La acusación de Alberto Nisman deberán ser investigadas como corresponde y, sin son reales, Cristina Kirchner y sus funcionarios deberán purgar cárcel. Lo merecen en muchos otros hechos de corrupción, al menos.
Sin embargo, en esta oportunidad no parece descabellado recordar que el fiscal tiene lazos muy fuertes con agentes de la ex SIDE y con la Embajada de Estados Unidos.
Si no se entiende ese contexto, es imposible entender por qué Nisman demoró tanto en hacer las denuncias que hizo ayer.
Las pruebas de sus relaciones con EEUU aparecieron en su momento en los cables de Wikileaks, donde se demostraba que ese país lo orientaba en la investigación del atentado a la AMIA.
En esos documentos, quedó al descubierto que el fiscal visitó asiduamente la embajada de ese país en la Argentina para discutir con diplomáticos norteamericanos la orientación de la investigación del mismo.
“Los oficiales (norteamericanos) de nuestra Oficina Legal le han recomendado al fiscal Alberto Nisman que se concentre en los que perpetraron el atentado y no en quienes desviaron la investigación”, señaló un cable del 22 de mayo de 2008, revelado por Wikileaks.
Por entonces, la embajada de Estados Unidos estaba molesta por la decisión del fiscal de pedir el procesamiento del ex presidente Carlos Menem, el ex juez federal Juan José Galeano, el ex jefe de la SIDE Hugo Anzorreguy, el ex comisario Jorge “Fino” Palacios y el ex titular de la DAIA Rubén Beraja, entre otros.
Según el cable, “Nisman nuevamente se disculpó (por no haber avisado a la embajada previamente su decisión) y se ofreció a sentarse con el Embajador (Earl Anthony Wayne) para discutir los próximos pasos”.
“Los detalles de los cargos criminales contra Menem y los otros sospechosos fueron una sorpresa (…) que hasta ahora tenía una relación excelente y fluida con Nisman”, detalló la Embajada.
De esta manera, otro cable, fechado cinco días después, el 27 de mayo, aseguró que “Alberto Nisman llamó al embajador el 23 de mayo para pedir disculpas por no dar el preaviso” y que “no creía que la visita de (a la Argentina por esos días del subdirector del FBI, John) Pistole iba a coincidir con su anuncio”.
“Señaló que lo sentía mucho y que aprecia sinceramente a todos la ayuda y el apoyo del gobierno de Estados Unidos y de ninguna manera la intención de socavar eso”, dijo el embajador que le expresó el fiscal federal, según un cable de la embajada de Estados Unidos, firmado por el propio Wayne y develado por Wikileaks.
Por esos días, según afirmó la sede diplomática, el fiscal “quería hacer el anuncio antes del aniversario de julio del ataque y que el momento no tenía la intención de coincidir con la visita de Pistole”.
“El anuncio de Nisman fue impulsado más por la política nacional que nuevos avances significativos en el caso”, detalló la embajada de Estados Unidos, que fue categórica: “Aunque es demasiado pronto para decir qué Nisman eligió para hacer el anuncio hoy, en el pasado que nos ha dicho en privado que él aspira a un juez federal”.
Por su parte, en el cable del 28 de mayo, Wayne afirmó: “Un último dato ofrecido por (el informante de la embajada de Estados Unidos y ex mano derecha del procesado Ruben Beraja, Alfredo) Neuburger (que la Embajada aún no puede confirmar) es que la Argentina Fiscalía General Esteban Righi se retirará pronto y que Alberto Nisman supuestamente es el principal candidato para el puesto”.
“Cuando la oficina de Legales (en verdad, el FBI) le hizo notar a Nisman que su anuncio podía llevar, otra vez, a que el gobierno iraní cuestionase la credibilidad o imparcialidad de la investigación, Nisman dijo que no debería, aunque luego concedió que no había considerado las implicancias que el pedido de detención podría tener en la investigación internacional”, aseguró el cable del 22 de mayo.
Allí aparece un dato revelador: había otra cuestión que también molestaba al embajador y era que los medios consideraban a Kanoore Edul como la punta de la llamada pista siria. Pero esa, es otra historia.