La senadora Cristina Fernández se encuentra inmersa en el medio de la escena política y en ese sentido, en este último año, se han realizado decenas de encuestas que la presumen candidata a la presidencia para el año 2019.
Si se toman en cuenta los últimos sondeos, es decir la imagen socio-política coyuntural, Cristina sería electa con el propósito de ostentar el sillón de Rivadavia aplazando en un segundo lugar los sueños reeleccionistas del actual mandamás Mauricio Macri.
Hace un tiempo que desde Tribuna de Periodistas se reveló el entramado que el macrismo teje dentro de los Tribunales de Comodoro Py con el mero objetivo de mantener a la otrora jefa de Estado en libertad dado que, gracias a la disgregación que ello generaba dentro de la oposición, el actual presidente poseía mayores chances de consignar su reelección.
El problema que en la actualidad corroe el cerebro del primer mandatario y su alianza ejecutiva es el hecho de que la mayoría opositora al oficialismo comenzó a acercarse a la figura de la senadora nacional y tras ello lograr unificar los votos de aquellos ciudadanos que se encuentran rotundamente en contra de las políticas que Cambiemos viene llevando a cabo desde el 10 de diciembre del 2015.
En ese contexto, el macrismo, y sobre todo Macri, Peña, Garavano e Izura, descontinuaron el arengue que venían practicando dentro de los Tribunales para conseguir su objetivo con elocuente aspiración reeleccionista.
La preocupación coetánea tiene otras características: Como ya demostró el ex presidente brasilero Lula Da Silva, igualmente populista que su colega argentina, cuando un mandatario consigue hospedaje en una celda, su aprobación social asciende inusitadamente.
Como ya se sabe, es prácticamente imposible que se dictamine una condena firme en el caso de CFK, estando ésta apadrinada por los fueros que la mantienen dentro de la Cámara de Senadores, y casi sin posibilidad alguna de que le brinden el desafuero a causa de no poseer, justamente, dicha condena firme, lo cual, le evita al Poder Judicial tomar todas las medidas investigativas adecuadas para poder ejecutar la sentencia.
Siguiendo por el mismo sendero, lo mayormente promisorio respecto del tópico jurídico que podría avanzar en el caso de la senadora líder de Unidad Ciudadana, es la prisión preventiva, lo cual, como se menciona más arriba, le brindaría mayor aval social y, consecuentemente, mayor posibilidad de dirigir el país a fines de 2019.
Las Causas
Entre las seis causas que se encuentra protagonizando la ex primera dama de Néstor Kirchner, aparece acusada de asociación ilícita, lavado de dinero, sobornos, encubrimiento del atentado a la AMIA (traición a la patria), y delito de administración infiel en perjuicio de administración pública.
Algunas de las mencionadas figuras legales tienen penas menores a los tres años, por lo cual pueden llegar a ser excarcelables, salvo en el caso, por ejemplo, de ser considerada líder de asociación ilícita que, en ese caso, la pena mínima es de 5 años de prisión, por lo cual no comprende ese beneficio.
Sin embargo, como se mencionó antes, las probabilidades de que a Cristina se le dictamine una condena firme son tan escasas como irrisorias y de lograrse debería pasarse por un proceso ad infinitum, a sabiendas de que primero debería resolverlo el Tribunal de Primera Instancia, luego la Cámara Nacional de Casación Penal y por último la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
En el mientras tanto, si el juez considera subjetivamente que la senadora presenta riesgo de fuga o de entorpecimiento de la causa y dicta la prisión preventiva, no sólo le servirá a Cristina para victimizarse y casi asegurar su presidencia en la próxima elección sino que, además, podrá quedar en libertad gracias a una escueta caución.
De esta forma se lo explicó el abogado penalista Maximiliano Legrand a Tribuna de Periodistas: “Si la condena es firme y es mayor a tres años no se puede usar caución (…) la caución es solamente mientras tengas tu estado de inocencia. Si tu sentencia no está firme vos podes echar mano en la caución, es decir, vos podes quedar en libertad bajo fianza”.
Conclusión
En el modo práctico, tomando en cuenta que una encuesta es una mera fotografía de la situación coyuntural, CFK, en la actualidad, y según los sondeos, tiene ganadas las elecciones presidenciales.
No obstante, en el caso de dictarse su prisión preventiva, casi no quedarían dudas de la victoria electoral que consignaría con la mejor campaña política que podría haberse imaginado: una corta victimización tras las rejas.
El macrismo en general, y Macri en particular, tendrán que empezar a revisar otras estrategias neo-electorales si tienen las ganas de forjar una nueva presidencia y mantenerse en el poder hasta el año 2023.