El miércoles 17 de agosto, cuando estábamos a punto de dar comienzo a nuestro programa de televisión en Cablevisión Oeste -Tribuna de periodistas TV-, se comunicó con nosotros una mujer llamada Marta Gómez, quien nos comentó que a su hijo, Marcelo Gómez, lo habían asesinado. Acto seguido, nos pidió que hiciéramos referencia a la marcha que se haría días más tarde a raíz de lo sucedido.

Cuando concluimos la transmisión del programa, salimos a investigar el caso y descubrimos cosas interesantes. Muchas de ellas, secretos a voces en la zona. Pero lo que más nos llamó la atención fue el total desinterés de los grandes medios, que no hicieron referencia alguna al tema.


Muerto al llegar

El asentamiento que está dentro del barrio Santa Laura de la localidad de Morón está delimitado por las calles French al 1200 hasta Cullen; Cullen al 200 y 300 hasta Paso y Paso al 1300 en un tramo de la vereda impar. Por las noches no es aconsejable caminar por allí. La mayoría de los vecinos son honestos y trabajadores, pero existen malandras que enturbian el concepto barrial.

Los chicos de la zona van a tres escuelas: la 22, que está en Luis María Campos 791; la 47, que está en Luis Viale 1320 y la 55 en Grito de Alcorta 911. Las madres dicen que, quienes asisten a la escuela 22, deben realizar un rodeo de 7 cuadras para evitar problemas.

Marcelo Gómez fue asesinado el sábado 13 de agosto a las 23 hs en ese mismo lugar: el barrio Santa Laura, en la esquina de las calles Castelli y Cullen. Su asesino se llama Marcelo Serrano y utilizó un arma de fuego con la que le disparó por lo menos dos veces. Una de las balas impactó en la pierna de Gómez, quien cayó de espaldas al piso. Luego fue rematado con un disparo en la cabeza.

"Marcelo era peón, trabajaba todos los días, nunca se metía con nadie y si veía algún lío entre chicos del barrio siempre trataba de separarlos", asegura uno de sus amigos llamado Cristian.

El sitio de internet Indymedia cuenta el crimen de la siguiente manera: "Ese sábado Gómez salía de comprar del almacén una bebida para compartir con su amigo y vio como un grupo de cinco personas lo golpeaban. Al interceder en su defensa se enfrentó con Serrano, el que se alejó de la pelea y volvió con un arma disparándole dos tiros, uno en una pierna y otro en la cabeza".

Gabriel Gustavo García, quien acompañaba a Gómez, huyó del lugar, mientras los otros cuatro que participaron del episodio junto a Serrano patearon con furia la cabeza del occiso quien, por tal motivo, tuvo que ser velado a cajón cerrado.

Luego de eso, Serrano estuvo varios días prófugo, hasta que en la madrugada del jueves 18 se entregó a la policía. Lo cusioso fue cómo se desencadenaron los hechos: El intendente de Morón, Martín Sabatella, visitó a la familia de Marcelo Gómez ese mismo jueves y les prometió que el día de la marcha los recibiría en su despacho. Esa misma noche se entregó el asesino, pero Sabbatella jamás recibió a los familiares.

La causa está radicada en la UFI Nº 8 ante la Fiscal Barroso quien deberá, entre otras cosas, encontrar el arma que mató a Marcelo. Serrano está detenido en la Comisaría 1º, por ahora. No es casual que se hable ya de enfrentamiento entre dos bandas del barrio, terreno ideal para desvincular la responsabilidad del concejal oficialista Juan Milano y su familia como encubridores de este caso.


Milano, el hombre señalado

Serrano, el supuesto asesino, no es cualquier persona. Es sobrino del concejal de Nuevo Morón, Juan Milano. Este concejal y su esposa han promocionado hasta el hartazgo los Planes Trabajar y Jefes y Jefas de Hogar. En el asentamiento distribuyen bolsas de comida que les derivan desde Acción Social, continuando con la fuerte campaña para desplazar la influencia del justicialismo en Morón sur.

