En los últimos tiempos, Roberto Navarro y Gustavo Sylvestre parecen haberse declarado la guerra. Hay antecedentes de ello allá lejos y hace tiempo.
Ahora volvió la pelea, pero por Twitter, donde el ex conductor de El Destape lanzó duras críticas a la señal de noticias C5N y también al propio Sylvestre, excompañero suyo de trabajo.
Todo empezó cuando Navarro se hizo eco de un twit subido por el periodista Gabriel Soglio –@gabrielsoglio-, en donde se identificaba a un supuesto policía de la Ciudad infiltrado entre los manifestantes que provocaron destrozos mientras se debatía el presupuesto 2019 en el Congreso.
“Da vergüenza que en el canal crítico no se diga que el infiltrado es un policía de Larreta”, lanzó Navarro en clara alusión a C5N. Más tarde, el propio Soglio borró el tweet en cuestión, por lo que la información brindada entra en un manto de sospecha.
Acto seguido, Navarro señaló en su red social que “Larreta puso los cascotes la noche anterior, los infiltrados hoy y luego la represión. Pero de él no se habla. Para qué lo están cuidando? Es el candidato? Gasta 400 pesos por “vecino” en pauta. La más alta del país. Entrá a las páginas personales de los periodistas y mirá”. El ejemplo que utilizó para intentar comprobar su teoría no fue nada casual.
“Los periodistas ponen paginas a las que no entra nadie para recibir millones por abajo. Es la institucionalización del sobre. Asi Larreta termina presidente. Y es un facho represor que mete infiltrados”, disparó. La página en cuestión era nada menos que gustavosylvestre.com, perteneciente a su ex compañero en C5N.
Sylvestre por su parte no respondió a las críticas de su colega y prefiere no entrar en discusiones con pares suyos. Revista Noticias explicó al respecto que este enfrentamiento no es nuevo.
“¿Cómo confiás en un periodista que hasta hace pocos años decía que la ley de medios era para callar a Clarín y ahora está del otro lado?”, había disparado Navarro a principios del año pasado, cuando todavía formaba parte del staff de C5N.
Ambos periodistas, identificados por ser críticos al gobierno de Mauricio Macri, parecen tener una relación irreconciliable, demostrando que la grieta llegó incluso adentro del periodismo calificado como “opositor”.