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Insólita patoteada del “Cuervo” Larroque a periodista de la TV Pública

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PECHERAS DE LA CÁMPORA PARA DONACIONES PARTICULARES
PECHERAS DE LA CÁMPORA PARA DONACIONES PARTICULARES

Mientras que en las redes sociales se comentaba el supuesto robo de alimentos y materiales de la construcción donados anónimamente por la gente a los vecinos de la ciudad de La Plata por parte de un grupo de militantes de La Cámpora, el diputado nacional, Andrés "El cuervo" Larroque tenía otro exabrupto.

 

Todo venía bien en una extensa salida en vivo del noticiero de la Televisión Pública desde la Facultad de Periodismo de la Universidad de la Plata, manejada verticalmente por su decana, Florencia Saintout, cuando apareció en escena el experiodista de Telenoche, Juan Miceli. Larroque expresaba su agradecimiento con funcionarios del gobierno nacional, como Ricardo Etchegaray y Guillermo Moreno, y con gobernadores e intendentes afines al kirchnerismo por brindar "ayuda solidaria" cuando un indignado Miceli se animó a preguntarle: "¿Por qué trabajan con pecheras partidarias con estas donaciones que se han hecho?"

No solo fue triste e indignante la respuesta de Larroque, con un apriete público al periodista Miceli solo por hacer una pregunta, sino que los aportes "falderos" de la co-conductora, Agustina Díaz, y del movilero de la Televisión Pública saliendo a respaldar al entrevistado y no a su compañero, demostraron que la pluralidad de voces es un verso.

“¿Cuál es tu nombre?”, preguntó Larroque quien invitó a Miceli a "ayudar luego del noticiero" por "la pregunta que no aporta mucho" y repreguntó: "¿En qué cambia si le sacamos las pecheras a todos?". La respuesta de Larroque demostró que, para el Gobierno, el Estado son ellos: "La gente sabe a quién le dona, a La Cámpora".

Seguramente, puertas adentro, del noticiero de la Televisión Pública, la discusión fue acalorada entre ambos conductores y la gerencia del noticiero a cargo del murguero y exmovilero de Duro de Domar, Carlitos Figueroa.

 
 

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  1. A ver, gente... no se puede esperar otra cosa. Desde la lógica estatista popular y fascista, desde el ministerio de la Verdad, la cosa no puede ser más clara. El botón es Miceli. De hecho, ¿qué pretende el sr. Miceli en este contexto? ¿Ser tratado de acuerdo a la iniciativa propia o a la obediencia debida de la autoridad? Una noticia como ésta, donde el periodista pregunta de aparente motu propio, cuando ha contribuido en este tiempo que ha presentado noticias sesgadas y tendenciosas sin ningún tapujo, es una desubicación por parte suya. Yo creo que todo esto no debería sorprender a nadie. Mas bien sorprende el destape de Miceli, pero, man, te emplea la Corona. Entonces, nada de solidaridad. Jodete, Miceli. Metido en las barbas de Satanás.. ahora no llores por tu laburo, ni llores porque te van a echar a la calle por disidente y "traidor a la patria". Mas bien es un momento para reflexiones adónde estuviste metido todo este tiempo. Y la pregunta aparentemente "independiente" a Larroque (con las debidas disculpas después, te diría que el tipo se da cuenta de que lo van a hundir), no empaña tanta basura vertida en los últimos años. Yo no repudio la actitud de Larroque. Larroque es un pobre analfabeto intrascendente que tiene la suerte argenta de tomar decisiones y decir estupideces mientras todos acá le estamos pagando el sueldo oneroso que cobra. Yo quiero a Larroque fuera de la banca, que no le pertenece por no ser idoneo y por su asociación ilícita con los estamentos más altos. En otro aspecto, el argumento de Larroque es falso, dado que Cruz Roja y Caritas son ONGs, en tanto que la Cámpora es una OG con fines de lucro. Pero bueno, es discutirle a un seudofilósofo de cuarta una estupidez que no merece ser discutida. En conclusión: Miceli; JODETE. Larroque, SOS LA VERGUENZA EN DOS PATAS.

