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Política exterior en riesgo: internas luego del acuerdo con Irán

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ESTRE LA PISTA IRANÍ Y LA PISTA SIRIA
ESTRE LA PISTA IRANÍ Y LA PISTA SIRIA

El acuerdo con Irán para la indagatoria de cinco acusados por el atentado a la AMIA genera incertidumbre en el propio Gobierno sobre el resultado del proceso y encierra una trama de internas, pero en simultáneo implica la profundización del rumbo asumido en la política exterior argentina.

 

En primer lugar la decisión de Cristina Kirchner fue tomada en medio de dudas crecientes sobre la investigación realizada por el fiscal especial Alberto Nisman, quien avanzó sobre la "pista iraní" del atentado y postergó la "pista siria".

El 25 de octubre de 2006, los fiscales Nisman y Marcelo Martínez Burgos acusaron el gobierno iraní de planificar el atentado y al Hezbollah de ejecutarlo. Según la investigación de la fiscalía, Argentina fue elegida como blanco del ataque tras la decisión del gobierno de Carlos Menem de suspender un acuerdo de transferencia de tecnología nuclear a Irán.

La pista siria apuntaba a ciudadanos de ese país que aparecen profusamente en el expediente por el atentado y que el expresidente Menem habría intentado encubrir.

De alguna manera, la Presidenta volvería sobre sus pasos: cuando hace más de diez años encabezaba como senadora la Comisión Bicameral Especial de Seguimiento de los Atentados a la Embajada de Israel y la AMIA consideró que Irán no era culpable de esos hechos y creía en la pista Siria.

Ahora, el Gobierno mira con recelo a Nisman. Cree que el fiscal tiene relación directa con la embajada estadounidense, que junto con Israel están pendientes del avance de la pista iraní a partir del delicado papel que juega Teherán en el tablero internacional.

El fiscal se mantuvo en silencio. Una vez que el memorándum de entendimiento firmado por los cancilleres Timerman y Ali Akbar Salehi sea aprobado por el Congreso debería viajar junto al juez Rodolfo Canicoba Corral para indagar a los acusados. En la Cancillería, algunos dudan sobre si querrá ir a Teherán.

 

Relaciones Internacionales

 

No puede dejarse de lado el contexto internacional en el que se celebró este acuerdo. La Argentina busca ampliar su comercio internacional y sus redes políticas luego de los conflictos con los países desarrollados y los centros financieros.

Falta de acuerdo con el Club de París, planteos de Estados Unidos, Europa y Japón ante la OMC por restricciones al comercio, distanciamiento con España por Repsol y moción de censura del FMI por las estadísticas del Indec forman parte de ese combo.

En ese marco, el acercamiento a la república islámica se ajusta con la búsqueda de nuevos socios comerciales en países con altas tasas de crecimiento en África o Medio Oriente como Angola o Azerbaiyán, pero que a su vez acumulan cuestionamientos internacionales por la calidad de sus instituciones.

Irán también ve en Latinoamérica un puente para quebrar el aislamiento político y comercial al que es sometido por su plan nuclear que vuelve más peligrosa su hostilidad hacia Israel. Además, busca que los precios de sus alimentos se mantengan bajos en medio de una creciente devaluación de su moneda.

El gobierno kirchnerista restringió las importaciones de crudo de Teherán —pese a que podrían serles de utilidad— para cumplir con las sanciones aplicadas en el marco de las Naciones Unidas pero en los últimos años multiplicó los volúmenes de venta de productos agropecuarios a esa nación.

Las exportaciones al país persa aumentaron 234% desde que Cristina Kirchner asumió en 2007 y 1000% respecto a 2005, cuando el comercio era nulo a causa de las fricciones por el caso AMIA.

 

Interna comunitaria

 

El propio canciller Timerman desconoce si la indagatoria de cinco acusados —eran seis, uno murió— entre los que se encuentra el propio ministro de Defensa iraní, Ahmad Vahidi, arrojará luz sobre los reales responsables del atentado que causó la muerte de 85 personas y dejó 300 heridos en 1994.

De todos modos, según afirmó en público y privado, es un camino que permite avanzar sobre una causa que está trabada en la negativa iraní a extraditar a los acusados.

Timerman estuvo durante una hora y media explicándoles a los dirigentes de la AMIA, la DAIA y a miembros de las organizaciones de familiares de las víctimas del atentado, los alcances del acuerdo. Garantizó que las "circulares rojas" de Interpol para la detención de los acusados siguen vigentes y que el procedimiento en Teherán no invalidará lo hecho por la Justicia argentina.

En esa reunión también se coincidió en que uno de los dos juristas internacionales que propondrá la Argentina para la "Comisión de la Verdad" que supervisará el proceso es el exjuez español Baltasar Garzón. Los familiares también propusieron a Mario Grossman, jurista chileno de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y veedor en el juicio por AMIA.

Al término del encuentro, los presidentes de la AMIA y DAIA y los familiares apoyaron el acuerdo, pero con el correr de las horas el presidente de la AMIA, Guillermo Borger, comenzó a reclamar precisiones: primero pidió que se redacte un anexo del acuerdo para que sea aprobado por el Congreso y luego que se revise todo el entendimiento.

