La Argentina recibió finalmente el socorro del FMI por una cifra muy superior a la esperada, de U$S 50.000 millones, pero deberá recorrer un sendero de fuertes exigencias fiscales, que amaga con profundizar el descontento social.
"Refleja el apoyo de la comunidad internacional a la Argentina. Esto nos permitirá seguir recorriendo el camino hacia el equilibrio fiscal", dijo el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.
Como se esperaba, el gobierno de Mauricio Macri debió comprometerse a profundizar el ajuste fiscal para obtener el visto bueno del organismo multilateral, durante los tres años que en principio durará el acuerdo.
También a garantizar que el Banco Central deje de financiar al Tesoro, a través de un proyecto de ley.
Para 2020, el Gobierno se compromete a tener equilibrio fiscal, y bajar a 1,3% del Producto Bruto el déficit del 2019.
A cambio, la Argentina se garantiza dólares frescos para cubrir las obligaciones financieras de lo que resta del año y del 2019.
Es un alivio para Cambiemos, que aún deberá batallar con los conflictos sociales y las demandas cada vez más duras de los sindicatos, a los cuales intenta cambiar aceptando una reapertura de hecho en las paritarias.
La Argentina soportó la peor corrida cambiaria desde que Macri llegó al poder, que provocó una fuerte suba de precios y se traducirá en un alza de la pobreza en la próxima medición del INDEC.
La suba de tasas en los Estados Unidos y la apreciación del dólar, echó por tierra con la meta inflacionaria del Ejecutivo y puso en revisión las principales variables económicas.
Macri aprovechó su buena relación con los principales países del mundo -de hecho fue invitado como observador a la próxima cumbre del G7- para garantizar el financiamiento necesario con el objetivo.
Christine Lagarde, directora gerente del FMI, dijo que se trata de un plan "concebido e instrumentado por el gobierno argentino y que pretende fortalecer la economía en beneficio de todos los argentinos".
"Como parte de ese respaldo, tanto el FMI como el gobierno argentino tienen intención de colaborar para que se tomen las medidas y se activen integralmente los recursos necesarios a fin de proteger a la población más vulnerable a medida que avancen las reformas económicas", señaló.
Así, casi por primera vez en su historia, el Fondo pone el acento en la necesidad de tener muy en cuenta la situación social en un acuerdo de este tipo.
Dujovne lo destacó: "El acuerdo tiene salvaguardas sociales inéditas en convenios de este tipo".
Pero el organismo también destacó que el plan económico del gobierno gira en torno a un "reequilibramiento de la posición fiscal".
Y prevé acelerar el ritmo de reducción del déficit del gobierno, restableciendo el balance primario para 2020.
"Respaldamos enérgicamente los redoblados esfuerzos por reducir la inflación, que, como sabemos, carcome los cimientos de la prosperidad económica de Argentina y recae directamente en los segmentos más vulnerables de la sociedad", indicó el FMI.
En definitiva, habrá que ver si semejante respaldo alcanza para terminar con las turbulencias cambiarias, y si la Argentina es capaz de superar décadas de crisis periódicas a partir de semejante apoyo.