  2. Catástrofe Criminal Platense y la Responsabilidad de los Científicos Las interpretaciones que han brotado recientemente en distintos programas periodísticos (Castro, Grondona, Morales Solá, Leuco, Lanata, Eliaschev, Majul, etc.) para explicar la catástrofe Platense y la desnudez del estado argentino han girado alrededor de distintas motivaciones económicas, políticas, sociales e ideológicas (Carrió, Iglesias, Lozano, Stolbizer, Pagni, Kovadloff, Aguinis, Fraga, Bergman, Novaro, Cabanchik, etc.). Entre ellos hay quienes han resaltado el oportunismo de políticas que sólo apuntaron a triunfar en las elecciones más próximas, otros han resaltado el corto-placismo de políticas destinadas a lograr el pleno empleo, otros el vuelo de perdiz de quienes privilegian el consumo por sobre el ahorro y la inversión, y otros el escándalo de la corrupción de la clase dirigente. Finalmente, hay quienes han destacado la incidencia que tiene el desinterés por la educación de vastos sectores de la juventud que hoy por hoy, ni estudia ni trabaja. Esas críticas al sistema educativo se centraron en combatir el déficit educacional del nivel primario en menoscabo del debido cuestionamiento a los niveles secundario y superior. Pero pocos o ninguno han puesto el énfasis en el escandaloso estado de la investigación científica y artística argentina. No se ha escuchado en esta larga década que los políticos opositores o los analistas políticos en los medios masivos se hayan volcado al estudio del aparato burocrático destinado a la investigación científica y artística en las distintas esferas del conocimiento. Pareciera como que a los analistas de los medios masivos y a los políticos oficialistas u opositores les importa poco como se distribuyen los fondos oficiales para la investigación científica y la producción y exhibición artísticas. A los medios masivos les interesa más luchar por la pauta publicitaria oficial que debatir acerca de como se debe tratar dicha investigación. Hoy, con las sucesivas tragedias de Cromagnon, Once y La Plata, la prensa y la burocracia recién toman conciencia de la relevancia que tiene la infraestructura física para la supervivencia, seguridad y felicidad de la población, y que por ende la culpa en esta última tragedia no la tiene el clima o la tormentosa nube (cumulonimbus) sino el criminal tratamiento que los gobiernos y los empresarios hacen del suelo, del espacio geográfico y de la cuenca hídrica. Así como el pueblo viene observando la inescrupulosa manipulación política que el gobierno practica del auxilio a las víctimas, también ha comprobado en carne propia la endeblez trágica de dicha infraestructura. El Servicio Meteorológico Nacional está en peores condiciones que cuando Sarmiento lo administró allá por 1874, pues carece de suficientes radares y estaciones recuperadoras de información climatológica (ver Canziani). La red ferroviaria se encuentra abandonada y gravemente obsoleta. La re-socialización de excarcelados yace en la orfandad más absoluta y peligrosa. La urbanización de pueblos y ciudades carece de planificación territorial y viene ignorando la amenaza medioambiental que significa la insuficiencia y desactualización de las redes pluviales y cloacales, así como la irresponsable diagramación de terraplenes y autopistas, verdaderos diques o muros de contención en los que escasean los canales aliviadores para el caso frecuente de inundaciones o diluvios. Si a todas estas miserias puntuales de la infraestructura del estado le sumamos la responsabilidad de la intelectualidad, es decir el amordazamiento de su elite científica y artística por el temor que cunde cuando se reprime a quienes denuncian la corrupción en sus filas, el cuadro vigente se vuelve notoriamente más escandaloso. Vaya como botón de muestra, y en contraste con el tratamiento del resto del gabinete, la condescendencia con que los analistas de los medios masivos se refieren a los ministros del ramo (vgr.: Barañao y Coscia). Y si a ello también le agregamos la complicidad del Poder Judicial (cámara federal penal de por medio) en el silenciamiento y archivo de las denuncias interpuestas ese cuadro escandaloso se torna peligrosamente criminal y suicida (ver Obsecuencia de los Jueces al poder político en Argentina). En efecto, la amenaza de disolución se cierne sobre cualquier sociedad cuando su elite intelectual y artística, con o sin la complicidad de la dirigencia política, periodística y judicial, le oculta al pueblo la verdad de las falencias estatales o fracasa en anticiparle contingencias catastróficas o en minimizarle los factores de riesgo de índole política, cultural, social o natural. En ese sentido no se descarta que hayan existido o puedan llegar a existir fracasos de los responsables en la predicción, prevención, mitigación, alerta y socorro de desastres urbano-edilicios, socio-delincuenciales, climático-ambientales, geológico-sísmicos o biológico-médicos (ver el caso precedente de la Crotoxina). En todos estos tristes casos, las administraciones de los subsidios por parte de las oficinas respectivas (ANPCYT e INCAA) han venido operando como verdaderos sobornos para silenciar el vaciamiento y desactualización de la infraestructura artística, científica y técnica del país (bibliotecas; laboratorios; archivos; bases de datos; centros de documentación satelital, estadística, geodésica, catastral y cartográfica; y observatorios meteorológicos, sismológicos, geofísicos y epidemiológicos). Pero la enigmática indiferencia de estos políticos y de estos analistas de los medios masivos se blanquea cuando se descubre que entre los sobornados se encuentran algunos de ellos mismos así como sus propios asesores, colegas, parientes y socios; con lo cual su previa indiferencia se ha tornado ahora en un encubrimiento doloso y en algunos casos paradigmáticos en una abierta complicidad. Las derivaciones morales de este silenciamiento en el seno de la comunidad científica y artística nacional tienen secuelas cancerígenas. Cuando una sociedad pierde la voz y el espíritu críticos de quienes se supone que poseen una responsabilidad intelectual mayor, el horizonte ético agoniza, el conocimiento se oxida y la esperanza del pueblo se extingue. Eduardo R. Saguier Historiador-CONICET http://www..er-saguier.org email: saguiere@ssdnet.com.ar cel.: 1533573721

