Ya te dijimos que las filtraciones sobre sus aportes de campaña “truchos” fueron obra de Horacio Rodríguez Larreta por sugerencia de Mauricio Macri. Y ahora más sopa.
Florencia Arietto fue la fracasada jefa de seguridad en el Independiente de Cantero, y la pobre actuación de ambos fue lo que permitió que Hugo Moyano se encaramara en la Presidencia del club de Avellaneda y comenzara a pisar fuerte en el terreno del fútbol. Decimos pisar fuerte porque lo muy oculto de ese universo de pasiones son los lavados de dinero que hacen los clubs con transferencias y otros manejos de jugadores.
Por caso, que algunas entidades compran jugadores por cifras millonarias que jamás entrenan ni juegan. Algo sucio huele en esas lides.
En los 90 asomó Arietto como presunta experta en seguridad esperando que Carlos Menem le diera un lugar en su gobierno. No lo consiguió, por eso nunca habla del tema.
En Independiente comenzó casi oficialmente su carrera que después siguió en las filas del Frente Renovador (a quien acaba de traicionar uniéndose al gobierno de Macri).
La mujer intentó ser ministra de Seguridad en la Provincia de Buenos Aires y cascoteó repetidamente a Vidal, y a su ministro Cristian Ritondo.
“Heidi” la ninguneó siempre, no respondiendo las críticas y chicanas que le solía enviar Arietto. Maru no es de abrir frentes de conflicto y, en todo caso, a quienes les respondió siempre fue al kirchnerismo que la ridiculizaba.
Lo nockeó en un debate televisivo al ultra K Diego Brancatelli, aunque siempre se sospechó que ese debate fue arreglado para que triunfara ella y a cambio el periodista ultra K habría recibido una alta recompensa económica por tirarse a la lona deliberadamente. No solo en el boxeo hay arreglos espurios.
Horas atrás, Patricia Bullrich la nombró asesora en el Ministerio de Seguridad de la Nación cuando la dama en cuestión tiene escasa o nula experiencia, aunque ella se proclame una experta en el tema.
En la interna cada vez más caliente del gobierno, se afirma “off the record” que es otro golpe para escarmentar a Vidal.
¿Escarmentarla por qué? Al círculo íntimo de Macri nunca le gustó que Heidi recibiera con un abrazo a Estela de Carlotto y menos que la gobernadora estuviera dos horas a solas en el Vaticano con el Papa Francisco, que suele recibir a todo kirchnerista con o sin prontuario, como Milagro Sala y hasta la familia del pobre Santiago Maldonado.
Antes de matarse en un accidente, De La Sota hizo pintar en Córdoba las paredes con la leyenda “De La Sota-Vidal 2019” (pintadas ya borradas).
¿Fue con un guiño de Vidal que el ex gobernador mandó escribir esa fórmula en las calles de la capital cordobesa? Imposible saberlo.
Pero que en Cambiemos el ninguneo a su figura ya es cosa frecuente, no caben dudas.
Por ahora Vidal permanece estoica sin responder las agresiones del fuego amigo, pero nadie sabe hasta cuándo resistirá la ofensiva. El tema de que Rodríguez Larreta filtró a la prensa el asunto de los aportantes truchos en la campaña de Vidal fue un golpe demasiado bajo, y ahora el nombramiento de Arietto por Patricia Bullrich es una señal más para que no realice maniobras (entrevistas personales con adversarios de Macri) que el gobierno digiere como puede pues aún necesita a la gobernadora bonaerense para no más en las encuestas.
Las versiones afirman desde La Plata que Vidal espera con paciencia oriental el momento exacto de pegar un portazo e irse de Cambiemos, juntando alianzas con intendentes potables de la Provincia, y hasta viendo cómo se arman las fórmulas potables para el 2019.
“Su futuro no es con Macri”, dijo una voz anónima en la ciudad de las diagonales Tribuna de Periodistas.