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Dos caras de la misma moneda

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MACRI, IBARRA Y UNA RARA SOCIEDAD
MACRI, IBARRA Y UNA RARA SOCIEDAD

Aunque suelen aparecer como severos contrincantes toda vez que pueden, Aníbal Ibarra y Mauricio Macri no son tan antagonistas como aparentan. Cada uno conoce los más increíbles secretos del otro y han refrendado un pacto no escrito de no agresión mutua. "Macri permite e Ibarra reparte", le dijo a este periodista un anciano periodista que trabaja como acreditado en la Legisltatura de la Ciudad de Buenos Aires.

 

"Si trazaras una radiografía sobre todos los cargos existentes en el Gobierno de la Ciudad verías que algunos de ellos son ocupados por el Macrismo", asevera la misma fuente.

Lo realmente increíble de esta "alianza no escrita" es que ambos personajes tienen mucho que esconder respecto a su pasado, incluso en lo referido a quienes acompañan a uno y otro. Eso les permite negociar sin problema alguno y repartirse parte del botín del jugoso presupuesto porteño.

Luego de lo ocurrido en República Cromagnon, se ha demostrado sobradamente que existen verdaderas "cajas negras" que han sido claramente estructuradas durante años de administración porteña, sobre todo por parte de Ibarra y la Alianza. Cajas por las que se fuga buena parte del patrimonio social de la ciudad.

Según palabras de uno de los candidatos de Partido Obrero, Marcelo Ramal, "Buenos Aires maneja recursos muy importantes que son convertidos en un botín por grupos contratistas e inmobiliarios, y el estado de la ciudad ha sido el vehículo de estos intereses económicos. Ibarra lo ha representado con toda claridad: los contratos de la basura donde se pagan sobreprecios de 80 millones de pesos por año y el proceso de desarrollos inmobiliarios que demuestran la voluntad de avanzar en este proceso de entrega de la Capital Federal a estos grandes intereses".

Estas palabras, que describen una situación innegable de depredación política y ambición desmedida, nos sitúan en el escenario actual del descontrol porteño. Parte de la culpa les cabe a Ibarra y Macri, dos personajes que han representado oportunamente una dicotomía de cabotaje de las peores que ha tocado vivir al país.


Macri: de oscuras fortunas y supuestos negocios "exitosos"

Mauricio Macri, quien alguna vez se autodefinió como "hipermenemista", es un oscuro empresario que amasó, junto a su familia, una -mal habida- fortuna desde la dictadura militar hasta el presente a través de contrataciones espurias con el estado y el no pago de sus propias deudas millonarias, que pasaron a engrosar la actual deuda externa.

Parte de la fortuna que la familia amasó fue creciendo -Carlos Menem mediante- gracias a algunas de las privatizaciones más cuestionadas del país.

Entre las tantas concesiones que los Macri consiguieron a través del menemismo, tenemos la escandalosa adjudicación que les fue otorgada a través de Correo Argentino S.A., empresa que luego fue concursada -por culpa de los Macri- por adeudar 276 millones de dólares a los bancos Galicia, Río, Citi, BID, Mundial y Nación.

Y no es casual que esto les sucedida justamente a ellos: ya en su momento Mauricio Macri y su padre fueron procesados por el juez federal Roberto Marquevich por el contrabando de 1936 autos, delito por el cual también los sentenció Carlos Liporaci, trabándoles un embargo de 4,9 millones de pesos.

En la ciudad de Buenos Aires, los Macri ganaron millonadas de dinero. Entre otros negocios, por la recolección de residuos a través de la empresa Manliba. Y los sobreprecios que facturaron fueron tan elevados que, cuando el corrupto Carlos Grosso se fue del poder y el gobierno de la Ciudad renegoció la recolección de residuos y dejó afuera a Manliba, la ciudad se ahorró la friolera de 50 millones de pesos por año.


