No hay intención en este artículo de analizar el hecho de la expropiación de la ex Ciccone Calcográfica —o Compañía de Valores Sudamericana como le gusta decir al kirchnerismo para disimular—, ni todo lo que con esta antecede, llámese el caso Boudou, en sí; sino reflexionar sobre la impune metodología del oficialismo para perpetrar sus planes. Sí, perpetrar sus planes.

Parece raro escribir en una nota que habla del gobierno la frase “perpetrar sus planes”, que parecería hablar más de una banda dedicada a la piratería del asfalto o robo de bancos, pero es la frase justa. El kirchnerismo no gobierna, perpetra planes, y bien planificados.

Y otra vez hicieron lo que quisieron. Otra vez se salieron con la suya. Otra vez instalaron el circo del Congreso Nacional para disimular y darle a un hecho de corrupción gigantesco un toque de legalidad, como cuando expropiaron YPF, que dicho sea de paso, lo hicieron al revés; o sea, con YPF primero expropiaron y después lo convirtieron en Ley. Bueno… parece que van aprendiendo, ya que esta vez, por lo menos, primero pasaron por la escribanía del Parlamento. Un Congreso infectado de senadores y diputados genuflexos dispuestos a hacer absolutamente todo lo que se les indique desde La Cámpora.

¿Vale realmente la pena asistir a un circo mediático que dura horas para escuchar al oficialismo decir incoherencias para tratar de justificar lo injustificable y a la oposición hablar y hablar para que se les rían en la cara? Realmente no creo que valga la pena porque, como dijimos, el kirchnerismo hace lo quiere, maneja todo a su antojo y casualmente lo hace solo para encubrirse, para tratar de cubrir la gran corrupción instalada.

Solo dos detalles como para demostrar lo burdo del caso Ciccone.

1) ¿Porque, casualmente ahora, después de que hace solo semanas se le había dado a Ciccone la impresión de billetes —esos que, como fueron hechos por el kirchnerismo, y como no podía ser de otra manera fueron mal impresos, como todo lo que hacen— se produce la expropiación y no desde antes?

2) ¿A quien le van a pagar la expropiación? Veamos el siguiente detalle:

Comparativo de los textos de expropiación de YPF y Ciccone

YPF: a los efectos de garantizar el cumplimiento de los objetivos de la presente, declárese de utilidad pública y sujeto a expropiación el 51% del patrimonio de YPF SA representado por igual porcentaje de las acciones clase D de dicha empresa pertenecientes a Repsol YPF SA, sus controlantes o controladas.

Ciccone: declárase de utilidad pública y sujeta a expropiación a la Compañía de Valores Sudamericana S.A.

El proceso de expropiación estará regido por lo establecido en la Ley Nº 21.499 y actuará como expropiante el organismo que designe a tal efecto el Poder Ejecutivo Nacional.

Como se puede apreciar claramente, en el primer texto se especifica a quién, y qué se expropia. En el segundo, no se dice nada.

Hay muchísmas más contradicciones, muchísimas, y todas involucran a Boudou.

Por ejemplo, otro “pequeño gran detalle” que demuestra la complicidad, incluso, de la AFIP, en todo este negociado, es lo denunciado por este mismo portal el 7 de mayo de este año donde se demuestra claramente que Ciccone no podía ser proveedora del Estado. Y aquí, el amigo Ricardo Echegaray no tiene justificativo.

Seamos claros y concretos: la expropiación responde solo a tratar de encubrir no solo al Vicepresidente, sino a todo el Gobierno.

Mientras la ciudadanía se pregunta por qué no se ocupan de la economía, la inseguridad, el narcotráfico, la salud, la educación y tantos temas que son realmente importantes y necesarios, la banda de delincuentes kirchnerista solo se ocupa en encubrise de los delitos que cometen a diario, pisoteando absolutamente todas las instituciones, especialmente el poder Ejecutivo y Judicial, que no hacen otra cosa, salvo alguna honrosa excepción, que responder a la mafia que está en el gobierno.

Pablo Dócimo
Twitter: @pablo_docimo