La barbarie dijo presente en el día de ayer en la ciudad de Rawson (Chubut), cuando los asambleístas autoconvocados contra la minería contaminante se dirigían como siempre al edificio de la legislatura provincial, para presenciar el tratamiento de este tema. Allí fue donde se produjo el terror que hizo recordar a épocas que uno creía olvidadas, y que este gobierno se encarga de diferenciarse (muchas veces sin éxito).
Cuando este grupo de activistas, que no eran más de cien personas, fueron sorprendidos por cerca de mil patoteros de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) que estaban apostados desde el día anterior, y que poseían palos y piedras que fueron arrojadas a discreción contra la población civil. Uno se sorprendería por ver a la UOCRA en el lugar de los hechos, pero lamentablemente no hay lugar para la sorpresa, cuando fue de público conocimiento la reunión que mantuvieron, hace cuatro días, entre el gobernador Martín Buzzi junto al Secretario general de la UOCRA Gerardo Martínez, en el despacho del gobernador (ver foto que ilustra la nota).
Según denuncian los civiles atacados, el escenario es aún más aterrador, y es que son varios testimonios que coinciden en que los patoteros de ese gremio fueron alcanzados por camionetas pertenecientes a las empresas mineras, cortando calles y otorgando elementos represivos para combatir a los civiles. Desde la legislatura, les dieron desayuno y comida pagado por la gobernación, y todo con el aval de la policía, que no hizo más que liberar la zona. "No están dadas las condiciones para sesionar. Esto está todo muy armado, hay desde baños químicos hasta ambulancias y una carpa gigante.
Queremos saber quién pagó por todo eso", dijo el diputado provincial Roddy Ingram. Por su parte el diputado radical Roberto Risso denunció: "El Estado no puede llevar patotas para castigar al que piensa distinto y esto ha sido promovido por el Estado", considerando "sumamente graves" los hechos de esta tarde. "Las mineras han tomado la justicia por su mano y el Estado lo ha permitido y los funcionarios van a tener que responder por esto", agregó.
La represión registrada en video
Al momento del análisis, resulta increíble que todavía sucedan estas barbaries, uno cree que luego del asesinato de Mariano Ferreyra por la patota de Pedraza a instancias del Gobierno Nacional, estas cosas ya no se verían tan seguido. Pero lamentablemente los gobiernos provinciales y el Nacional, se repiten en sus contradicciones, al insistir una y otra vez que ellos no reprimen las manifestaciones con fuerzas de seguridad, pero la verdad es que lo hacen con patotas sindicales, ofreciéndoles todas las comodidades, para que ellos repriman, hieran de gravedad y maten, con tal de seguir adelante con sus negociados.
Es muy triste ver enfrentados a los argentinos, nos ha llegado el testimonio de algunos militantes de la UOCRA que dijeron estar obligados a ir porque corría riesgo su puesto de trabajo. Ya ni siquiera los compran, ahora, además están amenazados laboralmente y poniendo en riesgo el físico propio y el de sus familias. Ese actuar es lisa y llanamente mafioso, y lamentablemente está instalado en todos los sindicatos en mayor o menos medida.
A esta altura hay que decir que al gobierno nacional, amparado en la garantía del sufragio, se le están escapando de las manos cuestiones de carácter civil, y está desatendiendo el llamado de muchos de los argentinos. El estado quiere dividirnos y enfrentarnos, en eso se basa el poder de su “reinado”; pero no debemos permitirlo, somos todos argentinos.
Nicolás Cavanna