"Rompe reglas, piensa distinto, hazte preguntas por más insólitas que sean". Lo dijo un prominente físico y sirve no solo para la ciencia sino que es aplicable para cualquier actividad.
Una expresión que se repite como loro barranquero en ámbitos de la justicia es: lo que no figura en el expediente, no existe. Es cierto a los fines de un fallo judicial, pero que algo no figure en el expediente y sí fuera de él, puede ser veraz aunque no tenga valor probatorio ni sirva para un proceso.
¿Registrás qué son los llamados Evangelios Apócrifos? Son libros que describen la vida de Jesús y no fueron aceptados por quienes confeccionaron La Biblia tal como la conocemos hoy. Con sólo cuatro descripciones de la historia de Jesús (los escritos por los santos Mateos, Marcos, Lucas y Juan), pero no significa que el resto de los libros llamados apócrifos sean mentirosos ni mendaces.
No son parte oficial de La Biblia, pero sí historia de la vida de Jesús que fueron dejados de lados por los teólogos del Vaticano.
La pregunta para la persona que llamamos a las 4 de la mañana e hizo que se acuerde mal de nuestra progenitora fue: ¿"Puede ser truchada una cámara de seguridad para que un individuo aparezca en un lugar, un día y una fecha en la que no estuvo allí?
La respuesta fue que no se puede tocar la cinta original, pero sí reconstruir la escena y subtitularla –día y hora- con lo que quiera el operador informático. Teoría conspirativa si la hay, pero no imposible. Yo puedo grabar mañana caminando por Florida y ponerle fecha sobre impresa de una semana atrás. Desde ya que algo así hacen los ladrones informáticos con las tarjetas de crédito, te roban tu data desde un posnet y te aparecen en tu resumen compras y gastos que jamás realizaste.
Hubo al menos un caso conocido en Europa de alguien que reconstruyó una cinta de una cámara de seguridad con ese método.
Lo que fue casi ciencia ficción en aquella película que a Sandra Bullok le modificaban su historia virtual, hoy está al alcance de cualquier hacker con algo de conocimiento sobre base de datos y otras argucias.
Sergio Opatowski es merecedor de aquella sentencia: "No aclares que oscurece".
El hombre que defiende al imputado por el crimen de su hijastra, el hombre que nunca pierde la compostura frente al horrendo asesinato, monta en cólera mal y se quiere trompear cuando un transeúnte le grita algo impropio frente a una masa de cronistas en la puerta de Ravignani.
¿Cuál es el verdadero "yo" del padrastro? ¿El de la persona que acepta una barbaridad como parte de la vida, o el pendenciero que sale a querer hacer justicia frente a un tarado que le grita en la vereda?
Para truchar o rehacer una cinta que lo ponga fuera de la escena del crimen (que tampoco se sabe con precisión a qué hora fue), el padrastro tendría que tener una cobertura política muy fuerte, algo que se dice entre bambalinas pero nadie puede probar.
Pero daría sustento a ese rumor que algunos escuchamos: ¿El hombre organiza en realidad excursiones de pesca, o esa coartada sirve para observar movimientos extraños —presuntas maniobras de narcotráfico en ciertas zonas del delta—, mientras un grupo de avezados comandos antidrogas la van de simples pescadores?
A poco de producirse el asesinato de Ángeles Rawson, alguien —no se nos dijo quién—, pero desde la más alta esfera del Gobierno, le advirtió a Sergio Berni que no apareciera en escena para nada.
Su genio es más fuerte y al final algunas pinceladas de SuperBerni aparecieron en el lugar, aunque sea para reconocer que el Gobierno se hizo cargo del velorio de la piba asesinada.
Otro dato que no se puede pasar por alto. No sabemos si figura en el expediente, pero un investigador que habló con Franklin, el padre biológico de Ángeles, afirma que el hombre dijo que la nena le había contado de un dicho o propuesta indecente que Sergio Opatowski le hizo en una ocasión.
Franklin quiso denunciar ese hecho a la justicia pero la colegiala lo frenó y le dijo que primero lo quería hablar con su mamá. No le dieron tiempo para hacerlo.
Sin embargo, el padrastro dice tener una excelente relación con Franklin Rawson, y comunicación permanente, algo que el padre biológico no reconoce como cierto. Alguien miente, y sabes cuál de los dos no dice la verdad.
El padrastro debía saber cómo lo sabían todos en el edificio y el barrio, que Jorge Mangeri solía arrojar cosas al piso frente al paso de jovencitas, para mirarles todo lo que pudiese por debajo de las polleras de las estudiantes.
Ese portero al que define como "tipo bárbaro y tranquilo" sólo lo puede denominar así quien tiene cosas en común y quizás le parezca normal o una simple picardía lo que en el fondo no es más que un gesto asqueroso y deleznable.
Cortamos la comunicación después de escuchar un "no me jodás más a esta hora", pero al menos ya sabemos que una persona con vínculos fuertes con alguna entidad que detente mucho poder, puede reconstruir la cinta de una cámara de seguridad y estar apareciendo en un lugar donde nunca estuvo.