Hace unos días, Jorge Mangeri recibió la pena de prisión perpetua por el femicidio de la joven Ángeles Rawson en junio de 2013. Así lo resolvió el Tribunal Oral en lo Criminal N° 9, cuyo veredicto fue anunciado luego de un extenso proceso judicial de cinco meses de duración.
Minutos después de conocido el fallo, la defensa del encargado, encabezada por el abogado Adrián Tenca, anticipó que recurrirá a la Cámara de Casación porteña para apelar el veredicto y si es necesario a la Corte Suprema de la Nación e incluso a tribunales internacionales, al considerar que el portero es "inocente".
Ello conlleva la inevitable pregunta: ¿Cuáles son los elementos que hicieron que el tribunal encontrara a Mangeri culpable? ¿Pudo haber algún atisbo de error en el fallo de marras?
Para responder esas preguntas, hay que tener en cuenta que casi toda la evidencia contra el encargado reposa en el famoso ADN que se encontró debajo de una de las uñas de Ángeles.
En ese contexto, este cronista dialogó con Darío Veretnik (@toxenv en Twitter), uno de los profesionales en "analytica forense" más prestigiosos, quien reside en Israel.
El especialista tuvo la posibilidad de analizar los estudios que hoy están incorporados al expediente y terminó concluyendo con que Mangeri no pudo haber sido el asesino. No al menos basándose en la prueba científica.
-Preséntese, por favor, ¿qué es lo que hace y cómo lo hace?
-Dirijo una oficina de análisis forenses. Sobre todo lo que tiene que ver con los peritajes de un crimen o un hecho delictivo. En general hacemos esos estudios para las defensas, trabajamos mucho con la identificación de víctimas de atentados fundamentalistas, especialmente en África.
-¿Cómo evaluaría el trabajo en el área genética en Argentina?
-En argentina hay un atraso de unos 30 años en temas genéticos, no en la parte instrumental sino en la parte de interpretación. Sobre todo en lo que es el combate de la delincuencia, narcotráfico y terrorismo.
-¿Y cómo evalúa el trabajo que se hizo en caso Ángeles, el trabajo genético?
-Pésimo. Las fallas periciales del caso Ángeles se van a pagar caro en otros casos.
-Usted tuvo una intervención en este caso en el año 2013…
-Sí, yo veía todo a la distancia y me di cuenta de que estaban trabajando mal. Entonces le escribí al juez de la instrucción, Ríos, le transmití mi opinión de que había falencias. Esto fue en noviembre de 2013.
-¿Qué es lo que había visto?
-Cuando mostraron los ADN por TV surgía claramente que no había un “full match”. Era un error básico. Me dije “acá hay un error, no hay compatibilidad y figura otra persona”.
-¿Le respondió el juez?
-No. Le mandé cartas al juez, a la fiscalía, etc, nadie me dio pelota.
-Lo que usted detectó, ¿es algo obvio o complicado de ver?
-Es muy elemental.
-¿Usted basó su trabajo en lo que vio en TV únicamente?
-No, luego de que me contactó el abogado Adrián Tenca revisé toda la documentación e hice tres informes. De hecho, cuando Adrián Tenca hizo una conferencia de prensa yo estuve allí.
-Pero no aceptaron sus conclusiones en el juicio…
-Directamente el tribunal no aceptó que se presenten las conclusiones en el juicio.
-Antes de hablar sobre ello, ¿qué es un ADN?
-Un test de ADN es como un código de barras, cada persona tiene su propio código. Cada persona tiene como si fueran 21 ubicaciones, que son sistemas. Uno de ellos es el que decide si es masculino o femenino. Luego tenés otros 20 sistemas restantes.
En cada uno de los cajones puede haber hasta dos números (alelos), uno lo aporta el papá y el otro la mamá. Si hay un solo número es porque mamá y papá aportaron el mismo número.
-Ahora sí, vamos a lo relevante… ¿cuántos son y de qué tratan los informes?
-Son tres informes, uno está relacionado a la muestra de referencia de Mangeri, otro está relacionado con el dedo índice derecho de Ángeles (M2) y el tercero de consideraciones generales, que es el más importante de todos.
-¿Cuáles son los cuestionamientos?
