Con una enorme hipocresía, el periodismo argentino parece haberse dado cuenta, doce años más tarde, que los gobiernos kirchneristas instalaron un narco-estado en la Argentina.
En el libro "El Aplaudidor", biografía no autorizada de Aníbal Fernández”, tratamos de explicar junto a Graciela Russo que el ex intendente quilmeño no era más que un mero eslabón en el armado kirchnerista.
-Desde 2003, venimos diciendo que Néstor y Cristina tenían en el Banco de Santa Cruz una cuenta que manejaban de manera "indistinta" con Rudy Ulloa Igor, un tipo investigado por la justicia federal por sus vínculos con grupos de narcotraficantes.
-Varios meses antes de llegar los K a la Casa Rosada, el empresario pesquero Cacho Espinosa le contó a Elisa Carrió en Puerto Madryn que Conarpesa, grupo aportante del Frente para la Victoria, tenía vía libre para exportar toneladas de droga desde puertos patagónicos escondiendo los estupefacientes a 30 grados bajo cero. El denunciante fue ultimado diez días más tarde y la investigadora que envió Lilita al Sur, Graciela Ocaña, terminó desertando del ARI y fue cooptada por el FPV, que la designó a cargo del PAMI y luego ministra de Salud de la Nación.
-Quién manejó durante años los famosos "fondos de Santa Cruz" fue Mercado Abierto, de Aldo Ducler, un tipo condenado en Estados Unidos por lavado de dinero.
-Durante la "década ganada" se interrumpieron todos los registros sobre consumo de estupefacientes. Sin embargo, Naciones Unidas nos colocan como el país que más cocaina compra per cápita. Además, estamos segundos detrás de Chile en adquisición de marihuana. La "blanca" duplicó su movimiento desde 2003 y la "verde" lo triplicó.
-El kirchnerismo desbarató los grupos de elite antinarcóticos de Gendarmería Nacional y retiró a dos de cada tres efectivos de los regimientos cercanos a Salvador Mazza, el paso más caliente de la frontera con Bolivia, ya que en Yacuiba operan los grupos más pesados del país que gobierna Evo Morales. Jamás se creó el FBI y la DEA nacional, tal como se le prometió a Juán Carlos Blumberg tras sus monumentales marchas para demandar más seguridad.
-Como si todo esto fuera poco, un gobierno que gasta miles de millones de pesos anuales en propaganda, jamás hizo una campaña audiovisual o gráfica en serio para frenar este flagelo. Pudo haber hecho como ocurre en todo el mundo, una movida para que se denuncie anónimamente a los narcos.
-El kirchnerismo fomentó la inmigración de países vecinos y sudamericanos con el plan Patria Grande. Llegaron un millón de personas en una década. La enorme mayoría no tuvo que presentar antecedentes de ningún tipo. Bastaba su documento original, un par de fotos y el llenado de un formulario.
-Prefectura Naval ya no cumple con los protocolos básicos de revisar de manera subacuática cada barco que llega a Argentina, ya que es común que los narcos coloquen chapones en los costados de las embarcaciones para ingresar toneladas de drogas.
-Todos los planes de radarización del Norte del país fueron un chiste. Se colocaron unidades 2 D ineficientes que sólo funcionan unas pocas horas al día, de manera diurna. Se imcumplió de esta manera con una manda de la Corte Suprema. Los ministros del tribunal superior habían ordenado que "deje de llover droga" sobre las provincias septentrionales.
-La Auditoría General de la Nación determinó que los scanner que tiene la Aduana en los pasos fronterizos no sirven para encontrar estupefacientes y, por lo tanto, los narcos pueden pasar toneladas diarias con el contrabando hormiga sin ser detectados.
-Argentina se opone a la ley de derribo que ya se impulsa en toda latinoamérica. Brasil, Chile y hasta Uruguay están radarizados y pueden controlar con sus fuerzas aéreas a los pilotos narcos que quieren invadirlos.
-Los grandes capos narco se pavonean por toda la Argentina comprando propiedades gracias a las inéditas normas de blanqueo que votó el parlamento nacional. No existe ni en los paraísos fiscales una cuerpo legal tan blando para los delincuentes con patrimonios sospechosos.
-En doce años K, sólo hubo dos condenas por supuesto lavado de dinero. Dos comerciantes minoristas completamente irrepresentativos fueron los afectados.
-Se llegaron a utilizar pistas de la Fuerza Aérea para mandar toneladas de cocaína a España. Los apresados eran hijos de ex miembros de esa fuerza con fuertes vínculos políticos.
En este marco, lo de la efedrina que se comercializaba a México sería un detalle menor sin o hubiera derivado en tan horrendo crimen.
El FPV creó un sistema político y legal para que estas tierras fueran un paraíso para los carteles. ¿Por qué no existe un cartel argentino? Porque son los mismos políticos vernáculos quienes manejan un submundo tan letal.
Scioli es el heredero de este andamiaje y está muy cerca de ser electo nuevo presidente de la Nación. Tal vez, dentro de cuatro, seis o siete años, cuando estemos ya totalmente manejados por estas mafias, digamos desde el periodismo: "mirá vos, quién se iba a imaginar que Danielito iba a ser tan indulgente con los narcos".