Para tener en cuenta o visualizar lo que puede llegara a acontecer el 7 de diciembre, vamos a analizar lo que nos está transitando con el advenimiento del segundo período de la presidencia de Cristina Kirchner, desde el anuncio del “vamos por todo” y la “sintonía fina”.
El temor despertado desde hace unos meses en la población, que se va acrecentando con los hechos de persecución de la AFIP, contra los que hicieron comentarios adversos al gobierno, casos como el de la Inmobiliaria Jose Toselli, Eliseo Subiela y algunos otros más.
Utilización de la corrupción, para compra de voluntades de políticos, funcionarios, sindicalistas, periodistas, dirigentes sociales, y otros. Responsabilidad absoluta de la mal llamada oposición complaciente debida a la atomización, cada vez más permisiva en la aprobación de las leyes provenientes del oficialismo, esgrimiendo razones, que en definitiva, solamente le hacen el juego en las cámaras.
Sensación de impotencia, frente a la imposibilidad de disentir, ya que de inmediato, se lo tilda desde el poder, como golpistas, destituyentes, gorilas, estúpidos y cuanto otro adjetivo contrario, se les ocurra emitir, por parte de adláteres como Hebe de Bonafini, Aníbal Fernández y otros.
Lavado de cerebros desde casi la infancia, con el adoctrinamiento en las escuelas por personal de la Cámpora, con el proyecto de votar desde los 16 años, ya que se piensa que se puede influir en la juventud, imponiendo la reelección indefinida, frente a prioridades de ellos que deberían ser poder caminar por las calles y en los colegios sin preocuparse por la seguridad, que los saquen de la droga, de la marginalidad y la delincuencia, que los contengan en sus lugares de estudio. Se prefiere hacerlos votar, pensando que los jóvenes se identificarán con el trabajo de la Cámpora dentro de las escuelas, como acciones de adoctrinamiento partidario, casi coincido con el escritor Marcos Aguinis, sobre el adoctrinamiento venenoso del kischnerismo, en la formación de militantes.
Hacer creer que una sola persona, expresando la idea faraónica de que en una vida anterior, ha sido una de ellas, tiene la verdad revelada, lo que señala un endiosamiento, iluminación al mejor estilo de los Illuminati, o a la mejor representación monárquico.
División absoluta desde la familia, hasta toda la población, en K o anti K, no teniendo términos medios, cuando se sabe que el peor enemigo de la República es el antagonismo sectario, que llena las mentes de fanatismo, diciendo sentirse peronistas, cuando el General, me refiero a Juan Domingo Perón decía: “Unidos o Dominados”, ¿será que el “vamos por todo” amerita la dominación……., de quien o quienes? Asemejando el cristinismo al chavismo, ¿será esa la guía bolivariana?
Mentir con el relato, frente a la realidad, agregando las sanciones disciplinarias a quienes dan números de inflación distintos a los del Indec, caso Héctor Polino y encuestadoras sancionadas por dar otros índices, aunque estos sean increíblemente bajos y no reconocidos por nadie que transite los lugares de venta de productos, en especial de consumo alimentario, salud o educación privada, alquileres, etc, negando la inflación en todos los discursos diarios de la presidente y sus funcionarios, doble discurso, en todas sus medidas, con respecto a la narración.
Aumento de la inseguridad en todo el País, aunque no sea mencionado ni aceptado, en ninguno de las diarios apariciones en cadena, ni por los funcionarios, responsables en gran parte de lo que nos pasa, por la falta de controles en la entrada de la droga, sin querer hablar sobre la directa acción de alguno de ellos, ya sea en participación o liberación de zonas o lugares, de llegada y reparto. Extensión de la delincuencia desde los barras bravas, sugestivamente protegidos en la impunidad de sus acciones mafiosas.
Disminución en la educación pese a tener el presupuesto más alto en la historia de la educación, las razones están en la falta de control del destino del presupuesto y en los resultados obtenidos en la calidad de formación de los alumnos, de 57 países, Argentina está en el número 51, en el 2000 estábamos en los primeros, si no, en el primer puesto.
Vatayón Militante, cárceles, quitar las barreras de los country, son acciones y proyectos que van en un mismo sentido, igualar para abajo, no importando el esfuerzo o la capacidad de trabajo, que debe dar los resultados en relación al empeño y dedicación.