Los Milano y sus seguidores manejan los hilos de la Sociedad de Fomento Santa Laura y es en ese lugar donde la mujer del concejal entrega las bolsas de comida. Los vecinos no están conformes con el manejo de la Sociedad de Fomento: “No llaman a asamblea y se eligen entre ellos”.

Así lo cuenta Red Eco: "Los vecinos denuncian que el concejal Milano y su familia apañan a su sobrino y que a pesar de que existen varias denuncias hechas contra él y quienes lo acompañan siempre, siguen actuando en el barrio con total impunidad. Todas estas denuncias los han llevado a la comisaria en varias oportunidades pero luego quedaron en libertad por acción de la fiscalía. Polaco, Chocolito, Sergio 'el tano' Salas, integran junto a Serrano lo que el barrio llama la 'banda de Santa Laura'.

El concejal Milano tiene un comedor y su esposa reparte los bolsones de comida y los planes que Acción Social del municipio les da para el barrio. Algunos en Santa Laura denuncian que ella es la que ocultó el arma para proteger a su sobrino y que luego se encargó de visitar a varias vecinas para decirles que les sacaría el plan y la posibilidad de usar el comedor comunitario si daban nombres".

Esto es real. Cuando sucedió el crimen de Marcelo Gómez, muchos vecios del barrio se indignaron y salieron a pedir justicia. Milano y sus seguidores amenazaron con quitarles los planes sociales y las bolsas de comida. Lograron intimidar a algunos, pero no a otros, quienes comenzaron -junto con los familiares de Marcelo- a organizar una marcha a la intendencia el día viernes 19 de agosto.

Pero la cosa no sería tan sencilla. El jueves anterior a la marcha, los amigos de Marcelo Gómez se aprestaban a preparabar los trapos que iban a llevar a la marcha y tuvieron una visita inesperada: Mirta Contreras, militante del justicialismo -ahora devenida a "Sabbatellista"- les pidió que suspendieran todo para evitar ensuciar al Intendente. La mujer trabaja en la Municipalidad de Haedo y todas las mañanas pasa una camioneta municipal a buscarla.

Finalmente, la marcha se desarrolló con normalidad y fue cubierta por el programa que conduce este periodista en la zona oeste. Mientras esta se llevaba a cabo, la secretaria del concejal Milano, Sofía Rossi, miraba desde una ventana y decía: “Así te paga la gente, no se puede confiar en nadie”. 

Mientras tanto, la elocuente indignación de los vecinos de Morón podía percibirse en los volantes repartidos el día de la marcha: "¿Cómo puede ser que un nuevo Morón se construya reclutando como militantes a delincuentes que roban y matan en la zona?”. Dicha frase, hacía referencia a las promesas sabbatellistas que aseguraban querer "un nuevo barrio donde las patotas del PJ sean desterradas”.

Nos preguntábamos entónces: ¿Acaso un nuevo Morón se construye con otras patotas?


Concluyendo

Pocos días después de la marcha, quien escribe estas líneas -junto su equipo periodístico- entrevistó a los padres de Marcelo Gómez. Fue un momento muy emotivo y doloroso, en el que los familiares del chico asesinado reclamaron al Intendente Sabbatella que los ayudara a hacer justicia, al mismo tiempo que pidieron a los medios que se ocuparan del caso a nivel periodístico.

Pocas horas más tarde, sufrimos las indirectas presiones de Milano, a través de llamados descalificadores por parte de su gente. No les dimos mayor importancia. Tal vez por la alegría de saber que, finalmente, Sabbatella se había comunicado con la familia para interiorizarse en el tema, luego de que estos hubieran estado en nuestro programa. El intendente prometió que intervendría en el tema.

Ahora, la resolución del caso, está en sus manos ¿Será justicia?