Cristina Kirchner encabezó en el Salón de las Mujeres del Bicentenario un acto en el que se anunciaron medidas para incentivar la actividad económica. Estas iniciativas implican instrumentos para reactivar la actividad fabril, a través de créditos para la renovación de unidades de colectivos.
Por cadena nacional, la jefa de Estado anunció el lanzamiento del Plan ProEmplear que busca optimizar "los instrumentos para proteger los puestos de trabajo y promoverlos”.
Por este programa, el Estado se compromete a aportar 2.700 pesos del convenio colectivo de trabajo durante seis, nueve o 12 meses para la incorporación de nuevos empleados en las empresas, "de manera de incentivar a los jóvenes a estudiar y capacitarse, y a los empresarios" a incorporar personal.
El fondeo de este plan para "sostener, promover y proteger el empleo y lograr la inserción laboral de nuestros jóvenes" alcanzará los 3.034 millones de pesos.
"Hay que vender (al exterior) o consumir. El que cree que va a ganar ahorrando dólares, es probable que en el mediano plazo lo termine perdiendo. Es el consumo interno el que nos salvó en los años 2010 y 2011", indicó la jefa de Estado, al tiempo que relanzó los Cedines, títulos que ya demostraron haber fracasado cuando se “inauguraron” en 2013.
Allí, reconoció que el gasto público del Estado creció un 48% en el primer semestre. Esto significa que, en seis meses, el kirchnerismo elevó casi en un 50% el expendio estatal, obviamente a través de la mayor emisión dineraria. Esto, de más está decirlo, provoca a su vez que la inflación se dispare.
“El gasto público excesivo termina en déficit, y éste en default”, aseveró hace instantes el tuitero Alejo MB. Y aportó un gráfico con la evidencia fáctica: