Jair Bolsonaro ganó las elecciones en Brasil y anticipa un modelo económico que contempla “privatizar aceleradamente”, aunque no está claro cuáles de las 141 empresas estatales piensa cerrar o poner en venta, tal cual lo anunció en campaña. Con el dinero que sacaría privatizando (700.000 millones, calcula su equipo) pagaría un nuevo sistema de pensiones, necesario si va a mantener su promesa de bajar la edad de la jubilación a 61 años para hombres y 56 para mujeres.
Mientras tanto, en la Argentina se discute cómo afectará ese resultado en su economía. Martín Redrado, presidente de la Fundación Capital y ex presidente del Banco Central Argentino, respecto de las elecciones en Brasil y sus perspectivas económicas entre la Argentina y el país vecino, confiesa “muchos economistas están confundidos”.
Redrado, planteó que “a mi juicio, la situación internacional y los flujos a países emergentes tenemos circunstancias que nos afectan como la situación de Estados Unidos, en particular, las presiones inflacionarias, que en mi forma de analizar la economía, están sobrevaloradas, fundamentalmente las presiones salariales que hay sobre los costos en los Estados Unidos, muchas veces nos ocurre a los economistas, que la técnica o la econometría no logra captar los fenómenos, sobre todo el incremento en la tecnología en la mejora en la estructura de costos y, en mi opinión, lo que está pasando respecto del análisis de la propia reserva federal es en muchos casos sobrevalorar los incrementos de costos sin tener en cuenta el impacto de la tecnología en los procesos laborales”.
A su vez, mencionó que la volatilidad, las presiones proteccionistas y los riesgos geopolíticos, y los que hacen TW, lamentablemente, donde a veces los dedos van más rápido que las palabras, generan tensiones y esas tensiones generan que haya cierres de los mercados internacionales en términos de financiamiento para países emergentes.
Según Redrado, uno de los principales desafíos que tenemos los hacedores de políticas públicas en países emergentes es diferenciar los fenómenos transitorios de los permanentes. Cree que no hay un fenómeno de cierre permanente del financiamiento hacia nuestros países. Sí está claro que hay ventanas de oportunidad. Hay momentos en que se cierran estos mercados y entonces no se pueden financiar estos países y hay momentos en que se abren nuestros mercados. El considera que el equipo económico del gobierno argentino estaba preparado solamente para un sentido de dirección, que es el ingreso de capitales, sobre todo los capitales financieros y no estaba preparado para la salida.
El principal desafío para un presidente de un Banco Central o Ministro de Economía sentado sea en Brasilia, en Buenos Aires, en Kuala Lumpur o en Pretoria, piensa el ex vicecanciller argentino, es cómo administrar los flujos de capitales que se mueven con una gran volatilidad, muchas veces sin la intervención del cerebro o de la mano del hombre sino mediante Program Trading. En ese marco él propone selectividad. Los fondos a países emergentes, según sospecha, van a venir de manera selectiva y permítanle hacer una comparación entre Brasil y la Argentina: “La crisis golpea más a la Argentina que a Brasil porque cuando uno mira los dos principales números con los cuales se analiza, si hay un banquero que está sentado en NY, Japón o Alemania decidiendo hacia dónde volcar flujos a países emergentes tiene en cuenta: primero el déficit fiscal y segundo el déficit de cuenta corriente. Brasil tiene un cuantioso déficit fiscal, casi 7 puntos del producto, pero una muy baja dependencia de dólares del exterior. Ese fenómeno en Brasil se da ya que tiene un mercado de capitales local muy profundo que le permite financiar a las empresas brasileñas y por supuesto en parte al estado de Brasil”.
Para Redrado, en Brasil recientemente se llevó a cabo una reforma fiscal que permite que el gasto público no crezca más allá de la recaudación y la mencionada reforma laboral, pero esto hace que, a pesar de tener un déficit importante, Brasil se pueda financiar en el mercado local y el déficit de cuenta corriente que es, a mi juicio, el central que debemos atacar en este momento, es decir: ¿Cuántos dólares consumimos los argentinos y los brasileños del exterior y cuantos dólares producimos?
Por su lado Alejandro Bianchi, presidente de CFA Society Argentina, indicó que “viendo un poco el contexto que estamos viviendo puedo ver que si uno devalúa, el otro quizás tiene problemas y termina quedando en default. Si los costos laborales hoy son 30% más bajos en Brasil por las reformas políticas, nosotros terminados devaluando un 30% en términos reales. Desde el punto de vista político si la Argentina termina optando por una salida de un determinado modelo económico, a la larga Brasil se encamina a algo similar. También judicialmente, si en Brasil sucede un Lava Jato, tiempo más tarde la Argentina entra en un Gloria Gate. Por lo tanto me parece que tenemos mucho para aprender, mucho para ver el uno del otro”. Bianchi explicó “CFA Society Argentina es una ONG sin fines de lucro, compuesta por un grupo de voluntarios que han estudiado el programa CFA, y han pasado esos tres niveles de preparación en finanzas. Me parece importante que estos profesionales debatan en el marco las elecciones en Brasil, y en un contexto tan complicado como el actual”.
En el fondo, el presidente de CFA Society Argentina, considera que al ser hoy Brasil y la Argentina países emergentes, compiten por el mismo flujo de capitales de los fondos que se invierten en países emergentes y en definitiva deberían aprender sobre los procesos. Cree que sí trabajan de forma colaborativa y entienden esos procesos económicos, políticos y judiciales que están van a lograr que los profesionales de la industria de inversión mejoren el contexto económico en el que vivimos y los rendimientos para inversores. Carlos Lamiral.
Está claro que Bolsonaro, privilegiará los acuerdos bilaterales que a los del "Mercosur". Es por ello que serà positivo un PRONTO SINCERAMIENTO SIN RENCORES entre ambos gobiernos, Pues tanto Brasil como Argentina, son complementarios y hasta sinergicos en muchos aspectos de su economía y en rubros como el Turismo y la industria automotriz. Lo triste es para Argentina, es que Brasil ,està PREPARADO y ORIENTADO al mercado externo, mientras que Argentina, por consecutivos yerros de VISION ESTRATEGICA, solo tiene visiòn de CONSUMISMO INTERNO, lo que resulta mediocre y autolimitado para aspirar a un desarrollo SOLIDO Y SUSTENTABLE, empezando desde las PYMES hasta grandes Industrias, al estilo Arcor, Techint. Esperemos que con Vaca muerta y la sustentabilidad energètica, permita salir de la mentalidad de "cabotaje" y tener la valentía y el ingenio para SALIR AL MUNDO, con los produtos fortaleza de nuestro paìs, empezando por el rubro alimentaciòn, pero no solo de la "materia prima" o commodities, sino de lo transformado.