A través de un comunicado, los Trabajadores de Prensa del Noticiero de Canal 7 se declararon en estado de asamblea permanente.
Según el mismo documento, lo hicieron a efectos de “repudiar, denunciar y poner en conocimiento de la opinión pública el uso político partidario del servicio de noticias de la Televisión Pública y otras graves irregularidades incompatibles con la función del canal estatal y lo que establece la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual”.
El mimo comunicado, dice que en plena campaña electoral, la Gerencia de Noticias, a cargo de Carlos Figueroa y Víctor Taricco, utiliza masiva y descaradamente los espacios de los noticieros públicos para posicionar a los candidatos del Frente para la Victoria en detrimento de los aspirantes a cargos electivos de otros partidos. Y avanza:
Este inadmisible aprovechamiento partidario de los noticieros de la Televisión Pública es parte de la misma lógica por la cual Figueroa, sin dejar el cargo de gerente de noticias, como demandaría la más elemental ética pública, y en la más flagrante incompatibilidad, trabaja de manera paralela y a tiempo prácticamente completo en la campaña del candidato a jefe de gobierno porteño del Frente para la Victoria, Mariano Recalde.
A tal punto que desde hace al menos tres meses, y pese a seguir ostentando el cargo de gerente de noticias y cobrando sueldo como tal, Figueroa prácticamente no concurre diariamente a la redacción, no está al tanto de las coberturas y cuestiones operativas y delega todas las tareas en el subgerente Víctor Taricco, con quien se comunica telefónicamente.
Taricco, como ya venimos advirtiendo públicamente desde 2013, es un oscuro personaje declarado persona no grata por los trabajadores de prensa del noticiero, ha sido denunciado por reiterados acosos laborales a compañeras periodistas, y por intentar desprestigiar a delegados y trabajadores de prensa utilizando información de índole personal y privada para suministrársela a terceros anónimos a través de la web, con métodos propios de un buchón de la SIDE.
El uso partidario del noticiero se evidencia claramente en un seguimiento y análisis de los espacios informativos dedicados a los diversos candidatos realizado por los propios trabajadores de prensa, que demuestra, sobre todo teniendo en cuenta el costo del minuto en televisión y la duración promedio de las notas, el alevoso privilegio concedido a los candidatos oficialistas en detrimento de la oposición.
Por caso, durante toda la campaña por las PASO porteñas, el tiempo total de pantalla dedicado al Frente para la Victoria fue nada menos que de 1 hora 9 minutos, en tanto el PRO obtuvo en el mismo período 8 minutos 50 segundos; ECO, 5 minutos y medio; el Frente de Izquierda 4 minutos 45 segundos y el Frente Renovador, 4 minutos 10 segundos.
Si los tiempos se consideran por candidato y dirigentes de cada partido, Mariano Recalde (FPV) tuvo una dedicación de 35 minutos netos, Carlos Tomada (FPV), 15 minutos, Juan Cabandié (FPV) 8 minutos. En contraste, Gabriela Michetti (PRO) sólo tuvo 8 minutos, Horacio Rodríguez Larreta (PRO), 2 minutos 40 segundos y Martín Lousteau (ECO), también 2 minutos 40.
Hay que tener en cuenta que en este relevamiento se excluyen tanto la propia cobertura del acto eleccionario como las cadenas nacionales, en muchas de las cuales, la presencia de los candidatos del Frente para la Victoria tiene fines de promoción político-partidaria y no está relacionada con actos de gobierno.
Para hacer más repudiable la manipulación y el uso de un medio público en favor del partido gobernante, la Gerencia a cargo de Figueroa y Taricco censuró esta semana la realización y puesta al aire de una entrevista con el candidato del Frente Renovador, Sergio Massa, pautada por la producción del noticiero para el día siguiente del anuncio de que mantendría su aspiración presidencial, lo que justificaba plenamente en términos periodísticos dicha entrevista. No es la primera vez que la Gerencia silencia a candidatos no oficialistas, algo que ya ocurrió con dirigentes del Frente de Izquierda, de la Coalición Cívica, y con diversos representantes sindicales y activistas sociales críticos de las políticas oficiales.
En este contexto, los trabajadores de prensa repudiamos en los términos más enérgicos el uso del servicio público de noticias en favor del partido gobernante, exigimos que los funcionarios respeten lo establecido en la Ley de Medios y los criterios éticos de desempeño imparcial en la función pública, así como demandamos el ejercicio de pluralismo y democracia informativa que corresponde a la Televisión Pública, garantizando pluralidad de voces y opiniones.