Esta historia, que empezó hace varios meses con un primer artículo descriptivo y explosivo (1), trata acerca de cómo un par de inescrupulosos personajes se apoderaron de un laboratorio medicinal de primera línea a través de engaños varios a su propia familia y fugaron capitales ilícitamente para terminar vaciando una empresa familiar.
Aunque parezca el argumento de una mediocre película "clase B", esta historia es realmente cierta, con las bajezas y deshumanidades de gente inescrupulosa y con la sed de justicia de otra gente que trata de hacer dignamente su trabajo día a día.
Quien escribe estas líneas ha hecho una exhaustiva indagación sobre el tema, entrevistándose con una docena de trabajadores y ex trabajadores del laboratorio Roux Ocefa de Argentina y analizando documentación muy comprometedora a nivel legal, la cual induce a vislumbrar delitos tales como evasión impositiva, "arreglos" en licitaciones, fuga de capitales y vaciamiento de la citada empresa.
Contábamos en nuestro primer artículo cómo el Dr. Julian Andrés Roux -mediante artimañas y en acuerdo con su esposa Liliana Jacinta Santarelli de Roux y el fallecido Héctor Benedicto Blanco- despojó a sus socios (familiares) de gran parte de bienes que legalmente les correspondía mediante la creación de una empresa fantasma llamada Inversora Lusitana que supuestamente proveía de fórmulas, certificados y medicamentos al laboratorio Roux Ocefa de Argentina.
La estafa ha sido tan evidente que se obligó a pagar Royalties a dicha "inversora" uruguaya primero en dinero en efectivo y luego con acciones del laboratorio Ocefa a cambio de nada.
Y es que, del minucioso estudio de los Vademécums de Roux Ocefa desde el año 1960 -fecha de la creación de Inversora Lusitana- hasta el momento del despojo, no surge que haya existido motivo alguno para pagar los citados Royalties, ya que no sólo no se hicieron nuevos medicamentos, sino que muchos han desaparecido de los listados.
De lo antedicho se desprende que Roux Ocefa ha efectuado pagos y entregado acciones propias de la firma a cambio de patentes, medicamentos y licencias inexistentes. Si hubiera alguna duda, baste observar la subrepticia desaparición del Vademécum de medicamentos del laboratorio Herix en Internet.
Un dato de color: Julian Andrés Roux pertenece a la Soberana Orden de Malta. Para quienes no conocen los méritos que debe poseer un miembro de la mencionada logia religiosa, sólo enumeraré algunos, que -obviamente- no coinciden en absoluto con las virtudes del nombrado: sus miembros se comprometen a tener "conducta cristiana", ejemplar en la vida privada y pública, combinando vocación y compromiso con la solidaridad la justicia y la paz.
"Los miembros pueden definirse como gentilhombres católicos animados por una altruista nobleza de espíritu y de comportamiento".
¿Inversora Lusitana? me suena
Los fundadores de Inversora Lusitana son conocidos por la estela de operaciones turbias y cuestionables que han dejado en su trayectoria (el escribano Simón o al contador Damiáni, entre otros) aún antes de "ayudar" a Julián Andrés Roux y su esposa Liliana Santarelli a apropiarse totalmente del Laboratorio Roux Ocefa a través de la estafa a su propia familia, y son los que ayudaron a dejar en manos de esta ineficiente mujer la responsabilidad de su manejo.
No está de más recordar que el paso de Santarelli por el área administrativa ha dejado varias bajas, entre ellas, justamente las intenciones de su fundador original, el Sr. Julián Augusto Roux, cuyo único alivio en este momento, debe ser el de no estar vivo para observar la desaparición de la empresa que había creado con tanto esfuerzo.
Aseguran quienes más la han conocido que Liliana Santarelli es la persona que más ayudó a sepultar a Roux Ocefa, llevándolo a las más bajas posiciones de ventas de los laboratorios argentinos y en donde se encuentra actualmente.
Según propios trabajadores de la empresa, dicha mujer es tan irresponsable que, entre otras cosas, administraba la firma desde la comodidad de su casa, haciéndose llevar por correo interno la recopilación de los informes diarios y hechos que acontecían en el mismo.
Esta mujer, que no tenía una capacidad ni preparación previa para manejar el rumbo de semejante empresa -con más de 1.200 empleados-, se empeñó en destruir caprichosamente y de manera autoritaria la obra que Julian Augusto Roux, con esfuerzo titánico y conocimiento del mercado, había construido para toda su familia.
