"Si algo me llega a pasar, busquen una libreta naranja que está en una escribanía y donde hay mucho más que lo que conté públicamente", comentan personas cercanas a Lourdes Di Natale que le escucharon decir más de una vez.

Hoy día, algunas de esas personas sospechan que su muerte —al caer de 10 pisos de altura— no ha sido accidental. Paula Kohan, una de sus más íntimas amigas, asegura que a Di Natale la amenazaban constantemente. “Se había metido en un camino sin salida”.

Y es que Lourdes Di Natale fue una figura clave en el caso del contrabando de armas a Ecuador y Croacia. Su declaración —de casi 50 carillas— permitió que fueran encarcelados el ex presidente Carlos Menem, Emir Yoma —su jefe— y Luis Sarlenga.

Como si fuera poco, Di Natale no sólo ha sido secretaria de Emir Yoma, también colaboró con Ramón Hernández y Miguel Angel Vicco y, por si esto fuera poco, fue pareja del abogado Mariano Cúneo Libarona, abogado defensor de Emir.

En un futuro próximo, Lourdes iba a ser testigo estrella en el juicio oral a realizarse por el citado contrabando de armas y muchos habían comenzado a preocuparse al saber que la ex secretaria era —prácticamente— la única persona que podía volver a meter preso a Menem.

Razones para morir 

Lourdes Di Natale ha sido muy dura a la hora de opinar acerca de la familia Yoma: “Más allá de que estén presos tienen que devolver la plata que robaron, yo trabajé con ellos y se cómo actuaban”. Asimismo, opinó que le llamó la atención que el juez Jorge Urso “no haya llamado a declarar a Aurelia Hoffman (supuesta testaferro de Emir) que es la que conoce la ruta de dinero, ella manejaba la plata y me contaba todo. Además de Pedro Stier, tiene que convocar a la gente de los bancos Baires y Macro”.

Di Natale y Hoffman habían trabajado juntas durante los primeros años del menemismo, como secretarias de Emir Yoma.

Di Natale denunció, entre otras cosas que:

- Emir recibió en sus oficinas al traficante de armas y drogas sirio Monzer Al Kassar, quien le regaló una valija con armas para toda su familia.

- Entre los visitantes frecuentes estaban Diego Palleros y Edberto González de la Vega, pero quien asistía con mayor asiduidad era Luis Sarlenga, todos vinculados a la causa de las armas.

- Confirmó los estrechos vínculos entre Emir y Alfredo Yabrán. "¿Saben en qué letra de la agenda tuve que anotar los teléfonos de Yabrán? En la A de amigo, porque así le decía Emir: 'El Amigo'", comentó Di Natale.

- Una frase contundente: "Cúneo me contó que Emir cobró la coima".

¿Qué dijo Emir Yoma cuando tomaron estado público las denuncias de Lourdes Di Natale? "Está loca". Sin embargo, a la hora de opinar sobre su persona, el fiscal Carlos Stornelli asegura que Di Natale no está desequilibrada mentalmente para nada.

La yapa de Lourdes 

Si bien Lourdes Di Natale hizo graves imputaciones en relación al tráfico de armas a Ecuador y Croacia, pocos saben que no sólo habló de eso: también declaró en el marco de la causa sobre la muerte de Carlos Menem hijo.

Lo que Lourdes Di Natale denunció —en septiembre de 1998— es que Aurelia Hoffman no era la verdadera dueña de Heli Air (empresa dueña del helicóptero de Carlitos Menem), sino que actuaba como testaferro de su ex jefe, Emir.

"(Hoffman) tenía a su nombre, como testaferro, la empresa de aviones de Emir, donde estaba asentado el helicóptero de Carlitos Menem Jr. y otros tres aviones (...) Para la época del accidente de Carlitos ella se quedaba hasta tardísimo en la oficina de Emir con Patricia Martello, abogada aeronáutica y Alejandro Boffa, ingeniero aeronáutico. Se iban a hacer trámites a la Dirección Aeronáutica porque Carlitos había salido a volar sin la autorización. Según Aurelia tenían que tener todos los papeles en orden para poder cobrar el seguro. Que lo cobró ella porque era presidenta de la empresa pero lo recibía Emir, que era el verdadero dueño de Heli Air (...) Lo único que le importaba a Emir".

Asimismo, Di Natale aseguró que la obligaron a firmar tres actas ante escribano por las cuales no podía repetir algo que le había contado Aurelia Hoffman sobre la muerte de Carlos Menem hijo: que en su portafolios habían aparecido 30 mil dólares y droga.

Coincidencias y algo más... 

Cuando el sindicalista Armando Cavalieri, líder del sindicato mercantil, intentó sobornar a la revista Noticias en noviembre de 1994, el semanario inició acciones judiciales en su contra aportando gran volumen de documentación.

A pesar de la contundencia de las pruebas, el juez de la causa por coacción, Ricardo Farías, hizo notar su firme sospecha de que las cintas de imagen y audio habían sido fraguadas. Pocos sabían entonces que, antes de ser juez, Farías había sido abogado del sindicato de Cavalieri.

Años más tarde, en 1998, Di Natale realizaría explosivas declaraciones a la misma revista (Noticias) y ratificaría sus dichos ante el mismo juez de instrucción: Ricardo Farías.

Luego de su extraña muerte, el juez que entiende en la causa por el supuesto “suicidio” es, casualmente... Farías!

Una última casualidad: el ex marido de Lourdes Di Natale, Cuneo Libarona, debía declarar el 3 de marzo de 2003 en la causa AMIA. Sólo dos días después de que ella muriera.

Finalmente... 

Podemos decir que la muerte de Lourdes le convino a mucha gente.

Falta poco para que comience el juicio oral que puede llevar nuevamente preso a Menem y un testigo estrella menos en la causa le hace un gran favor al menemismo.

Asimismo, las elecciones presidenciales se avecinan a grandes pasos y se percibe cierto prurito por parte de algunos candidatos acerca de que puedan aparecer “sorpresas” inapropiadas sobre sus vidas y patrimonios.

Por otro lado, es probable que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos resuelva en el mediano plazo solicitar al gobierno argentino que investigue nuevamente la muerte de Carlos Menem hijo a pedido de Zulema, quien hizo la pertinente denuncia internacional para reabrir la causa. La ausencia de Di Natale quita un testimonio clave a la nueva investigación.

No hay que olvidar que en el marco de la muerte de Carlitos Menem, ya han muerto más de diez testigos. Los que quedan son pocos y están temerosos.

Mejor dicho... después de la muerte de Lourdes Di Natale, quedan ahora muchos menos testigos y están mucho más temerosos que antes.