Las razones por las que el kirchnerismo necesitaba apartar al fiscal Carlos Stornelli de la investigación judicial más importante de la historia argentina. Los vínculos entre la abogada del empresario extorsionado con la Justicia Militante K y Horacio Verbitsky. El oscuro pasado de los protagonistas de la trama y cómo, de un lado y del otro, Marcelo “Patán Rambo” D´Alessio engañó a todos.
El fin de semana, Horacio Verbitsky celebró la publicación de unas grabaciones realizadas clandestinamente por el empresario agropecuario Pedro Etchebest al supuesto abogado Marcelo Sebastián D´Alessio. Nadie se preguntó cómo el periodista contaba con el material a pesar de que la investigación judicial por el delito de extorsión, radicada en Magdalena, estaba en secreto de sumario. El juez Alejo Ramos Padilla debería explicarlo.
En la anterior nota descubrimos que la abogada de Etchebest, Natalia Belén Salvo, escribía en el portal de Verbitsky. La respuesta fue dar de baja sus redes sociales y quitar las notas de la web. La amistad militante entre Salvo, Verbitsky, el ex titular de la Inspección General de Justicia, Ricardo Nissen, explican la insistencia en hacerle creer a su fanático público que D´Alessio es creíble cuando se presentaba como un influyente operador que cobraba dinero de parte del fiscal Stornelli. Por eso, el abogado de Hugo Moyano, el ex juez Daniel Llermanos, anticipó lo que se le vendría al fiscal de los cuadernos. Llermanos, Maximiliano Rusconi y Carlos Beraldi participan en tertulias académicas con Salvo.
En ese sentido, no sorprende que Eduardo Valdez, hombre cercano al Papa Francisco, converse del tema con el detenido y condenado Juan Pablo Schiavi, ex secretario de Transporte de Cristina Kirchner o que Roberto Baratta se excite con la operación contra el fiscal al que le debe sus días en prisión. Contrariando a Elisa Carrió y a Joaquín Morales Solá, es más factible que el rumor haya corrido entre los actores que necesitan apartar al fiscal Stornelli de la causa de los cuadernos de que se haya gestado la “operación” desde prisión.
Utilizo el término “operación” porque a los fanáticos K y a los delincuentes que necesitan apartar al fiscal que tiene en su escritorio la investigación que sentó en el banquillo de los acusados a la Patria Contratista de los últimos 30 años, la verdad es un obstáculo. Internamente, saben que los dichos de Marcelo D´Alessio son parte del “cuento del tío” que le hace un hábil e inescrupuloso “investigador” para averiguar el patrimonio de la víctima, apretarlo y cobrarse el trabajo. La “acción psicológica” de arrinconar al extorsionado haciéndole creer que todos sus secretos serán revelados sino hace lo que dicen que tiene que hacer o, mejor dicho, “sino la pone”. Práctica habitual utilizada por los servicios de inteligencia de los tiempos de Fernando Pocino, Jaime Stiuso y César Milani; muchos de ellos, que se han tratado de reciclar, algunos con éxito, en la gestión de Cambiemos, proponiéndose como informantes de “los buenos”.
D´alessio aportó información valiosa en la causa del Gas Licuado, por la que Stornelli detuvo a Roberto Baratta. Conocía el paño por su paso por ENARSA, ente estatal en el que trabajó desde el 2011 al 2013 y en el que tuvo cercanía con su ex presidente, Exequiel Espinoza, cercano a Julio De Vido. En sus ratos libres, corría en TC Mouras con el apodo de “Patán” y llevaba a sus “Penélopes” – chicas voluptuosas – para endulzar la vista de otros pilotos. Se sacaba fotos con Agustín Canapino, hijo del célebre preparador de automóviles, Alberto Canapino. Éste último impulsó la carrera de Claudio Bisceglia, otro corredor que su taller mecánico fue investigado por la justicia, y que tuvo un amorío con la “confidente” de Lázaro Báez tal como descubrí en una investigación para Infobae.
La historia del enamorado de Liliana Costa, la mujer que cobraba los alquileres de departamentos y otras yerbas del empresario detenido Lázaro Báez, generó un revuelo infernal y el fin de esa relación. Los que lo conocen, no entendían cómo Bisceglia empezaba a disfrutar los placeres materiales de la vida y mi celular sonó desde el country Saint Thomas Este, donde la confidente de Báez se preparaba para comprar un costoso lote con dinero que el titular de Austral Construcciones sospechaba que le estaban mexicaneando. Así estuve cara a cara con Marcelo D´Alessio. Me sorprendió su nivel de vida, sus lujos y excentricidades. Sus increíbles anécdotas e historias, contactos reales con afamados periodistas y empresarios. Le interesaba saber quién era mi fuente y contarme que estaba investigando al entorno de Báez para conocer la real dimensión de su fortuna y si provenía del narcotráfico. Ese mito se dijo en televisión como una pista cierta que investigaba EEUU en un prestigioso programa de TV.
