La decisión de Mauricio Macri de iniciar el proceso de traspaso de los subterráneos porteños de la órbita de la Nación a la Ciudad se venía cocinando a fuego lento, pero un encuentro reciente comenzó a destrabar las negociaciones.
Según pudo saber Noticias Argentinas, el traspaso del Subte viene a ser "la frutilla del postre" de un amplio acuerdo que gestaron macristas y kirchneristas en la Legislatura porteña, que incluye apoyo mutuo para varios proyectos, algunos controvertidos.
Uno de ellos es el que crea un barrio de lujo en la ex Ciudad Deportiva de Boca, a través de un convenio del Gobierno de la Ciudad con la empresa IRSA, conocido como "la Dubai de Buenos Aires", al que se oponen los habitantes de la villa Rodrigo Bueno.
A su vez, los kirchneristas obtuvieron el aval del macrismo para conseguir los terrenos en los que se va a desarrollar el plan de viviendas que maneja la Anses, aunque había quedado flotando la duda de si la contraprestación del PRO era escasa.
Esa incógnita se terminó de develar este martes, cuando antes del anuncio de Macri se desarrolló una reunión de los llamados "metrodelegados" con la principal espada legislativa del PRO, Cristian Ritondo, en un encuentro que derrochó amabilidad. El propio Ritondo había participado del acuerdo "fundacional" con el kirchnerismo, que estuvo representado en esa reunión a puertas cerradas por el viceministro de Economía, Axel Kicillof; el titular de Anses, Diego Bossio; y el legislador Juan Cabandié.
Aquel acuerdo no solamente descolocó al resto del arco opositor porteño -se supone que el kirchnerismo es la primera fuerza en ese sentido-, sino también a legisladores del propio bloque alineado a la Casa Rosada, como María José Lubertino. Este martes, no obstante, quedó en claro que el pacto era más amplio, aunque solamente quedará convalidado con el voto positivo de los legisladores kirchneristas al proyecto que enviará Macri al Parlamento local la semana próxima.
El jefe de Gobierno porteño parece haber entendido, en medio de un largo y sinuoso camino de enfrentamiento con el kirchnerismo, que debía dar a la sociedad una señal de que quiere gobernar incluso aceptando pesadas cargas como el Subte.
Mariano Spezzapria
NA