La seria acusación del fiscal Alberto Nisman contra Cristina Kirchner y Héctor Timerman ofrece finalmente una hipótesis sobre el enigmático acercamiento a Irán, pero también conlleva una dosis de oportunidad en medio de la pulseada judicial del kirchnerismo y del ataque terrorista en Francia.
"Petróleo por granos", es la conclusión a la que llegó el fiscal especial de la causa AMIA, para explicar las razones del memorándum de entendimiento entre la Argentina e Irán y denunciar por encubrimiento a la Presidenta y al canciller.
"Acercarse geopolíticamente a la República Islámica de Irán y restablecer relaciones comerciales plenas de estado a estado para aliviar la severa crisis energética argentina, mediante un intercambio de petróleo por granos", adujo Nisman.
El fiscal expuso que los contactos con la república islámica comenzaron en 2010 y concluyeron con la firma del memorándum a comienzos de 2013.
Si bien la relación comercial creció sostenidamente desde 2007 —porque antes era prácticamente nula—, la Argentina nunca llegó a comprar petróleo desde Irán.
Lo cierto es que el acuerdo por el que los acusados iban a ser indagados en Irán con la participación de una Comisión de la Verdad —integrada por juristas internacionales— significó un giro en el abordaje argentino de la causa AMIA y también modificó sensiblemente sus relaciones exteriores (NA).