De no creer. Diario Página/12 cometió ayer un grosero error al publicar en su sección “Pirulo de Tapa” la supuesta dirección de Luis Muiña, represor beneficiado por el fallo de la Corte Suprema que la semana pasada provocó un debate interminable.
Bajo el título “Festejaba”, el matutino consignó: “Casi las once de la noche del jueves, horas después del fallo del 2 por 1 de la Corte Suprema. El barrio de Caballito escucha detonaciones y ve fogonazos que vienen de la calle Bertres. En el 500 vive Luis Muiña, el represor beneficiado por los supremos. No eran tiros, eran fuegos artificiales. El torturador festejaba”.
Sin embargo, en la edición de hoy el matutino salió a aclarar que se trató de un “lamentable error” y sostuvo que “el domicilio corresponde a una persona homónima y no al represor que actuó en el Hospital Posadas”. Luego, pidió disculpas al damnificado y a los lectores.
En ese contexto, el prestigioso portal Diario sobre Diarios se preguntó: ¿Buscó Página facilitar o ser cómplice de un escrache con la publicación de una dirección? ¿Debe un medio de comunicación sumarse a este tipo de medidas?