Una foto suya con el corredor Bisceglia, pareja de la confidente de Báez, le generaba urticarias. Esa mañana me contó sus aventuras en Irak. Dudé de su relato, corroboré que había datos y relaciones existentes y otros que no lo eran. Un empresario me confesó que había sido extorsionado por el ex corredor pero que, por sus nexos con el kirchnerismo y con el actual gobierno, prefería dejarlo así, sin denunciarlo.
A D´Alessio lo volví a ver en exitosos programas de televisión como panelista o invitado experto en Seguridad y Narcotráfico. Un extraño agente encubierto de la DEA que le contaba a todos sus interlocutores que era integrante de ese organismo. No es fácil sentarse en programas como Animales Sueltos ni llegar al despacho del fiscal más relevante de los últimos tiempos. D´Alessio los embaucó a todos. Le ofreció a Stornelli información de nuevos arrepentidos sobre la causa de los cuadernos. Venía recomendado por un reconocido periodista. También conoció a Elisa Carrió. Se jactaba de producir investigaciones y cámaras ocultas para programas de uno de los principales canales de noticias del país. En el 2017 nadie recordaba el pasado en ENARSA de Patán o se preguntaba cómo había hecho su fortuna. Tampoco si había pasado por la Comisión de Valores a fines de los noventa, si tenía relación con la AFIP de Ricardo Echegaray, por su publicidad bautizada “678” en el TC, sus vínculos con los hijos de Cristóbal López – Nazareno es corredor profesional de autos – a través de Bisceglia o sus jugosas sociedades comerciales como Plaza Madero Inversora, Vilallonga Furlog, IDOR o Natural Trout con Daniel Sorzini y su mujer, Maria Valentina Oettel.
Se presentó ante el periodismo argentino como abogado y economista, máster en psicología forense y criminal en Barcelona, Instructor de Tiro Táctico en USA – según registros del Foro de Periodistas – y piloto militar y comercial 1. Su foto en Irak durante la guerra del Golfo es más trucha que las denuncias de represión adulteradas por Leopoldo Moreau o los informes sobre la desaparición de Santiago Maldonado presentado por un ex legislador K.
Pero D´Alessio era palabra santa. No es tan difícil llegar a la televisión y ser presentado como un experto en astrología, psicología, futurólogo o narcotráfico. El problema es cuando el periodista se enamora de una fuente y termina siendo su carta de presentación ante la justicia y la política.
La defensa del protagonista del affaire judicial, político y periodístico del verano 2019 es que él fue la víctima, que la extorsión no existió y se trataba de una operación investigativa realizada para conocer el patrimonio de Etchebest (el extorsionado dice no tener dinero pero sus hijos cuentan con firmas off shore en EEUU tal como insinuó D´alessio) y que lo quieren matar. No es la primera vez que un abogado relacionado con los servicios de inteligencia contraataca de esa manera. Recordemos lo que pasó con los involucrados en el seguimiento previo al fallecido fiscal Alberto Nisman.
El error que cometió Etchebest y alertó a D´alessio fue que le ofreció un sobre de madera cerrado con 15 mil dólares y, cuando el abogado lo observó sin llegar a tocarlo, el hombre del agro acotó: “Contalo”. D´alessio supo que lo estaban grabando y que la única foto que faltaba era la suya contando la plata. Se presentó ante un escribano a dar su versión de los hechos y devolvió el dinero. Esto no lo exculpa de sus supuestos delitos. El cazador había sido cazado pero tenía una segunda oportunidad.
La grieta mata a la verdad
La grieta, fogoneada desde el Estado por la ex Presidenta Cristina Kirchner, dinamita a la sociedad y pone de rodillas al periodismo. Ningún lector cambiará sus creencias previas con esta investigación ni con ninguna otra.
El periodismo militante está decidido en destruir la investigación de la causa de los cuadernos para salvar a su líder política y a ellos mismos. El fin justifica a los medios y, por ello, no se preguntaron lo obvio: ¿Son creíbles los dichos de D´alessio? ¿Quién es? Cuando lo supieron no se lo contaron a su público. La historia suena creíble por los oscuros antecedentes del fiscal Stornelli como de gran parte de la justicia federal argentina. Todos tienen un muerto en el placard.
El fanático pierde objetividad cuando cree en los dichos de audios grabados en secreto pero desecha escuchas telefónicas de un ex funcionario preso o de un operador papal confesando sus deseos.
El periodista militante cree cuando D ´alessio extorsiona en nombre de Stornelli pero no publica que “Patán” se jacta de haber sido parte de una supuesta financiación para hacer de Bergoglio Papa. Tampoco se pregunta cómo el supuesto extorsionador pone de su bolsillo, nada más y nada menos, que 100 mil dólares porque es bondadoso.
Cuando el periodismo se hace las preguntas más simples, se acerca a la verdad. En cambio, si los formadores de opinión se convierten en actores fundantes de tal o cual proyecto político, la verdad es sólo un obstáculo para alcanzar sus verdaderos intereses. Periodismo y punto