El Sindicato de Petróleo, Gas y Biocombustibles Privado se encuentra en estado de alerta y movilización, dentro del área de biocombustibles, debido a las retenciones y medidas económicas anunciadas por el Gobierno Nacional, para los productos de dicho rubro.
La semana pasada, el secretario de ese gremio en Bahía Blanca, Pablo Anaya, indicó a nuestro medio que se verían afectados alrededor de 100 empleados —sólo a nivel regional— si el gobierno no propone una solución a esta problemática, que afecta sobretodo a pequeñas y medianas empresas del sector.
Así también lo afirmó el secretario general Gabriel Matarazzo, quien asegura que el impacto que tendrá la medida en la zona del sudoeste bonaerense es que dejará sin empleo a un centenar de trabajadores de PYMES, pero no recaerá sobre las multinacionales.
La situación que pone en vilo al sindicato surge a raíz de que el Poder Ejecutivo nacional incrementó de 14,2% a 24,2% los derechos a la venta al exterior de biocombustibles.
El secretario de Política Económica Axel Kicillof lo fundamentó en que se trata "de una industria extraordinaria que en 2011 alcanzó las 18,5 millones de toneladas".
A su vez justificó la medida señalando que “la producción mundial desde la fecha varió cerca de un 220 por ciento”. También indicó que se retiró a estas exportaciones el reintegro de 2,5 puntos porcentuales que se había otorgado desde la puesta en marcha del Régimen de Regulación y Promoción para
El decreto que lleva la firma de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, señala que la aplicación de Derechos de Exportación constituye un instrumento “esencial de la política económica nacional para una distribución más equitativa del ingreso, para hacer frente a las cambiantes condiciones de los mercados internacionales y para contribuir a un crecimiento sectorial balanceado”.
Preocupación en el HCD de Bahía Blanca
Ante el alerta que genera el posible cierre de alrededor de 30 empresas productoras de biocombustible en el territorio nacional, el concejal bahiense del bloque Unión Celeste y Blanca, Fabio Pierdomicci, manifestó su preocupación y presentó al respecto un proyecto de resolución.
Mediante el mismo, solicita a
También el bloque de
De qué habla la resolución 1.436
Mediante
Primeras consecuencias en Buenos Aires
A casi una semana del anuncio del gobierno, sobre la suba a las retenciones, ya comienzan a cerrar las industrias sectoriales. Aripar Bio, de Daireax, confirmó este viernes que dejará de producir, mientras que otra firma de
De este modo, la decisión arbitraria del Gobierno, de reducir en un 15% el valor del biodiesel y aumentar de 14,2% a 24,2% las retenciones, ya se cobró la primera víctima fatal entre las PYMES sectoriales. Se trata de la firma Aripar Bio, planta que contaba con capacidad para producir 50 mil toneladas anuales del biocombustible y empleaba a medio centenar de trabajadores.
Daireaux, localidad ubicada en el oeste bonaerense, a
Los empresarios del sector muestran que el precio establecido por decreto para el mercado interno, de 4.405 pesos para la tonelada de biodiesel no llega a cubrir los costos. Conversado con especialistas en la materia, se asegura que el valor establecido implica una merma del 15% tomando como referencia el valor que fijó el Ministerio de Planificación el mes pasado.
Puntualizandonos en Aripar, proveedora de YPF, Petrobras y Esso, anunció a las empresas para las cuales producía que a finales de agosto apagará para siempre su industria, ya que por el nuevo precio establecido, las PYMES se encuentran 900 pesos por tonelada, por debajo de los costos fijos.
Durante este mes, Aripar BIO tiene el compromiso de entregar las últimas 4.200 toneladas de biodiesel, lo que le costará una pérdida de 3,2 millones de pesos si tenemos en cuenta el valor anterior.
Argentina es la cuna de 27 PYMES productoras del biocombustile creado principalmente en base de aceite de soja, y se emplean de ese modo a 2500 personas en forma directa y alrededor de 4 mil indirectamente. Esas empresas cubren la demanda interna de las petroleras que utilizan el biodiesel para realizar el corte obligatorio al 7% con el gasoil, abasteciendo alrededor de 645 mil toneladas, un 50% de la demanda local.