Con todos estos elementos de juicio, si usamos la razonabilidad, mejor dicho, la “irrazonabilidad” de los hechos, que conductas pensamos se adoptarán, si la justicia sigue dilatando su fallo, frente al pedido del Grupo Clarín, de no innovar, como lo hicieron con su fallo, los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Carlos Fayt, Enrique Petracchi, Juan Carlos Maqueda y Raúl Zaffaroni, que rechazaron el pedido del Estado de "levantamiento de la medida cautelar", pero le pusieron fecha de vencimiento cierta al amparo que impide la vigencia del artículo 161 (la llamada "cláusula de desinversión") de la Ley 26.522.
También se advirtió que el plazo previsto en el artículo 161 "venció el día 28 de diciembre de 2011 conforme surge de la reglamentación de la Ley" y que, en consecuencia, "estando vencido el plazo legal y por efecto de la finalización de la cautelar, a partir del 7 de diciembre de 2012 vence la suspensión del artículo 161 de la Ley 26522, con respecto a la actora (el Grupo Clarín)".
El pronunciamiento del Alto Tribunal fue exclusivamente sobre los alcances de la medida cautelar (sobre una resolución provisoria), aunque no lo hizo sobre el fondo de la cuestión, es decir si el artículo 161 tiene o no validez constitucional.
Panorama. Si antes del 7 de diciembre hubiera un pronunciamiento en primera instancia de la Justicia en lo Civil y Comercial Federal, donde tramita la acción de amparo contra la validez de la “cláusula de desinversión”, que declarara la inconstitucionalidad de dicho artículo, el Grupo Clarín no se vería obligado a desprenderse de señales.
En cambio, si la Justicia avalara la validez de esa cláusula, aún cuando quedaran vías recursivas para seguir, la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), estaría en condiciones de exigir la desinversión.
Al Estado, los jueces le advirtieron que "si ante esta resolución adoptada hoy... demorara la tramitación de la causa, la vigencia de la cautelar podría extenderse en el tiempo".
Sobre el Grupo Clarín, el fallo indicó que “entre el dictado de la medida precautoria y la notificación de la demanda transcurrió un año, por la sola voluntad de las peticionarias, lo cual resultaría demostrativo de un interés más centrado en lo provisional que en la resolución definitiva del pleito”.
Que pasará el 7 de diciembre próximo, es un interrogante donde pienso que se juega la libertad de expresión, no solo del Grupo Clarín, sino la de los medios independientes, que no están en un todo de acuerdo, con las formas y medidas que esgrime el Gobierno para conducirnos.
Y para dejar esta pregunta, con más incógnitas que respuestas, (yo personalmente creo que tomarán las empresas del grupo que le hagan tambalear la economía del monopolio), quisiera explicar lo que encontré como definición del Síndrome de Hubris, que algunos periodistas y comunicadores, no desean que le llegue a la mente gobernante.
El síndrome Hubris
Creerse invencibles y ver enemigos en todas partes es común entre los gobernantes. Las presiones y la responsabilidad del poder termina afectando, e intoxica tanto que termina afectando al juicio del político.
El psiquiatra jefe de Servicio del Complejo Asistencial de Zamora, lo explica:
Fase 1. Una persona normal se mete en política y de repente alcanza el poder o un cargo importante. Tiene un principio de duda sobre su capacidad, pero surge una legión de incondicionales que le felicitan y empieza a pensar que está ahí por méritos propios; recibe halagos de belleza, inteligencia y hasta liga.
Fase 2. No le dicen que bien lo hace, sino que menos mal que esta allí para solucionarlo y, entonces, entra en la idea megalomaníaca, se cree infalible e insustituible; comienzan a realizar planes estratégicos para 20 años, obras faraónicas...
Fase 3. Empiezan a padecer el llamado desarrollo paranoide; todo el que se opone a él o a sus ideas son enemigos personales, llega a sospechar de todo el que le haga una mínima crítica y a aislarse de la sociedad. Y, así, hasta el cese o pérdida de las elecciones, donde viene el batacazo y se desarrolla un cuadro depresivo ante una situación que no comprende.
El poder no está en manos del más capaz, pero quien lo ostenta cree que sí y empieza a comportarse de forma narcisista. El hecho de que este síndrome sea tan común en política se debe a que en otros ámbitos es más frecuente que el que esté arriba sea el más capaz, pero en política no es así, porque los ascensos van más ligados a fidelidades.
Como castigo al Hubris está la Nemesis, que devuelve la persona a la realidad a través de un fracaso. Tendremos la posibilidad de que nos llegue la Némesis, algún día, antes de que se cumplan las profecías de Benjamín Parraviccini,
Me lo pregunto y se los pregunto.
Walter A. Gazza
Centro Cultural Alejandro Olmos
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