Una de las discusiones clave, de cara a la elección presidencial, consiste en los anuncios del equipo económico de "Cambiemos", en torno al levantamiento del cepo al dólar, y los efectos que la gran devaluación del peso, prometida, le acarreará a la economía de los argentinos.
Tanto Mauricio Macri cuanto sus economistas (Carlos Melconián, Alfonso Prat Gay, Rogelio Frigerio), postulan que estas medidas se tomarán casi al momento mismo de asumir.
Como Melconián habla solamente de las medidas, y no de sus efectos, el temor que inspiran una devaluación abrupta y la apertura total de la economía hicieron mella en todos los sectores. Se escucha a Melconián y se entiende que el bolsillo del 90% de los argentinos, a partir del 11 de diciembre, será lisa y llanamente dinamitado.
Asunto que Mauricio Macri debió salir a desautorizar la palabra de Melconián, explicando que los únicos interlocutores válidos para la propuesta de Cambiemos son Prat Gay y Frigerio.
Así, Prat Gay salió a explicar en otro tono, intentando morigerar los impactos de la política que piensan aplicar, haciendo hincapié en algunas afirmaciones que consideramos importante analizar aquí.
Los argumentos elegidos para "vender" mediáticamente sus planes, consisten en decir que no va a aumentar el dólar, sino que va a bajar. Se refieren al mercado paralelo, hoy fluctuando entre los 15 y los 16 pesos por unidad, que, estiman, se ubicará en torno de los 13 o 14 pesos. (Permítaseme dudar severamente de esto último).
Y dicen, para abrochar la historia, que el dólar oficial (hoy en torno a los $9.60) "afecta a pocos", y que el dólar que realmente impacta sobre la economía es el blue.
A priori, suena como argumento para engañar a un niño. Veamos si esto es así.
¿El dólar oficial realmente afecta a pocos?
Se argumenta que, a causa del cepo al dólar, los importadores deben acudir al mercado informal, y adquirir la divisa a valores de blue, o contado con liqui. Esto es parcialmente cierto, desde luego. Todos conocemos los problemas acarreados por las escasas reservas del Central, sumada a la reticencia de los exportadores a vender su producción (se calcula que hay entre 9 y 13 mil millones de dólares almacenados en silobolsas).
Pero el total anual de las importaciones argentinas se ubica en torno a los 70.000 millones de dólares, y el mercado paralelo, incluyendo las operaciones de contado con liqui, alcanza los 10.000 millones anuales.
¿Cuánto de esos 10.000 millones anuales consiste en compras para atesoramiento y/o fuga, y cuánto se llevan realmente los importadores para poder traer sus productos?
Aún asumiendo una irreal división de 50% y 50%, encontramos que las importaciones realizadas con un dólar igual o ligeramente inferior al blue, puede rondar los 5000 millones.
Dicho de otra forma: Del total de las importaciones argentinas, el 92% se realiza mediante el dólar oficial de $ 9.60, y apenas un 8% mediante el blue y el contado con liqui.
La devaluación que proyectan afectará al 92% de los productos que requieren materia prima importada.
Vale decir: Prat Gay miente: El dólar oficial nos afecta a todos.
Devaluación: Beneficiados y víctimas
La decisión de unificar el tipo de cambio, dejando que el mercado fije libremente el valor del dólar, implica que ese dólar oficial que ronda los $ 9.60, pasará a valer alrededor de 14 pesos. Esto a valores de hoy. No sabemos qué valor puede adquirir dentro de 40 días, aunque sí sabemos bien que nunca será inferior al existente.
Esto significa, como cualquiera entiende, una devaluación nominal del valor del peso, respecto del dólar, del orden del 50%.
Si habláramos de un dólar de 16 pesos, (mucho más probable, considerando las circunstancias), entonces la devaluación del peso sería del 67%.
El campo hoy tiene un dólar que, considerando el valor del oficial, más el efecto de las retenciones, ronda los 7 pesos. “Cambiemos" le promete eliminar retenciones y llevarle el dólar a 14 pesos. Vale decir que las utilidades del campo se multiplicarán, de manera casi instantánea, un 100%. Si se instalara un dólar de $ 16, entonces hablamos de un 130% de mejora.
Esto no debiera ser una mala noticia, porque siempre es deseable que al sector exportador le vaya lo mejor posible, para que ingresen dólares al país y se tenga el mejor superavit comercial.
El problema es que, tal como lo vimos en el punto anterior, representa una pérdida directa de la mitad del valor adquisitivo del resto de la población, o de más de la mitad.
Para explicarlo mejor: La devaluación le pega directamente al salario, y a la economía global de todo aquél que no sea formador de precios.
Pero, ¿por qué mienten "Cambiemos" y Prat Gay? ¿Cuál es la necesidad?
Simple. Nadie puede ganar una elección diciéndole a la gente que el 10 de diciembre se acostará con 1000 pesos en el bolsillo, y el 11 se levantará con 370.
Menos aún, para las 14 millones de personas que habitan el AMBA, a las que les eliminarán todos los subsidios a las tarifas de servicios, porque representan la porción más grande de la torta del déficit fiscal. Nótese que hablamos del 32% de la población, sin tomar en cuenta a las centenas de miles que también están subsidiados en otras regiones del país. Todos ellos sufrirán la devaluación descripta, más el incremento salvaje de costo de tarifas.
Ellos se acuestan con 1000, y pueden levantarse con cero.
Cuando uno mira la elección de Provincia de Buenos Aires, a veces hasta cree que CFK decidió que se presente Aníbal Fernández, para perderla. Solo con un candidato tan invotable como Aníbal puede explicarse que los principales damnificados por la política feroz de un postulante como Macri, lo voten.