-Muchos. Hay una parte en el test de ADN, que es la cuestión de procedimientos. Es el aspecto más simple que podes plantear y de interpretación de resultados.
Allí, en la muestra de referencia de Mangeri, donde tendría que haber dos picos, hay un tercero. No puede suceder. O Mangeri tiene una mutación genética en ese sistema específico, lo cual ocurre en poquísimos casos, o es un pico que viene de otro test realizado el mismo día. También puede ocurrir que alguno de los instrumentos estuviera contaminado.
-¿Qué se hace en esos casos? ¿Qué dice el protocolo?
-Hay que repetir el test, nosotros hicimos un nuevo test en EEUU y en el resultado ese tercer pico no figura. Eso demuestra que la primera muestra estuvo contaminada.
-¿Quién es el responsable de lo que ocurrió con esas muestras de ADN?
-De Daniel Corach. Él tenía que informar que aparecía un tercer número y no lo hizo. La verdad es que, de todos los test que hicieron, de lo único que se puede sacar en limpio es el dedo índice derecho de Ángeles.
-¿Entonces?
-Todos los sistemas que analizás tienen que tener coincidencia del sospechoso. Si uno de los sistemas no coincide, no se puede llegar a la conclusión.
-¿Eso qué significa?
-Simple. No puede ser que la composición genética del sospechoso no esté en esa muestra.
-¿Qué otras cosas descubrió?
-Con la muestra M2 surgen muchos problemas, no hay coincidencia con Mangeri en uno de los sistemas. No solo eso, sino que en uno de los sistemas aparece un pico que no pertenece ni a Ángeles ni Mangeri. Cuando ello ocurre es todo un problema.
-¿Por qué?
-Los picos tienen que tener la misma altura, cuando uno de los dos picos es más alto que el otro, significa que debajo del pico más grande hay alguien encubierto. En el 70% de los sistemas de Mangeri en el M2, donde está separado de Ángeles, la relación no es uno a uno. Por lo cual puedo asumir que acá hay otra persona.
-¿Eso qué concluye?
-En ese contexto, directamente tenés que invalidar eso de que Mangeri está en la uña de Ángeles.
-¿En otro país ocurriría eso?
-Te lo digo así: si este mismo caso se discute en EEUU, Mangeri hubiera sido sobreseído. Seguramente no hubiera llegado a juicio siquiera.
-Hay otra cuestión que me llama la atención: ¿Es lógico que solo una uña de Ángeles tenga ADN de Mangeri?
-Es una excelente pregunta, ¿vos me podés decir que Ángeles solo se defendió de Mangeri con uno de los dedos? Yo te hago otra pregunta: ¿Ángeles se defendió de una docena de personas o en la toma de muestra hicieron un desastre?
-No entiendo esto que menciona.
-Cuando comparás con la impureza de los otros dedos, la culpabilidad de Mangeri se diluye. Esto surge del tercer informe, saquemos el M2 y vamos a los otros dedos. Allí tenés dos o tres dedos que te figuran en un sistema cinco o seis números.
Respecto de la famosa uña de Ángeles puedo decir que en esa uña hay hasta siete personas. En cada dedo de la víctima figuran varias personas.
-¿Qué tan complicado es contaminar un ADN?
-¡Es tan simple contaminar una muestra… sobre todo en Argentina! La cadena de custodia debe ser estrictísimo. En Argentina eso no pasa.
-¿Qué otras cosas encontró?
-Canónaco (Enzo, el perito responsable de los cotejos genéticos de esta causa por parte del Cuerpo Médico Forense) presentó un cálculo que era opuesto a lo real sobre el porcentaje de participación femenino y masculino en la muestra M2.
Es algo fácil de determinar, se hace con una calculadora. Entre Corach y Canónaco se pasaron la pelota a la hora de explicar la incongruencia. Todo es raro, hasta lo de la uña en el auto.
-¿Es la famosa uña que se encontró en el auto de la familia de Ángeles?
-Sí, y tiene que ver con un rastro de sangre que se había encontrado en la remera de Ángeles. Es algo que expuso que la madre de esta mintió.
(El examen de ADN cuestionado fue el que la PFA le hizo a la denominada "muestra 7" que era parte de una uña hallada debajo del asiento del auto Chevrolet Celta que manejaban tanto la madre de Ángeles, María Elena "Jimena" Aduriz, como su pareja Sergio Opatowski).