La trama de relaciones del Gobierno con la dirigencia de la comunidad judía es compleja. Hace poco apoyó y celebró el triunfo de Julio Schlosser, un hombre de buena llegada al Ejecutivo, en las elecciones en la DAIA sobre el macrista Claudio Avruj.

Ahora prevé una situación parecida en la AMIA que tiene elecciones en abril. Según la visión de los funcionarios kirchneristas, Borger está presionado por los rabinos Sergio Bergman —legislador macrista— y Samuel Levin, representante de la minoría ortodoxa. Para esa elección, el apoyo oficial será para Luis Grynwald, representante del sector no religioso. Mientras tanto, las víctimas de la AMIA siguen esperando que se haga Justicia.

 

Gabriel Profiti
Agencia NA

 
 

7 comentarios Dejá tu comentario

  1. Pregunta: puede Nisman ir a Iran? yo recuerdo q el tiene un pedido de captura por parte del gobierno irani, o fue cancelado?

  2. Para pensar, lo escribio Caputo hace menos de una semana, creo que lo publico la Nacion si mal no recuerdo. Los peligros de un tratado final con Irán. Los errores de una Comisión de la Verdad que no podrá impartir justicia. ¿Hacia un acto de estupidez histórica? Por Dante Caputo (*) | 03.02.2013 | Hace unos días, los ministros de Relaciones Exteriores de la Argentina y de Irán firmaron un memorando de entendimiento sobre la cuestión del atentado a la AMIA. Los memorandos de entendimiento son una de las formas básicas utilizadas para acordar formalmente la voluntad de dos o más partes, por lo general representantes de gobiernos. La forma más elaborada y compleja es el tratado. A diferencia del memorando, el tratado compromete la voluntad de una nación, y su incumplimiento genera sanciones. Al obligar a la nación y no sólo al gobierno que ocasionalmente los firma, los tratados requieren la aprobación del Poder Legislativo. Por lo tanto, lo que fue firmado en Etiopía no requiere aprobación legislativa. Pero, curiosamente, el texto firmado indica lo contrario: “Este acuerdo será remitido a los órganos relevantes de cada país, ya sean el Congreso, el Parlamento u otros cuerpos, para su ratificación o aprobación de conformidad con sus leyes”. Esta dista de ser una cuestión formal. Si se sigue el procedimiento legislativo, el memorando devendrá tratado y se convertirá en ley. Su vigencia se prolongará en el tiempo con independencia de los gobiernos. Si, por ejemplo, al final de este oscuro sendero se acordara una indemnización a los familiares de las víctimas en lugar del enjuiciamiento y condena de los culpables (así sucedió en Libia con el atentado ordenado por Kadafi al vuelo 103 de Pan American), nunca podríamos volver atrás. Una aprobación legislativa de este acuerdo significaría entonces que la Argentina, no sólo el Gobierno actual, habría aceptado la impunidad. ¿Qué busca el memorando-tratado? Al inicio del texto se señala el objetivo de la acción conjunta: “Se creará una Comisión de la Verdad compuesta por juristas internacionales para analizar toda la documentación presentada por las autoridades judiciales de la Argentina y de la República Islámica de Irán”. Aquí se nota otra originalidad del memorando-tratado: la creación de una Comisión de la Verdad entre dos países. Este es el primer caso en que una comisión de este tipo no está compuesta por partes del mismo país. En todos los casos conocidos, una Comisión de la Verdad se forma entre dos o más sectores de una sociedad para que todos den su testimonio sobre un conjunto de hechos sucedidos, siempre violentos y que generaron muertes, persecuciones y destrucción. Una Comisión de la Verdad se establece para saber lo que pasó, no para castigar a los culpables. Quienes la componen reconocen que los responsables de los delitos no podrán ser enjuiciados y acuerdan la reconstrucción histórica; se ponen rostros a los victimarios. Unos no tienen poder para enjuiciar y los otros poseen el suficiente para no dejarse enjuiciar. Extrañamente, tras varias críticas, llegando a calificar el acuerdo de “trampa”, miembros de la DAIA y la AMIA dijeron hace cuatro días –en un llamativo cambio de posición– que “ahora que les habían aclarado lo que se quería decir en el texto, veían su utilidad”. Disculpe, lector, mis reiteraciones, pero lo hago tratando de evitar la engañosa ilusión de quienes sufren: la intención de los tratados no se aclara, se escribe. Si hay una intención por parte del Gobierno que va más allá del texto, esa intención no tiene valor. Lo que vale es lo que está escrito, no su interpretación. El memorando-tratado reemplazará a la Justicia. Irán puede mostrar lo que acordó, y allí no hay una sola palabra que obligue o sugiera la posibilidad de un juicio. La Comisión de la Verdad no es la antesala de la Justicia. Siempre ha sido así. El magistrado Raúl Zaffaroni sostiene que éste es el comienzo del camino judicial y que fue una equivocación hablar de Comisión de la Verdad. Qué error notable para un juez: el nombre designa correctamente lo que es, y no hay nada en el texto que indique la posibilidad de acción judicial posterior. Lo que no está en el tratado no está en el mundo. Otro hecho llamativo, sobre el cual no se ha oído ninguna explicación, es la inexplicable razón por la cual el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, firmó este texto. A cambio de aceptar que sus funcionarios testimonien ante esta Comisión y autoridades judiciales argentinas, ¿alguien explicó qué gana Irán? Hace casi 18 años que sucedió el atentado, uno de los más grandes actos terroristas antijudíos desde el final de la Segunda Guerra en el mundo. Sin embargo, el régimen iraní convivió con la sospecha sin que pareciera sacarle el sueño. ¿Por qué ahora este afán de purificación? Puede, lector, que mi información limitada me lleve a ignorar cosas obvias. Pero no imagino, ni vi que otros conocieran, la razón de la contrición. El presidente Ahmadinejad, lamentable producto de la historia del último medio siglo de su país, no es un individuo con quien se pueda hacer un acuerdo. Es responsable de una brutal represión interna, de la muerte de muchos de sus compatriotas que objetaron los resultados electorales, es homofóbico y niega la existencia del Holocausto. Es un activista del negacionismo. Organizó en su país congresos “mundiales de expertos” para demostrar la falsedad histórica de la Shoah, la catástrofe humana del siglo XX. En esos congresos estuvieron presentes escritores, actores, políticos de varios países, casi todos ellos con condenas de cárcel en sus países por delitos raciales. En el atentado a la AMIA murieron 85 personas. Eran trabajadores y estudiantes argentinos, chilenos, bolivianos y polacos. Y ahora, el Gobierno nos dice, lector, a usted, a mí y otros muchos, que deberíamos creer que no sólo no se podrá hacer justicia, sino que la verdad sobre las causas de esas muertes será indagada por representantes de un país que desconoce, rechaza y niega la exterminación de seis millones de personas. Creo que cometeríamos un acto de estupidez histórica. Pero si Irán no buscó esto, ¿quién lo hizo? ¿Por qué? En el pasado mes de octubre, la agencia de noticias iraní FARS publicó la siguiente información: “El presidente iraní Mahmud Ahmadinejad dijo que una vez que las investigaciones tuvieran lugar de forma precisa e imparcial, recién entonces se habrá preparado el terreno para la expansión de las relaciones comerciales entre Irán y la Argentina”. Por lo tanto, el señor Ahmadinejad pone (¡él, no los argentinos!) como condición la investigación, y, una vez que quede bien claro todo, nuestro país podrá aumentar sus exportaciones. El negacionista quiere la verdad sobre 85 muertes, la mayoría judía. Parece que, entonces, si nosotros permitimos que se conozca la verdad, tendremos como recompensa un comercio ampliado. Hoy vendemos por valor de 1.200 millones de dólares e importamos por veinte millones. ¿Cuánto más vale la verdad? ¡Qué historia rara, lector! Si el Congreso aprueba este memorando, será tratado y no tendremos vuelta atrás. Por lo menos, tratemos de no comprometernos para siempre con este “hecho histórico”. Que sea, sólo, una de las tantas cosas de este Gobierno, que serán desandadas. No le pongamos a la impunidad el sello de la nación. * Exministro de Relaciones Exteriores y Culto

