A medida que avanza el semestre, el temor de volver a atravesar a fin de año —cuando se junten los pagos de los sueldos y de los aguinaldos— una crisis como la que estalló en julio, vuelve con fuerza. Cuando logró superar esa crisis, en el gobierno de Daniel Scioli se propusieron dos objetivos: que no les suceda lo mismo en diciembre-enero y que, para eso, no tengan que volver a recurrir a un auxilio de la Casa Rosada.
El costo político —retos públicos de la Presidenta al Gobernador por "mala administración" incluidos— que pagó Scioli como anticipos de esa ayuda —en rigor, un préstamo a un año y carísimo (casi 18% anual)— convirtió en prioridad una especie de consigna de "arreglarnos con lo nuestro".
A cuatro meses de esa instancia crucial, sin embargo, los cálculos oficiales más optimistas indican que "faltan" unos 4 mil millones de pesos para cerrar el año. "Faltan", para, más precisamente, poder pagar casi exclusivamente sueldos y aguinaldo en tiempo y forma, después de congelar gastos esenciales, como los vinculados a insumos y a la prestación de servicios básicos en áreas de salud, educación y asistencia social.
En la preocupación que generan estas estimaciones se inscribe el nuevo proyecto de aumentos de impuestos —el tercero del año— que impulsa la administración sciolista. Un impulso con pies de plomo porque la pelea política, como el sol, aunque no se vea, siempre está. El proyecto fue entregado en mano al vicegobernador Mariotto por el jefe de Gabinete de Scioli, Alberto Pérez.
Si la Rosada da el visto bueno al nuevo aumento impositivo, el proyecto será ingresado formalmente a la Legislatura. La cuestión es evitarse el costo político de un rechazo legislativo. Pero habría paz en este caso. Las señales del kirchnerismo que manda en la Legislatura indican que, con algunos cambios menores, el nuevo paquete de aumentos impositivos sería sancionado en breve.
Pero aún con los ingresos que originaría esa nueva reforma fiscal en el último bimestre del año, el faltante de 4 mil millones se reduciría "apenas" en unos 1.200 millones según el cálculo más optimista. La apuesta mayor, en verdad, pasa por la nueva emisión de un bono dolarizado. Pero la intención volver a recurrir a ese mecanismo —que ya le permitió a la Provincia tomar financiamiento por unos 1.200 millones de pesos en los últimos meses—, esta vez por unos 1.800 millones de pesos, ha quedado envuelta por estas horas en nubarrones de incertidumbre y preocupación.
Ocurre que si, como todo lo indica, YPF sale a colocar un bono propio la petrolera funcionará como una aspiradora que no dejará un peso disponible en el reducido mercado interno. En ese marco, un nuevo auxilio de la Nació para evitar otra crisis del aguinaldo resultaría imprescindible. Y la consigna de "arreglarnos con lo nuestro" estaría en revisión en la Gobernación.
Consultas y revuelo
Mientras tanto, un notorio revuelo están causando en ámbitos políticos bonaerenses algunas "consultas electorales" efectuadas en los últimos días. En algunos círculos se asegura que el oficialismo ya efectuó "consultas informales, en términos técnicos y políticos", sobre cuánto se podrían adelantar las elecciones legislativas del 2013 en la Provincia, previstas por ley para octubre.
Ciertas versiones, que circulan a buen ritmo y se multiplican, afirman que quienes efectuaron la consulta ya habrían obtenido inclusive una respuesta: "no antes de mayo". Sin embargo, las versiones sobre ese presunto primer paso del oficialismo —¿nacional o provincial?— serían consecuencias conjeturales de otras consultas que sí comenzaron a plantearse en torno de las elecciones del año que viene.
Hasta donde se sabe, dirigentes de un par de fuerzas políticas han efectuado en los últimos días, en "áreas administrativas" de la Junta Electoral provincial, consultas sobre plazos mínimos de trámites para inscripciones, alianzas, entre otras de las internas y las generales. Eso sería todo, por ahora. Aunque quizás el revuelo suscitado tenga un par de asideros. La época en que se hacen estas consultas obliga a pensar que se efectúan en previsión de un adelantamiento de las elecciones.
Y llama la atención que una de las que preguntó sea una fuerza afín al kirchnerismo, que podría jugar tanto en alianza como "por afuera". Y podría, claro, tener alguna "información" que explique esta consulta "temprana".
Marisa Álvarez
NA