El peritaje del helicóptero de Menem Junior, demoró más de lo previsto. Iba a estar culminado a principios de agosto, pero culminó hace apenas unos días. Juan Gabriel Labaké fue quien primero presentó severas sospechas al respecto: “Es raro que demore tanto”, dijo a quien escribe estas líneas en una entrevista radial.
Pero primero lo primero: el hijo de Carlos Menem murió el 15 de marzo de 1995 cuando cayó la aeronave que lo transportaba junto a Silvio Oltra, a la altura del Km 211,5 de la ruta 9.
El juez de la causa, Carlos Villafuerte Ruzo, siempre hizo lo posible por poner foco en todo aquello que encaminara la investigación hacia la hipótesis del accidente, descartando cualquier elemento que pudiera referir un posible atentado.
Hay 15 testigos muertos —todos vinculados a la pista “no accidental”—, indicios concretos y dos peritajes concluyentes que merecían ser tenidos en cuenta. Pero Villafuerte siempre fue permeable a las presiones políticas que le sugirieron hacer caso omiso a esos elementos.
En ese contexto, pasaron casi 20 años sin que el expediente hiciera grandes avances. Tuvo que intervenir la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que todos se percataran de que la instrucción de la causa judicial era un desastre.
En esta nueva etapa, aparece un Carlos Menem arrepentido de haber sugerido que su hijo murió en un accidente. “Fue un atentado, a mi hijo lo mataron”, asegura en estos días.
En ese contexto, se ordenó realizar un nuevo estudio científico sobre los restos del helicóptero, con dos peritos oficiales y dos de parte. Uno de ellos, Enrique Prueguer —incuestionable por su honestidad— dijo a este cronista, luego de analizar lo que queda de la aeronave: “No tengo dudas, fue un doble homicidio calificado”.
El resultado final de ese mismo estudio es revelador, porque avala la posición de Zulema Yoma respecto de la posición del eventual atentado. Dice el abogado Labaké respecto al peritaje:
-Ratifica el ángulo de entrada que muestran algunos orificios, especialmente los marcados en el diagrama del helicóptero que incorporaron a su informe dichos peritos.
-Confirma que los cinco orificios detectados en la microscopía, y que Gendarmería ya demostró – y VS aprobó en su sentencia de 1998- que fueron producidos por balas o proyectiles balísticos, los recibió la aeronave cuando estaba en vuelo.
-La digitalización correspondiente a los 5 disparos confirmados demuestra que esos disparos siguieron una trayectoria ascendente, fenómeno reconocido, reitero, por el informe de los peritos oficiales. Al respecto, remarco que los propios peritos oficiales han ratificado que, de esos 5 orificios, hay 2 que demuestran ser producto del impacto de una esquirla con trayectoria ascendente y en ángulo de entre 10 y 30 grados.
-Además, los peritos oficiales, en su informe, confirman que las fotos del cobertor del hidráulico que fueron tomadas por la Gendarmería se corresponden con las fotos obtenidas por la Fuerza Aérea. Vale la pena insistir en que ese estudio comparativo de imágenes era el único e ineludible objeto de esta pericia, tal como lo reconocen aún los peritos oficiales en el título de su informe.
No obstante la relevancia de las conclusiones del peritaje oficial, existen ciertas irregularidades y un “inocultable temor que invadía a los peritos oficiales”, según Labaké.
El abogado —a quien debe reconocerse la extrema mesura a la hora de hablar de este expediente— asegura que el informe “está plagado de elucubraciones semánticas con las que pretenden obtener sus peregrinas deducciones, y que no hacen más que transformar una cuestión cristalina (la identidad existente entre las imágenes tomadas por la Fuerza Aérea y las obtenidas por la Gendarmería, objeto único de la pericia encargada por VS) en un galimatías insufrible”.
En buen romance, el peritaje de marras intenta quedar bien con dios y con el diablo. Reconoce los orificios de bala, pero deja abierta la posibilidad de que esto sea refutado por la Justicia. La interpretación que deja a la luz es demasiado amplia.
¿Qué hará Villafuerte Ruzzo al respecto, ampliará ese mismo estudio o volverá a recostarse en la comodidad del poco creíble “accidente”?
Pase lo que pase, Zulema Yoma ya ha decidido qué es lo que hará: solicitará el cambio de carátula de la investigación de "muerte en accidente" a "doble homicidio agravado" y que este delito sea considerado como acto de terrorismo y delito de lesa humanidad para que sea imprescriptible.
Es la última carta que le queda a la madre de Menem Junior en un país donde Francisco de Quevedo debería ser revindicado por su célebre frase: "Donde hay poca justicia es un peligro tener razón".
Estimado Christian: voy a preguntar algo incorrecto. Si la causa cambia de caratula y la cosa va en serio, no sería el ex presidente riojano cómplice de todo este circo que se armó en torno a la muerte de su propio hijo y del acompañante?
En 1995 cuando sucede el asesinato de Carlitos Menem, VIILAFUERTE RUZO ES EL JUEZ Y LE REFUTA TODO EL TIEMPO A ZULEMA YOMA QUE SE TRATA DE UN ACCIDENTE, POR ORDEN TERMINANTE DE CARLOS MENEM. Pasan 19 años y el mismo payaso Villafuerte Ruzo sigue al frente de este tema, ahora con la hipòtesis de atentado. MORALEJA: COMO PUEDEN VIVIR TRANQUILOS MENEM, NADA MENOS QUE EL PADRE Y VILLAFUERTE RUZO DESPUES DE ENGAÑAR VILMENTE a Zulema Yoma, que siempre sostuvo que fue un atentado???
padilla de asuntos juridicos de inteligencia debe saber mas que nosotros no ? su dni es 25021492 JOSE PADILLA DIRECTOR A.J. SECRETARIA DE INTELIGENCIA !