  3. ADULACIÓN DE SANTIAGO KOVADLOFF AL MINISTRO LINO BARAÑAO EN EL PROGRAMA TELEVISIVO DE ALFREDO LEUCO—PIDO DERECHO A REPLICA Por Eduardo R. Saguier http://www.er-saguier.org En el ambiente político periodístico se registra desde hace un largo tiempo un estado de silencio cómplice con el drama reinante en los espacios académicos. Ninguna autoridad política partidaria ni periodista de investigación ha afrontado indagación alguna sobre el estado de la investigación científica del país. Ninguno de ellos se atrevió a destapar la Caja de Pandora de los organismos de ciencia a los efectos de recabar información acerca de la salud física, moral e intelectual de la comunidad científica argentina. Como es harto sabido, entre las condiciones determinantes para el despegue de una sociedad moderna, la salud moral es el capital simbólico más valioso de una comunidad académica. Por salud moral se entiende la presencia activa de un conjunto de valores y de comportamientos, virtuosos y ejemplares, individuales y grupales, que fomenten el más amplio despliegue de las libertades de pensamiento, conciencia e investigación, pilares fundamentales para garantizar la excelencia de la creatividad científica. Paradójicamente, en este tema tabú, tan vital para el desarrollo cultural, los políticos opositores y los periodistas críticos nada han expresado ni denunciado (de eso no se habla), a pesar de existir serios elementos que prueban la gravedad institucional del caso, entre ellos el fantasmal clima de miedo y persecución existentes (por el rechazo de Informes, negación de promociones, ninguneo en las publicaciones, etc.), cuyas evidencias adjuntamos en los respectivos vínculos o links electrónicos. Por el contrario, algunos periodistas filósofos como Santiago Kovadloff, en forma desembozada y a pesar de su retórica de alambique, aduló sin eufemismos la gestión del Ministro Lino Barañao, el martes 15 de abril del corriente año, en el programa televisivo de Alfredo Leuco “Le Doy mi Palabra”, http://www.youtube.com/watch?v=uKDZISwutZ8 Más aún, el periodista Leuco quedó encandilado por la hojarasca verbal y aplaudió con vehemencia los sospechosos y laudatorios juicios de Kovadloff, sin emitir objeción alguna que pudiera alumbrar, con sobriedad republicana, la agenda oculta de un potencial y encubierto continuismo. Pareciera ser que ambos, Kovadloff y Leuco, están embarcados en una suerte de operación periodística (inserción de un chivo o publicidad encubierta) para avalar la perpetuidad de una política científica, pretendiendo para ello ignorar que Barañao antes de ser Ministro fue el responsable de malversar y distribuir dolosamente 1240 millones de dólares procedentes de un préstamo del BID, cuando estuvo al frente de la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Nación (SECYT) entre 2003 y 2007. http://www.lapoliticaonline.com/nota/36974/ Dicha distribución fraudulenta --en menoscabo de la infraestructura científica del país (bibliotecas, laboratorios, museos, archivos, centros de documentación y escaneo, etc.)-- fue practicada por los Coordinadores de Comisiones, elegidos por el Directorio de la Agencia Nacional para la Producción Científico-Tecnológica (ANPCYT), en beneficio directo y simultáneo de sus propios y personales proyectos de investigación. Por otro lado, este medio centenar de desleales funcionarios, identificados con nombre y apellido, han venido manipulando en connivencia con las autoridades del CONICET y otros organismos científicos toda suerte de canonjías, léase subsidios, premios, becas, viáticos, licencias, avales, dirección de becarios, autorizaciones de asesorías y consultorías y promociones escalafonarias; así