Decía Karl Marx que la historia se repite siempre dos veces, primero como tragedia y después como farsa. Parece ser que en Argentina, que es un país raro, las elecciones son tragedias y farsas a la vez, no lo sé.
Apenas concluidas las elecciones presidenciales y legislativas del 28 de octubre de 2007, en las que resultara electa presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, publiqué una nota titulada "Sin dudas, la elección más rara desde el '83" en la que decía que esa había sido la elección más rara desde 1983 a la fecha.
Sin embargo, viendo lo ocurrido ayer, parecería que esta elección, además de tener muchísimas situaciones parecidas, fue tan, o más rara, que aquella.
Reproduciré algunos párrafos de dicha nota que, curiosamente, me recuerdan a algunas situaciones, muy similares por cierto, y otras por ser exactamente lo mismo pero al revés con las legislativas celebradas 10 años después.
Ya desde la campaña proselitista se podían apreciar ciertas rarezas, tanto en la oposición, que nunca fue tan débil y fragmentada, como también en el oficialismo.
En este caso, ocurrió algo muy parecido. El peronismo se presentó fragmentado en tres, y el oficialismo, hasta ayer, mostraba cierta debilidad, ya que nunca tuvo mayoría absoluta.
Fue raro que la Senadora Fernández no atienda a la prensa y que tampoco de debates, cuando hace unos meses atrás precisamente eso era lo que le exigía el oficialismo a Macri.
Aquí ocurre lo mismo, pero al revés. Si bien Cristina siguió sin atender a la prensa, luego de las PASO, mendigaba entrevistas y hasta dio una conferencia de prensa -a su manera, obviamente- pero lo similar con la elección del 83 es que Cristina, como entonces, no se animó a debatir.
Pero remitiéndonos al acto eleccionario propiamente dicho, aparecen una infinidad de rarezas... por ejemplo es la primera vez que es electa una mujer presidente, y también es raro que otra mujer aparezca entre los tres primeros.
En este caso, ocurrió algo muy parecido. Las protagonistas fueron mujeres. Cristina, Carrió y, si bien María Eugenia Vidal no competía, no hay dudas de que ella fue quien se puso la campaña al hombro y hay que reconocer que el triunfo de Esteban Bulrrich es más una aprobación a la gestión de la gobernadores de la provincia de Buenos Aires que otra cosa.
Es raro que el peronismo haya obtenido un triste cuarto puesto, con apenas un 7% de votos, así como también es raro que no hayan aparecido en ninguna boleta los símbolos del Justicialismo.
Aquí, si ben los porcentajes variaron, la "rareza" sigue siendo exactamente la misma.
Es raro que ningún candidato haya sido consagrado por una elección interna, y que el partido con el cuál se presentó el oficialismo tenga algunas curiosidades, como por ejemplo, no tener afiliados, y lo más curioso, no tiene domicilio legal constituido.
Aquí también, como en el punto anterior, haya ocurrido prácticamente lo mismo, por lo menos con los principales candidatos.
También es raro que sea la primera vez, desde 1.983, que las elecciones se hayan postergado una hora, como así también es raro que a las seis de la tarde se supiera quien era el vencedor cuando hubo gente votando hasta las siete y media.
En este caso, la rareza fue exactamente al revés. Es a primera vez que los resultados se conocieron en tiempo y forma, además de conocerse, en su totalidad, más temprano que nunca.
Es raro que la Senadora Fernández, siendo representante en el Senado por la Provincia de Buenos Aires haya votado en Santa Cruz.
Este punto, es muy interesante. Esta vez, Cristina se presentó como candidata por la provincia de Buenos Aires, y debería haber votado, como en aquella oportunidad, en santa Cruz. Lo que no ocurrió, fue que no se presentó a votar... ¿no es raro que un candidato no vote?
No menos raro es que ésta sea la primera vez en la historia que siete candidatos presenten denuncias de irregularidades. También es raro que a la media noche no se conozcan datos oficiales.
Lo raro, esta vez, fue lo contrario. No hubo prácticamente denuncias de irregularidades, y antes de la media noche se conocían los resultados oficiales.
Y lo más raro, es la cantidad inusual de denuncias por faltantes y robo de boletas, especialmente de Rodríguez Saa, Carrió, Lavagna y López Murphy, pero más raro aún es que ni faltaban ni se robaban las de Cristina, cuando por una cuestión lógica, en condiciones normales tendrían que ser las que más falten, ya que fue la más votada.
Por suerte, esta vez, la rareza fue exactamente al revés. Prácticamente no hubo denuncias por robo de boletas.
La nota citada terminaba con este párrafo: "En realidad, la Argentina es un País raro, y dicen que los países tienen los gobernantes que se merecen, a lo que quisiera agregar, que además se le parecen. Por eso, me animo a decir que tendremos un Gobierno raro."
Quiero cerrar esta columna volviendo al primer párrafo: "Decía Karl Marx que la historia se repite siempre dos veces, primero como tragedia y después como farsa. Parece ser que en Argentina, que es un país raro, las elecciones son tragedias y farsas a la vez, no lo sé". Y agrego: Esperemos que a partir de ahora, lo raro sea que las cosas empiecen a funcionar como en un país medianamente normal y la historia no se repita ni como tragedia ni como farsa.