¿Puede el propio Estado inculparse de una tragedia por sus solas acciones? Pareciera ser que sí, ya que desde la tragedia de Once (hace un año) los actos del gobierno para con este tema, han sido realmente desfavorables en cuanto a su posición.
En primer lugar, los desatinados dichos de numerosos funcionarios inescrupulosos a la hora de analizar la tragedia, que no hicieron más que adjudicarse culpas de manera indirecta, y que dio como resultado la renuncia del entonces ministro de Transporte, Juan Pablo Schiavi, coronado con el discurso de la Presidenta en Rosario, ocho días después de la tragedia, pidiendo a la justicia que encuentre a los responsables en un plazo no mayor a 15 días.
Sin embargo, nunca ha sido invitado familiar alguno de las víctimas en ninguno de los programas de debate alineados con el gobierno, como tampoco se lleva a cabo un análisis o una campaña de las tantas que le dedican a la defensa del modelo en ninguno de las mencionados transmisiones.
Cabe destacar que en los medios de prensa gráficos o radiales que siguen la línea antes mencionada, es muy poca la referencia (si es que la hacen) al seguimiento y análisis de la tragedia de Once, sin mencionar el nulo espacio para las voces de las víctimas de los familiares. Entre las más destacadas se encuentra la Paolo Menghini, el padre de Lucas Menghini Rey, una de las víctimas, y que fuera productor de la TV Pública. Tal vez por ello haya sido el más representativo, debido a sus contactos en los medios, y por haber vivido uno de los episodios más difíciles luego de la tragedia, ya que el cuerpo de su hijo fue hallado dos días después del hecho. Paradójicamente, el trabajar para la TV Pública, no le permitió asistir a ninguno de los programas de debate afines al gobierno, y por el contrario si le han permitido asistir a programas antagónicos al modelo.
Politizar semejante tragedia, no es conveniente para nadie, pero aún así el gobierno ha decidido que no le conviene que se escuchen las voces de los familiares, y lo que éstos tengan para decir.
Hasta el día de la fecha, el gobierno nacional ha intercedido en más de una ocasión para que los familiares no dieran a conocer su pedido de justicia. El hecho de más relevancia, y que ha causado la indignación más grande de los familiares, fue la prohibición a salir con su pedido de justicia a las canchas de todo el país, los pasados fines de semana.
Sin ir más lejos, según le comentó a este periodista uno de los familiares de las víctimas, tenían todo acordado y preparado para entrar a la cancha del Club Boca Juniors, y que desde la dirigencia del club se comunicaron para decir que Fútbol Para Todos (Marcelo Araujo) no iba a permitir que esto sucediera. Claramente, la cúpula oficialista encuentra en los familiares,alguna amenaza que pueda perjudicarlos en su discurso progresista.
Entonces, si el gobierno quiere desprenderse de su responsabilidad echando culpas ridículas a usuarios y maquinistas, y encima trata de callar las voces de aquellos que debieran ser acogidos por el Estado ¿no hace más que atribuirse su parte en la tragedia con estos actos? ¿Por qué esta omisión a un hecho tan aberrante, si el gobierno, en teoría, no tiene nada que ver? ¿Cómo puede ser que el gobierno, que dice estar del lado de los justos, quiera tapar un hecho con el quecasi toda la sociedad se siente identificada?
Son muchas las preguntas a las cuales el propio Paolo Menghini, en el día de hoy, parece haber encontrado una respuesta cuando expresó: "Para el Gobierno la tragedia no existió", y añadió: "Nunca, en ningún anuncio, el Gobierno hizo referencia a la tragedia, ni cuando le sacaron la concesión a Cirigliano, ni cuando se anunciaron inversiones con bombos y platillos". Esto no hace más que marcar, por omisión, que el gobierno se siente responsables del accidente en la estación de Once, el pasado febrero de 2012.
Otros ejemplos vergonzosos, dan muestra de la amenaza que siente el gobierno en los familiares de la tragedia. Paolo denunció también, que en el último fin de semana, en el partido que Deportivo Merlo recibía en su estadio a Sarmiento de Junín, y que televisado por FPT, el elenco local salió a la cancha con una bandera de justicia para los familiares de la tragedia. En ese instante, el director de la transmisión eligió enfocar durante varios minutos el rostro en primer plano del arquero del Deportivo Merlo, en lo que constituyó una burla para los familiares, y un claro miedo al mensaje que estos pudieran dar.
El último de los actos representativos del gobierno, en relación a la censura de este pedido de justicia, también se dio en el día de ayer, pero en la Cámara de Senadores de la Nación. En ocasión de tratar extraordinariamente el memorándum con Irán, el senador Morales (U.C.R.) pidió que se votara un proyecto para homenajear a las víctimas, y luego de leer los nombres de las 51 personas que murieron por el choque del tren, Morales pidió confirmar un homenaje a las víctimas de Once. Allí fue que el jefe del bloque del Frente para la Victoria, Miguel Ángel Pichetto dijo: "Nuestro bloque comparte el deseo de verdad, de justicia, la necesidad de esclarecer hechos. No vamos a romper las formas y las reglas, que impiden incorporar temas como estos"; "esto no es un debate libre, la sesión tiene un único tema y no vamos a romper las formas y reglas", argumentó. "Lo que hizo Morales es un acto de oportunismo", agregó Pichetto. Finalmente, en un acto de la Presidenta este jueves en Tecnópolis, la mandataria pidió que se lleve adelante el homenaje.
Sin embargo, es otra clara muestra de omisión a un hecho que evidentemente perjudica la imagen del gobierno, y que con su actuar no hace más que afirmar que el Estado fue cómplice en las 52 muertes en la estación de Once, hace un año atrás.
Nicolás Cavanna