Aquí no interesa si se salva o no el Gobierno. Lo que si nos debe ocupar y preocupar es qué pasará con el país.
Personalmente no creo que el dólar se escape por una avalancha de compras, mi temor está centrado en la inflación que se avecina y de no buscar la solución real, que es dejar de imprimir pesos.
Les recomiendo ver el video que dejo al final de esta columna y analizar lo que pasará en el mundo con los dólares.
Hoy ya el Poder con su mirada al Nuevo Orden Mundial va a ir en dirección a otra moneda, que no será precisamente el dólar. Una prueba de que lo están haciendo es el Bitcoin y sus posibles derivaciones de aceptación o rechazo.
Los dirigentes políticos económicos y financieros, no pueden dejar que una moneda, que ha sido impresa en demasía y se encuentra demasiado difundida en todo el Universo, sea el patrón mundial del intercambio, sobre todo que se asocia al dólar con EEUU, aunque esto es la mentira más grande que la gente no esclarecida, la cree a pie juntillas.
El dólar pertenece a la Reserva Federal, un grupo de bancos y banqueros que tomaron con religiosidad esto de: “Denme la impresión del dinero y no me importa quién haga las leyes”. palabras pronunciadas por Barón Roschildt por los 1.700.
A pesar de que tengamos presente la mentira de “el que apuesta al dólar pierde” del inefable Sigaut, yo no compraría un solo dólar, como herramienta de atesoramiento, ya en el final del 2006, escribí esto.
Y hoy está más vigente que nunca, tomen nota.
Walter A. Gazza
tarjelecint@gmail.com