-¿Cómo es eso?
-Se hisoparon las ropas de la víctima, donde se encontró el perfil de un femenino que no aparece en ninguno de los otros tests que se hicieron. Cuando ocurre algo así, con ropa ensangrentada, puede ocurrir que hubo una pelea y que el atacante dejó rastros sobre las vestimentas. Las variantes son muchas.
-¿Qué dijeron los investigadores frente a esta situación?
-No hubo ninguna investigación, dijeron que hubo un error de transcripción y modificaron el resultado diciendo que sobre las ropas de Ángeles había solo perfil de Ángeles.
Eso en medio de una situación donde una mujer X se peleó con la víctima, o sangró sobre la víctima y arañó a la madre.
-¿Y qué tiene que ver eso con lo de la uña en el auto familiar?
-Esa uña se analizó en dos lugares: en el laboratorio de la Policía Federal y en lo de Corach. La policía dio un perfil de esa uña, del dueño de la uña: es similar al que se había informado sobre la ropa que te mencioné. Eso da a entender como que hubo una especie de pelea, por la uña y por lo que aparece en la ropa.
Ahora vamos a lo que hizo Corach: recibió la uña y no la disolvió e hizo el hisopado en la parte superior e inferior. Encuentra un perfil que es femenino y es de primera línea con la víctima, lo cual podría ser la madre de Ángeles o una hermana. Y entonces ocurre algo crucial: en el juicio oral, la madre dice “esa uña es mía”.
-¿Y eso por qué lo hizo? ¿Qué significó?
-Podemos asumir que la mujer leyó el informe de Corach y no supieron leer cómo Corach se expresa. O sea, o dice la verdad o miente la madre de Ángeles. Asumamos que dice la verdad, ¿qué hacemos con el informe? Esto tendría que dar inicio a una investigación parlamentaria.
Si la misma uña tiene dos resultados totalmente distintos, ¿por qué se quedan con el resultado de Corach?
-¿Qué podría sugerir todo este incidente?
-Hay una posibilidad acá de una cuestión intrafamiliar. Una hermana no declarada o cosas por el estilo.
-Quiere decir que podría haber sospechas sobre la propia familia.
-Estos detalles involucran a la familia totalmente. Fijate que en su momento, en el tapizado del auto de la familia, se encontró una mancha de sangre que Opatowski dijo que correspondía a su hijo Juan Cruz, que se había operado.
-¿Y qué pasó?
-Se analiza el perfil de la mancha después de 6 meses, y era del hermano.
-No entiendo, ¿qué significa? ¿Qué denota?
-Esa muestra no tiene el más mínimo indicio de degradación. Para mí esa sangre no es de hace 6 meses sino relativamente fresca al momento del crimen.
-O sea que hay que enfocarse en la familia.
-Totalmente. Opatowski tiene millones de contradicciones.
-En tren de equivocaciones, aparece lo de los peritos que reconocieron errores en el estudio de ADN a la uña. Creo que fueron los responsables del área de ADN de la División Laboratorio Químico de la PFA, Mabel Novoa y Eduardo Arzac.
-Sí, admitieron que se equivocaron en el “copiado y pegado” del perfil. El abogado Tenca pidió chequear con el perfil de la propia Novoa y no se lo permitieron.
-Ello lleva nuevamente a cuestionar el tema de los ADN.
-Y… sí. Es una barbaridad universal que se analizaran las dos muestras de evidencia, M2 y de referencia, en el mismo lugar y en el mismo momento. Se hace con equipos separados y con personal separado. El FBI inclusive creo que lo hace en distintos pisos.
-Eso no ocurrió en este caso.
-No, acá una persona tuvo en la misma mesa de laboratorio las dos muestras juntas. Primero analizaron la referencia del sospechoso y no la de la víctima, evidencia que se descompone rápido porque proviene de una muestra contaminada microbiológicamente de la zona del crimen.
A Mangeri le podés sacar muestras todo el tiempo, porque lo tenés ahí. A Ángeles, no.
-¿Los jueces no ven esto?
-El tribunal no entiende un pomo de lo que se está planteando. Acá recibieron una serie de números, dijeron “es Mangeri” y nadie más preguntó nada. Es gravísimo.