como convalidando conexiones privilegiadas con editoriales públicas y privadas y turbios manejos con las patentes de invención ligadas con los laboratorios. Estas prácticas han sembrado en lo que resta de la comunidad científica un temor y un vasallaje indignos de una ciencia argentina que presume de democrática. Los mecanismos de constitución y selección de dichas comisiones y la distribución fraudulenta de los subsidios de investigación fueron denunciados en sede judicial y el expediente correspondiente fue archivado por el Juez Federal Marcelo Martínez de Georgi apenas se produjo el triunfo electoral de Cristina Fernández de Kirchner (octubre de 2011). En su sentencia el Juez admitió un solo testigo, que a la postre resultó ser falso (el testigo Lic. Carlos E. A. Cassanello es un jerarca del FONCYT, perteneciente al organismo imputado ANPCYT, y cuyo parentesco con el Juez Federal Sebastián Casanello desconozco). La sentencia fue confirmada a fines de ese mismo año por la Sala II de la Cámara Federal Penal (Martín Irurzun, Horacio Cattani y Eduardo Farah) http://www.ellibrepensador.com/2012/08/03/argentina-obsecuencia-de-los-jueces-al-poder-politico/ En la constitución de esas comisiones han prevalecido prácticas y coartadas preñadas de endogamia, nepotismo, reciprocidad clientelar, y otros vicios aciagos como el encubrimiento, la extorsión y el soborno, este último para encubrir la venta venal de las patentes de semillas transgénicas, operación practicada por el Directorio del CONICET, denunciada ante el Juzgado de María Romilda Servini de Cubría, y que por cierto también fue archivada. http://argentina.indymedia.org/news/2010/10/753082.php Practicando un colaboracionismo político tan grave como el de las dictaduras de Ongania y Videla, estos miembros de comisiones asesoras, carentes de autonomía e independencia académica, han hundido a la población científica en la obsecuencia más humillante. Han logrado que todos callen y que nadie se atreva a alzar su voz crítica. De ese modo amenazante y ultrajante, en lugar de generar una comunidad científica poseedora de una dimensión moral y ciudadana han consagrado una grey macdonaldizada, es decir burocratizada, silenciada y atemorizada, que ha favorecido a una minoría de investigadores inescrupulosos y a intereses económicos como el de las multinacionales agro-químicas, extendiéndose el daño moral consiguiente como si fuera una nube tóxica, que se derrama por todos los andariveles de la docencia hasta la misma escuela primaria. http://www.er-saguier.org/articulos_ampliacion.php?id=12 En conclusión, el periodismo y los políticos argentinos, y en particular los periodistas Kovadloff y Leuco, nos adeudan una profunda autocrítica sobre su actuación en lo que hace al desarrollo de la investigación y la docencia; y entre sus obligaciones como periodistas independientes deberían otorgarnos el derecho a réplica; y exigir una CONADEP de la corrupción que incorpore la protección de los derechos de la comunidad científica y educativa y no bendecir la impunidad de los funcionarios corruptos (como ocurrió con el continuismo de Cavallo en la Alianza). Para ello, dicha CONADEP debería incluir la inmediata reapertura de los casos de marras desarchivando las actuaciones judiciales mencionadas. El activo consentimiento del desempeño del Ministro Barañao por parte de los periodistas Kovadloff y Leuco me eximen de mayor prueba, y enciende la alarma por el presente y futuro de la creatividad científica, la libertad de pensamiento y el contenido académico de la docencia argentina. Eduardo R. Saguier Museo Roca-CONICET http://www.er-saguier.org

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