Este nuevo decreto perjudica sobretodo a las PYMES, ya que no están integradas entre sí, pero también implica un problema para las grandes aceiteras y consumidoras de biocombustible, debido que a pesar de tener una mayor espalda financiera y una buena exportación, con la retención a un 24% efectivo se les resiente el negocio, pero además, corren el riesgo de que el caso Aripar se multiplique y perderían así el abastecimiento base.
Un lamentable efecto dominó
Hablamos ya de cómo la nueva medida afectará a las PYMES y a las multinacionales, pero debajo de eso, antes que las compañías mencionadas tan sólo piensen en la posibilidad de cerrar o dejar de producir, está la realidad de las microempresas.
Se trata de un grupo conformado por 300 fábricas procesadoras de aceite de soja que ya confirmaron, podrían dejar de existir.
La Pampa: irónicos primeros problemas
La propia Cristina Fernández de Kirchner inauguró por teleconferencia durante 2011 una planta que en este momento, debido al nuevo decreto, ve su futuro muy dificultoso. En aquella oportunidad, la presidenta reclamaba a las empresas agropecuarias que agreguen valor en origen, mientras en este momento, ella misma se lo quita.
Se trata de la firma Enresa, en Catriló,
Beneficios para el Gobierno
Nación, durante 2011 recaudó u$s 289 millones, por derechos de exportación al biodiesel. Desde ahora, mediante las nuevas disposiciones antes explicadas, ese tributo se vería incrementado en u$s 150 millones.
Hasta este momento habíamos analizado el futuro de los distintos protagonistas afectados por la decisión política anunciada por Lorenzino y Kicillof, pero lo que nadie dijo, ni oficialmente ni en los informes posteriores, es el destino del dinero extra que recaudará el gobierno.
Las retenciones a exportaciones de biodiesel dejaron el año pasado una ganancia neta de u$s 289 millones. Ahora bien, este año, se espera que la suma varíe muy poco –por supuesto a favor de la casa rosada-, pero si miramos más allá, durante 2013 se recaudarán más de u$s 450 millones.
¿Cómo llega el biodiesel a Argentina?
La industria nace en 2007, año en el que asume como presidenta Cristina Fernández de Kirchner, registrando un crecimiento constante. Durante 2011 alcanzó su punto más alto con 2,4 millones de toneladas de producción e inversiones de 1000 millones de dólares.
En el lapso de 5 años, Argentina logró posicionarse como uno de los principales países productores de biodiesel, junto a Estados Unidos, Alemania, Brasil, Francia e Indonesia. Si bien cada uno utiliza distintas materias primas, nuestra Nación se volvió una de las preferidas entre los que producen en base al aceite de soja, también es el recurso elegido por Estados Unidos y Brasil. En tanto, Europa produce con aceite de colza e indonesia, opta por el aceite de palta.
A la hora de exportar, nuestro territorio también se volvió el preferido, junto a Indonesia y Estados Unidos. De hecho, es el exportador principal.
Para cerrar
En el caso de la soja, como ya ha sucedido con tantos otros recursos de nuestro país, sirvió para consagrarnos ante los ojos del mercado internacional y demostrar por qué alguna vez fuimos conocidos como el granero del mundo.
Pero también, como en otros asuntos, volvemos a repetir la historia cerrando la puerta que nos permitía caer bien parados.
Lo lamentable de esta vez, es que no sólo se obstruye esa salida, sino también se clausuran los sueños, metas y futuros de no menos de 330 empresas que vivían de la producción de biodiesel.
La política es variable, poniendo un ejemplo hipotético, pero claro y entendible, hoy un decreto dice que no se pueden traer más telas del exterior, entonces la industria textil comienza a comprar productos “made in Argentina”, y por un tiempo nos acostumbramos a que así sea. Pero en tres años, por un cambio de presidente, ese decreto queda sin vigencia y se abre nuevamente el mercado internacional. Siendo así, la industria argentina dejaría de vender, los empresarios textiles comprarían en el exterior, quizás por calidad, por moda o por ser más “fashion”, y cientos o tal vez miles de pequeñas empresas que habían nacido en base a un capricho político, pagarían las consecuencias.
Como describió la grandiosa Bonnie Tyler en Total Eclipse del corazón –claro, hablando de otra cosa- para estos empresarios y para la industria del biodiesel, el invertir en el país y apostar una vez más a lo nuestro, “érase una vez una historia feliz, y ahora sólo un cuento de horror, nada que decir”.
Romina Soledad Giuffré