El 22 de noviembre de 2013, se cumple cincuenta años del asesinato del 35 presidente de EEUU, John Fitzgerald Kennedy (JFK). Un sinnúmero de conjeturas se han tejido hasta el presente. Investigaciones; libros; films (ver: Parkland). Pero poco se habla del “legado” que dejó el presidente más joven de la historia de la Unión. Es un planteo dinámico, a no quedarnos inmóviles ante las balas de la sinrazón.

 El revisionismo histórico, nos llama a conocerlo por sus ideas, y no por el luctuoso magnicidio. Hay mucho más de aquel mítico “primer presidente católico y el más joven líder de la Casa Blanca (43 años)”. Decididamente hay que cooptarlo de ese sitial, o lo volveremos a inhumar.

 Reduccionismo mediante, plantearé algunas de sus ideas –fuerzas, que marcaron los años posteriores de la política doméstica e internacional de Estados Unidos:

-Continuador de la obra de Lincoln: mediante la integración social de las minorías étnicas. JFK había ganado la Presidencia por un margen muy pequeño. Así, encomendó a Robert Kennedy (su hermano), como fiscal general para reafirmar los derechos de los negros. La legislación por los derechos civiles de 1964 (bajo la presidencia de Lyndon B. Johnson, 1963-69), fue obra suya. “Lo hice porque era lo correcto”, le gustaba sentenciar.

-Kennedy y la ilusión por la política: en el corto tiempo que gobernó (dos años y medio), imprimió una “idealización del poder como transformador social”, que fascina hasta hoy. Es la esperanza que la política puede ser mejor. La fórmula “Kennedy-sueño americano”, un romance que perdura. Esa lucha por la superación —típica del espíritu sajón— inspiró la conquista a la Luna (1969). ¡También era su sueño! Para sus aspiraciones de desarrollo “terrestre y galáctico,” puso en marcha un fuerte incremento del PBI, en ciencia y tecnología y educación. La educación fue una obsesión para el rubio y elegante hombre de la Casa Blanca.

-Kennedy y su llamado al servicio público: La definición conceptual de la “praxis kennediana” —signo de la deontología JFK—, es su convocatoria al servicio público. En 1961, en acto de su asunción, exclamó: “no preguntes lo que puede hacer tu país por ti; pregunta lo que tú puedes hacer por tu país". El concepto de autosuperación, sigue enamorando a los norteamericanos. Dicha filosofía política, fue la inspiradora de “Los Cuerpos de Paz” (1961), red de voluntarios que viajan con proyectos de integración en educación, salud y medio ambiente.

-JFK y su política exterior: transformó “la línea dura anticomunista”, en una de intereses mútuos de paz duradera y colaboración tecnológica. Exhortó a la URSS a trabajar en la era espacial. “Exploremos juntos las estrellas”, solía decir. El Proyecto Apolo, contemplaba este sueño.

-JFK y su política antiimperialista: una arista poco conocida del líder americano, fue su marcada crítica a posiciones colonialistas. Primero contra el Reino Unido, luego con Francia (por Argelia), y África. Su libro Perfiles de Coraje, (del entonces senador Kennedy, 1955) —premio Pulitzer—, fue su declaración de independencia del tándem Londres-Wall Street.

-JFK y sus embajadores: por primera vez, se enviaron embajadores a todo el mundo subdesarrollado, con la consigna: “Ud. y no la CIA, estará a cargo de la misión en el país donde está acreditado”. Sabemos lo que sucedió luego con la CIA y el FBI, como pagó a su Presidente…

 En conclusión: John Fitzgerald Kennedy elaboró una metodología de iniciación histórica. De avanzada para su época. Intentó instalar /como hoy Obama/, un sistema de salud que contemple a los más necesitados, que también fue rechazado por el Congreso. Sin el legado de JFK, no habría hoy un Barack Obama.

“La grandeza de un hombre está en relación directa a la evidencia de su fuerza moral” (John Fitzgerald Kennedy, 1917 - Massachusetts, 1963 - Dallas, Texas)

Gustavo Contarelli

Bibliografía:

- Robert Dalleck “J.F.Kennedy, una vida inacabada” – Peter Collier y David Horowitz: “Los Kennedy” – Teodore Sorensen: “Kennedy”.

Depositario de su legado 

El legado de un sueño