios de la familia, y que por estos momentos están abocados al proceso sucesorio.
La llegada de la Presidenta a Río Gallegos, suele ser rutinaria. Ayer partió de Aeroparque pasadas las 12:30 a bordo del Tango 01 y llegó a esa localidad alrededor de las 14:30.
Sin embargo, a las 16:40, sorprendió el arribo a la residencia familiar de una Toyota Hilux doble cabina, azul SRV 4×4, de la cual descendieron el contador Víctor Manzanares y el escribano de la familia, Leandro Albornoz, quienes mantuvieron una reunión con la Presidenta por más de una hora, según detalló el medio sureño.
La reunión se planteó con absoluta reserva, si bien algunas fuentes vinculadas a la familia le indicaron a OPI que la reunión de la Presidenta con Manzanares y Albornoz, estaba pactada desde hace semanas. La sucesión familiar, la posible venta de algunas propiedades, activos de sociedades y cambios en algunos de sus directorios que hoy tiene a su cargo Cristina, habrían sido motivo de la adelantada reunión para el cual la Presidenta viajó expresamente, ya que su destino final fue El Calafate.
Manzanares ha sido una pieza fundamental en la situación económica de la familia Kirchner, sobre todo en la causa por enriquecimiento ilícito que llevó adelante el Juez Oyarbide, en el cual se acusaba al expresidente de haber incrementado su patrimonio un 158%.
Insólitamente, Manzanares fue llamado por el controvertido Juez para actuar como perito, pese a la relación personal que lo vinculada con el investigado. A Oyarbide solo le bastó su declaración para cerrar la causa de un polémico aumento patrimonial que fue desde $7.824.941 a $ 46.036.711 en un año.
En 2011, el juez Claudio Bonadío recibió un peritaje contable que determinaba que estaba justificado el incremento patrimonial de Fabián Gutiérrez, uno de los exsecretarios privados de Cristina, investigado por supuesto enriquecimiento ilícito, lo que podría determinar su sobreseimiento en la causa. La presentación llevaba la firma de Manzanares.
El fotógrafo de OPI, Francisco Muñoz, quien pudo retratar el momento en que el contador y el escribano salían de la casa de Cristina la tarde del viernes, también captó en 2009 una reunión de Manzanares con el juez santacruceño Santiago Lozada, que en ese momento llevó adelante todas las causas contra Néstor en su época de gobernador de esa provincia, y cerró la investigación por la presunta malversación de los fondos de Santa Cruz en el exterior.