Aunque lo hace de manera discreta, la causa judicial que investiga a Amado Boudou en el marco del expediente Ciccone —iniciada por cronistas de Tribuna de Periodistas— avanza paso a paso.

Este miércoles se refrendó una parte importante de esa investigación ya que, gracias a la ex pareja del vice, Agustina Seguín, quedó refrendado que su "socio" José María Núñez Carmona gestionó personalmente pasajes de avión que fueron facturados a la empresa The Old Fund, la misma que luego se quedó con Ciccone Calcográfica hasta que fue estatizada.

En su temblorosa declaración ante el juez Ariel Lijo, la mujer reveló que convivió con Boudou entre 1996 y 2007 y admitió que, como vendedora free lance en la agencia de turismo Swan, tramitó por pedido de Núñez Carmona los pasajes que el socio y el hermano del vicepresidente —Juan Bautista Boudou— utilizaron y que fueron facturados a nombre de The Old Fund, con la que el ex ministro de Economía dice no tener relación.

Fuentes vinculadas a la defensa de los imputados dijeron a diario Clarín que Núñez Carmona pagó los viajes y le dio el CUIT de The Old Fund a Seguín para que esa empresa obtuviera crédito fiscal por el IVA que grava a los pasajes.

Asimismo, apareció la sombra del fantasmal Alejandro Vandenbroele, ex titular de The Old Fund, quien oportunamente pidió un par de pasajes a la firma Swan para ir a Mendoza a visitar a su hija.

Seguín agregó a su vez un nuevo elemento que podría complicar más a Boudou: aseguró que, mientras estuvo en la Anses, el vice le dio el negocio de la tercerización de los pasajes del organismo. Esto podría terminar en una nueva causa judicial por negociaciones incompatibles. "Lo mismo sucedió cuando Boudou trabajó en el Municipio de la Costa: su pareja era quien hacía de agente de viajes y cobraba comisiones. Luego ella le vendió pasajes para The Old Fund", según reveló Clarín.

Quienes conocen el expediente Ciccone de cerca, aseguran que los elementos que ya hay acumulados serían suficientes para procesar a Boudou. Que ello ocurra es cuestión de voluntad judicial y, lamentablemente, política.

Carlos Forte
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