Cepo y fondeo del central
Algunos amigos nos dicen que si Macri levanta el cepo el 11 de diciembre, se queda sin reservas de inmediato. Esto no es cierto.
Precisamente allí radica la decisión de los grupos de poder (el círculo rojo, pero ampliado), de instalar a Macri como el presidente necesario, a pesar de sus antecedentes delictivos, de su corrupción, y de todo lo que ya conocemos de sobra.
Ocurre que los sectores de poder necesitan a alguien del palo, que les garantice los negocios seguros a futuro. Están a punto de poner en presidencia, por primera vez en la historia, a un hijo dilecto. Es natural que venga con reservas bajo el brazo.
El Banco Central de Macri será fondeado desde diversas fuentes.
El campo, con esos 9 a 13 mil millones de dólares que conserva almacenados en silobolsas, correrá a liquidarlos a cambio de un dólar de 14/16 pesos, y eliminación de retenciones.
Paul Singer, el referente máximo de los llamados fondos buitre, viene trabajando desde hace no menos de 2 largos años en el proyecto Macri presidente, y financiando campañas opositoras. Pondrá lo suyo. No solamente porque Macri le garantiza pagarle sin protesto la sentencia Griesa, al 100% de valor nominal más intereses, sino porque también tendrá en Argentina un campo orégano para hacer buenos negocios financieros.
Y, fundamentalmente, con los 300.000 millones de dólares que los argentinos tienen en el exterior, y que en su enorme mayoría pertenecen a sectores de poder económico que necesitan a Macri en la presidencia. Desde Rocca hasta Noble, desde Bulgheroni hasta la Sociedad Rural, y hasta el propio Grupo Macri, desde luego.
Todos aportarán el fondeo necesario para que Macri no se quede sin reservas. No olvidar que la ley de blanqueo de capitales llegó para quedarse, y constituye una herramienta extraordinaria que Cristina Kirchner le deja a Mauricio Macri, para justificar el ingreso de dólares al central, sin que se indague más de la cuenta, en su procedencia.
Naturalmente, nadie la va a poner por patriotismo. Todo esto conlleva contraprestaciones leoninas.
Apertura de la economía
En la fundación Pensar, think thank del objetivo de poder macrista, se habló claramente de la necesidad de eliminar los aranceles a la importación.
Posteriormente Macri debió aparecer en cámaras tratando de minimizar este tema, utilizando sus conocidas invocaciones a “La Feria de la Alegría”.
Pero la realidad es que el propio futuro presidente es el principal interesado en que China nos llene de productos de toda naturaleza: Tiene el 20% neto de las utilidades de Socma (Sociedad Macri), y esa es la principal gestora de todo negocio de China, con la Argentina.
Puesto en otras palabras: si un negocio con China deja una ganancia de 1 millón de dólares, 200 mil dólares van al bolsillo del presidente. ¿País escriturado? Obvio.
No por casualidad Franco Macri desde hace muchos años trabajó para convertirse en ese gestor clave. Su grupo empresarial tiene sustanciales ganancias de los negocios de Cristina Kirchner con el gigante asiático, y con una presidencia de su propio hijo, esas ganancias se multiplicarán de manera indecible.
A estas alturas, no hace falta decir que una apertura de importaciones impacta directamente sobre el fabricante local, y dinamita fuentes de trabajo.
Esta película ya la presenciamos con Martínez de Hoz, y con Cavallo. Mientras disfrutamos baratijas tecnológicas o prendas de vestir a costo ridículamente bajo, se multiplican los ceses de pagos, la pobreza, y la delincuencia.
Conclusión
El proyecto de "Cambiemos" (que, en realidad, es el proyecto económico del poder real), si bien tiene una naturaleza diferente al del neoliberalismo de los ´90, busca el mismo fin.
Se trata de la disminución de la clase media, ensanchando la brecha entre más ricos y más pobres. Del mismo modo que en los ´90, los que puedan colgarse del trapecio ascendente, (los menos) disfrutarán de acceso a casi todo. Y la enorme mayoría, que depende de un salario, una jubilación, un módico cuentapropismo comercial o de servicios, el pequeño y mediano profesional, descenderá inevitablemente.
El amplio abanico de clase media y media baja luchará por no caerse, viviendo al día, a deuda, cubriendo impuestos, tarifas, tarjetas, cuotas de prepagas o de colegios infinitamente superiores a las actuales. Recibirá un relato similar al del kirchnerismo. "Usted no está mal, el país mejora a pasos agigantados: festeje".
A los más carenciados les mantendrán los planes sociales existentes, sin dudas, pero se los licuarán con la devaluación. Sus hijos están destinados a ser la fuerza laboral del futuro de mediano plazo, cuando se abran fuentes de trabajo en base a salarios del sudeste asiático; 300 dólares mensuales, o incluso menos.
Siempre y cuando se encuentre qué fabricar, porque la globalización ha hecho que cada vez queden menos rubros en los cuales hacerse fuerte como exportador.
Está muy claro que el proyecto de Macri trae cosas muy buenas para los más poderosos, y toda suerte de calamidades para el resto. Pero el problema es lo que se ofrece desde el otro lado.
Cuando se miran las calidades del entorno de Scioli, y a Scioli mismo, la sensación de orfandad se adueña hasta del más pintado.
Proponen la continuidad de algo que funciona mal, y cada vez requiere mayor cantidad de alambre, para atarlo, asegurando tener las fórmulas para solucionar los problemas que ellos mismos causaron, y jamás resolvieron. Demencial.
La campaña ha quedado reducida a votar al lobo feroz, porque Caperucita ya está vieja y arrugada, hace changas en un lupanar, y aspira pegamento de una bolsa.
El asunto son las mentiras del lobo. Sus dientes y su sistema digestivo, que te deglute, te digiere, y al final, te elimina...