Otra vez Cristina Kirchner presentó su declaración jurada y dejó en claro que sigue creciendo su patrimonio, el declarado, claro.
La primera mandataria declaró bienes por $ 64.629.891 en el ejercicio de 2014, lo cual significa un 16% más que el año anterior. Ello significa que creció su fortuna $ 9.325.097 sólo durante el año pasado.
Lo mismo ocurre con Amado Boudou, cuya fortuna creció un 17% en apenas un año. Eso sin mencionar a Mariano Recalde, el dirigente de La Cámpora más rico, quien tiene $6 millones.
¿Cómo es que los políticos se enriquecen mientras la sociedad se empobrece? ¿Cuál es el secreto de “su éxito”?
Mientras no lo expliquen, uno bien puede presumir que el dinero fue mal habido, producto de sus cargos con sueldos millonarios e infinitas posibilidades de hacer negocios ilegales.
Cuando a Cristina Kirchner le preguntaron cómo hizo su fortuna, en el año 2012, aseguró que fue como “abogada exitosa”. Sin embargo, no existe una sola persona que admita haber sido representada por ella como profesional.
Tampoco se ha inscripto jamás en ningún Colegio Público de Abogados de ningún lugar de la Argentina. ¿Entonces, cómo hizo su dinero?
El caso de Boudou es más complicado: imputado por la Justicia por enriquecimiento ilícito gracias a una investigación de este medio, el vicepresidente jamás podrá explicar cómo logró comprarse autos de alta gama y motos importadas cual si fueran golosinas con un salario del Estado de poco más de 300 mil pesos al año.
La conclusión es simple: pareciera que los políticos llegan al poder, no para ayudar a la gente, sino para salvarse ellos mismos. Está probado que lo logran con gran eficacia.