Ese mismo autoritarismo, sumado a la caída brusca del nivel de conocimiento y la inexistente guía del timón de la empresa, llevó a una gran baja en las ventas del otrora gran laboratorio y consecuentes despidos en masa.
Pero no sólo podemos hablar de ineficiencia, también hubo un giro total en la política de la empresa. De pronto, negocios lícitos como la producción y venta de medicamentos trocaron en el cobro de seguros por robo simulado de mercadería en tránsito.
Y es que desde que Santarelli se puso al frente de la empresa han crecido sospechosa e inexplicablemente los atracos a camiones con medicamentos.
El lema de esta incapaz mujer parece ser "todo vale", permitiendo que el laboratorio sea vehículo de delitos como fuga de capitales y otros.
Sopa de nombres
Faltaba en nuestro anterior artículo terminar de vincular algunos de los nombres de los que han ayudado, a nivel "profesional", a vaciar el laboratorio Roux Ocefa y abrir la puerta a los consecuentes delitos.
Esta gente, que ocupó cargos de jerarquía, lo hizo con tal impunidad que no prestó atención al cruzamiento de sus propios nombres en las diferentes pantallas, perdón... empresas.
No olvidemos que los montos de dinero que se manejaron en torno a esta maniobra han sido millonarios. Detallábamos anteriormente las elocuentes posesiones de Julián Roux hijo, entre ellas el coto de caza El galo, lugar que solían frecuentar ciertos personajes de la época de la represión militar como Albano Harguindeguy.
Eso, sumado a la elocuente impunidad con la que contaban los directores, los llevó a realizar burdas -y no menos básicas- maniobras, sin fijarse en las coincidencias de los nombres de sus propios estudios contables y escribanías. Hablamos, de hecho, de individuos muy cuestionados en el propio Uruguay.
Teniendo en cuenta que las empresas en cuestión son laboratorio Roux Ocefa de Argentina; laboratorios Herix SA de Uruguay e Inversora Lusitana del mismo país, las coincidencias son las siguientes:
-Héctor Benedicto Blanco: Gerente general de Roux Ocefa, presidente de Herix SA y presidente de Inversora Lusitana (sociedad pantalla). Estos cargos los ocupó simultáneamente.
-Dr. Julián Andrés Roux: Inversora Lusitana y Roux Ocefa. No figura en laboratorios Herix SA (para eso lo tenía a Héctor Benedicto Blanco )
-Liliana Santarelli de Roux: figura como directora de Inversora Lusitana en 1965 y figuraba como vicepresidenta de Roux Ocefa en el año 1982.
Firmó para la disolución anticipada -tal vez tratando de evadirse de algo- de Inversora Lusitana en el año 1989 en la escribanía Simon de Uruguay.
-Francisco Delpoggio y Emilio Fava (Estudio Fava y asoc.): Co-fundadores de Inversora Lusitana (luego firmarían como representantes de Lusitana), también son contadores de Herix SA.
-Escribano Simon y José Pedro Damiáni: el segundo es co-fundador de Inversora Lusitana y ambos figuran en un artículo del periodista Enrique Roldos del semanario Brecha en el marco de la compra irregular del hipódromo uruguayo Maroñas y en la carta póstuma del lavador de dinero Mariano Perel.
-Isabel Laurenzano: co-fundadora de Inversora Lusitana, es presidenta de Exterbanca, vinculada con los hermanos Rohm y el lavado de dinero.
Sabemos que las personas que provocaron el descripto desastre gozan de la tranquilidad que les otorga saber que su acción delictiva está prescripta a causa del tiempo ya transcurrido. Así y todo, lamentamos tener que informarles que quizás haya aspectos de dicha acción que aún serían punibles por estar viciados de nulidad.
En ese sentido, se han contactado con nosotros legisladores de la República Oriental del Uruguay interesados en indagar sobre el tema y preocupados por el complejo ilícito cometido en sus tierras.
Concluyendo
Liliana Santarelli ha demostrado ser una extraña en la industria Farmacéutica y muchos creen que sólo será recordada por su desconocimiento del tema y los desaciertos en sus propias decisiones.
Es probable que también sea recordada por sus competidores, agradecidos por haber podido tomar el lugar que antes ocupaba Roux Ocefa en el ranking de los principales laboratorios nacionales...
Christian Sanz
(1) Ver https://periodicotribuna.com.ar/Articulo.asp?Articulo=43
si a alguien le interesa hay pruebas del vaciamiento de Roux Ocefa atravez de Inversora Lusitana pruevas que en uruguay se escondieron... Contactar a travez de comentarios
hola, quisiera contactarme contigo