¿Cómo podemos tener a semejante retrógrada al frente de la diplomacia argentina? La canciller Susana Malcorra se refirió al plebiscito realizado en Colombia, donde ganó el "no" al acuerdo de paz firmado entre el gobierno de ese país y el grupo guerrillero FARC.
Admitió tener una postura "políticamente incorrecta" en torno a este tipo de consultas. "Yo no creo en los plebiscitos", señaló.
"La consulta vinculante es sumamente peligrosa" agregó sin ponerse colorada y luego puso como ejemplo a la reciente elección realizada en Gran Bretaña en la que ganó la salida de ese país de la Unión Europea.
La candidata a ocupar la secretaría general de la ONU obvió, por el momento, expresar su postura sobre el Referendum Revocatorio de Venezuela que podría terminar en las próximas semanas con la presidencia de Nicolás Maduro y el régimen chavista luego de 17 años de ejercicio despótico del poder.
No importa que el actual Jefe del Estado caribeño haya arribado al poder sin que se pudieran auditar los votos de un comicio en el que se “impuso” por menos del dos por ciento (Maduro le prometió a Unasur contar sufragio por sufragio y luego se olvidó de su compromiso).
No importa que se haya dado en Caracas un golpe institucional a la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, ya que al mejor estilo de Alberto Fujimori el Congreso venezolano ya no puede decidir absolutamente nada.
No importa que niños y ancianos mueran de hambre a diario, que existan un centenar de presos políticos o que se hayan suspendido este año todos los comicios porque el chavismo sería arrasado en las urnas.
Lo importante, para Malcorra, es que la democracia directa debería dejar de existir.
Con su particular forma de ver la realidad, no hubieran ocurrido, por ejemplo, estos cinco sucesos:
1-El dictador Augusto Pinochet, en 1988, convocó a un plebiscito sobre su continuidad en el gobierno chileno y se hubiera podido quedar varios años más en el Palacio de la Moneda, sojuzgando a sus compatriotas.
2-En Sudáfrica, en 1992, el presidente Frederik de Klerk llamó a una consulta popular donde les preguntó a los votantes blancos si querían acabar con los 44 años de apartheid de casi cincuenta millones de negros, que eran considerados ciudadanos de segunda clase en su propio país y no tenían derecho al sufragio.
3-A principios de los años noventa, el conflicto entre el nacionalista Ejército Republicano Irlandés (IRA) y las fuerzas unionistas leales al Reino Unido aún desangraba al país en una cuenta guerra civil. El líder del partido nacionalista Sinn Féin, Gerry Adams, y el primer ministro británico, Tony Blair, se embarcaron en un intenso proceso de paz que condujo a los Acuerdos de Viernes Santo, vigente hasta hoy. El pueblo irlandés los refrendó mediante un plebiscito.
4-En 1969, a mediados de su segundo mandato y un año después del conmocionante “Mayo Francés”, el general galo Charles De Gaulle convocó a un referendo para reformar el Senado y reorganizar las regiones. Dejó claro que si el No ganaba, él se retiraría de la vida política. Y así fue. Pocas horas después de conocerse los resultados, De Gaulle redactó un lacónico comunicado en el que anunció sus intenciones: “Dejo de ejercer mis funciones como presidente de la República. Esta decisión entra en vigor hoy a mediodía”.
A continuación, para no entorpecer el proceso político, se refugió durante dos semanas en una aldea de la costa atlántica irlandesa. Tenía 78 años y había gobernado durante 10 a la potencia europea. Había sido derrotado por una opinión pública favorable a la unión callejera de obreros y estudiantes.
5-En 1985, Argentina llamó a una consulta ciudadana para aceptar el fallo arbitral por la disputa con Chile sobre el Canal de Beagle. La gestión del Papa Juán Pablo II, quién envió a horas de iniciarse la guerra desde el Vaticano al Cardenal Samoré, junto a la diplomacia del ex presidente Raúl Alfonsín frenaron una conflagración fraticida.
Volviendo a nuestra jefa de la diplomacia a la cuál separan años luz de su par Dante Caputo, ¿Cómo toleramos que diga semejante burrada y siga en su cargo?
¿Cómo es posible que en el siglo XXI, el de la comunicación, donde la gente se expresa a diario sobre decenas de temas, ella siga pensando que una elite político-partidaria puede decidir sobre el bien común mejor que el conjunto de la ciudadanía?
Malcorra podría ser canciller de Xi Jinping, porque su manera de pensar encaja justo con el totalitarismo chino.
Es un vergüenza que siga al frente del Palacio San Martín y que Argentina continúe gastando fortunas en impulsarla como potencia Secretaria General de las Naciones Unidas.