  3. Ni pista siria ni pista irani. para tener una idea sobre los verdaderos autores les recomiendo mirar el documental "El ejercito secreto de la Otan" http://www.youtube.com/watch?v=N_8O_XY-2BE

  4. Se les viene la noche a los sionis y personeros, por eso patalean como locos y a la desesperada, pero es al bardo, el que se les dio vuelta es el Imperio y este "cambio" inésperado y muy positivo para los genuinos intereses del país del pingüinismo, es su consecuencia y no otra cosa. Dijo ayer el vice Biden (www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/1-62283-2013-02-03.html: ...“La cuestión tiene su importancia en el marco del acuerdo firmado por los cancilleres de Argentina e Irán. Las iniciativas de este tipo se están dando en la escena internacional. ¡Todavía hay tiempo y hay espacio para la diplomacia –redondeó Biden–. A eso le estamos agregando presión. La pelota está en la cancha del gobierno de Irán, y ya ha pasado demasiado tiempo. Tenemos que avanzar hacia las negociaciones de buena fe.”... Más claro echarle agua. La pista siria NO EXISTE. No hubo coches-bomba y los explosivos(todos) estaban en el interior de los edificios. La "pista iraní", de Israel que le fue impuesta a todos "nuestros" débiles "gobiernos", es un disparate completo. La única "pista" que queda en pie a esta altura es LA ISRAELÍ. Vean su desarrollo en: www.taringa.net/comunidades/orden/5722110/Falsificacion-Amia_-la-pista-de-los-3-estados.html . Descartado Irán, lo que la COMISIÓN DE LA VERDAD va a establecer rápida y fácilmenrte, las sospechas van como por un tubo a Israel que fue el instantáneo y falaz acusador. Otro no hay.

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