Este jueves, Zulema Yoma, asistida por su letrado patrocinante Juan Gabriel Labaké, presentará una denuncia ante el Consejo de la Magistratura por mal desempeño en sus deberes y funciones contra Carlos Villafuerte Ruzo, juez a cargo del Juzgado Federal Nº 2 de San Nicolás, provincia de Buenos Aires, donde tramita la causa abierta por la muerte de su hijo Carlos Saúl Menem (h).

Según el escrito, que consta de 12 carillas: “Dicha denuncia se sustenta en lo previsto en los arts. 114 inc. 5, y 115 de la CN, así como en el art. 14 de la Ley 24.937 (modificada por las leyes 24939, 25669, 25867 y 26080) en su inciso 5 (Incumplimiento reiterado de las normas procesales y reglamentarias), y en el art. 25 de dicha norma, incisos 2 (Incumplimiento reiterado de la Constitución Nacional, normas legales o reglamentarias) y 4 (Realización de actos de manifiesta arbitrariedad en el ejercicio de sus funciones)”.

Como fundamentos, la denuncia menciona, entre otros, los siguientes:

El Dr. Villafuerte Ruzo, bajo las apariencias de investigar si se trató de un atentado, siempre se orientó, en la práctica, hacia la negación de tal hipótesis. Así, y como ya dije y demostré:

a. En 1997, solicitó a la Gendarmería la citada pericia sobre los pocos restos del helicóptero que habían permanecido en un depósito privado pero, al conocer que sus resultados demostraban inequívocamente que se trataba de un atentado, la desechó, incurriendo en la conducta maliciosa de “aducir su propia torpeza”.

b. Desechó la pericia del Lic. Prueger de 1998, argumentando que era un estudio privado, pero no dispuso que se hiciera en forma oficial, como era su ineludible obligación legal.

c. Acusó al Lic. Prueger de haber usado un método no científico y poco serio, pero pocos meses después el mismo juez ordenó usar ese método en el caso de la llamada “masacre de Ramallo”.

d. Indicó a los peritos oficiales del CONICET trabajar sólo sobre 5 puntos de pericia, lo que acotó sensiblemente el campo de estudio pericial, “olvidando”, por motivos que el juez aún no ha aclarado, el envío de los otros 18 puntos que, ante mi insistencia, se vio forzado a solicitar a la Gendarmería Aerocomercial de Francia.

Continúa diciendo la Sra. Yoma:

Estos cuatro ejemplos, que no son los únicos, demuestran que el verdadero objeto de la pesquisa realizada por el Dr. Villafuerte Ruzo ha sido, en realidad, ocultar que la muerte de mi hijo se debió a un atentado.

Esa conclusión se ve ratificada al comprobar con cuánto empecinamiento el juez insiste en no cambiar la carátula y con cuánta malicia tergiversa el informe y la actuación de los peritos de mi parte.

A ello agrega Yoma la forma maliciosa con que redactaron su informe los peritos oficiales, sin ser sancionados, ni siquiera observados por el Dr. Villafuerte Ruzo. Finaliza su denuncia la Sra. Yoma afirmando que:

El juez debe cambiar la carátula, no porque ella sea o no procesalmente fundamental, sino porque la actual carátula es falsa y calumniosa.

Y ése es el agravio de mi parte porque, mientras la carátula siga indicando “muerte por accidente”, el juez deja en pie su grave y descalificadora acusación de que Carlos Menem (h) murió por conducir irresponsablemente su helicóptero (llegó a insinuar, en su sentencia de 1998, que iba “persiguiendo a una damita que viajaba en un auto Fiat”). Ello es una calumnia grave, y manifiesta a esta altura de la instrucción, que ofende el buen nombre y honor de mi hijo y, por ello, me produce gravamen que será irreparable mientras se mantenga esa falsa carátula.