Síganme... que los voy a defraudar

Más allá de los espurios antecedentes de Mauricio Macri y su oscuro pasado, cuando uno analiza el listado de personas que lo acompañan políticamente, puede observar que muchos de ellos portan antecedentes que hacen dudoso que uno crea que existe algún interés concreto de ayudar a la gente por parte de ellos. La mayoría de estos ha formado parte de la trouppe del corrupto ex intendente Carlos Grosso.

Veamos:

-Jorge Argüello: ex Cavallista, fue titular del Concejo Deliberante durante la gestión de Grosso en la Intendencia.

-Lucrecia Monti: una mujer cuyo mayor mérito es ser la esposa de Eduardo Rollano, un ex aliado de la procesada Claudia Bello.

-Cristian Ritondo: ex dirigente menemista que, por si este fuera poco antecedente, trabajó con el inimputable Miguel Angel Toma.

-Jorge Vanossi: Recientemente se negó a asesorar a la colectividad de origen árabe porque "para mí, el mundo termina en los montes Urales", es decir, donde termina Europa. En su momento visitó a la odiada Corte Suprema y aseguró a sus integrantes que no se les pediría la renuncia. Declaró que solicitarles la renuncia con "una pueblada era una salvajada".

-Juan Pablo Schiavi: hoy jefe de campaña de Macri, fue hombre de Grosso. Macri lo conoció a principios de los '90 cuando era subsecretario de Mantenimiento y Servicios de la Municipalidad y había que negociar con Manliba los provechosos contratos de la basura.

-Mario Moldován: trabajó en la dirección de prensa de la Municipalidad porteña durante la gestión Grosso. Después fundó la empresa Ejes, especializada en monitoreo de prensa, que fue contratada por Macri para el diseño de su estrategia comunicacional.

-Orlando Salvestrini: secretario de Hacienda durante la intendencia de Grosso, fue presidente de Itron y Correo Argentino (empresas del Grupo Macri) y tesorero de Mauricio Macri en el Club Boca Juniors.


Ibarra: el hombre de la (más) cara de hierro

Aníbal Ibarra, actual Jefe de Gobierno, es sólo un pseudo progresista que ha entregado gran parte del presupuesto porteño a un grupo de pulpos contratistas encabezado por el ambicioso empresario Benito Roggio.

La ineptitud de su persona se ha visto reflejada en el ineficaz manejo de la tragedia de Cromagnón el 30 de diciembre pasado, lo cual ha provocado su consecuente -y estrepitosa- caída en las encuestas de opinión.

Hablar de Ibarra es hablar de la represión feroz desatada en Padelai y Brukman, el apoyo a punteros truchos como el asesino Guillermo Villar, el veto a la jornada de 6 horas de los trabajadores de Metrovías o la sistemática violación del Código de Planeamiento Urbano de la Ciudad de Buenos Aires.

En su momento el propio ex menemista Gustavo Béliz -hoy defensor de Ibarra- lo denunció a través de un tal Victor Picciano ante la Justicia Penal por graves irregularidades y corrupción. Paradojas mediante, Ibarra terminó aceptando que Picciano -su denunciante- integre su propia lista.

Ibarra es un hombre con gran amor por su familia. A continuación se detallan algunos de los cargos ocupados por sus propios parientes:

1) Vilma Lidia Ibarra, (hermana), Senadora Nacional por la Ciudad.

2) Pablo Nestor Mazza, (primo), Subsecretario de Gestion Estrategica de la Ciudad.

3) Ruben Ricardo Ibarra, (hermano), Contratado en el Ente Regulador de Obras Sanitarias de la Ciudad.

4) Juan Carlos Lopez, (cuñado), hasta hace poco Procurador General de la Ciudad.

5) Analía Silvia Heiss, (cuñada, esposa de Juan Carlos Lopez), Contratada en Corporacion del Sur de la Ciudad.

6) Marcela Sandra Heiss, (ex esposa), Contratada en Dirección del Banco Ciudad.

7) Laura Elizabet Rodeghiero, (cuñada, esposa de su hermano Ruben), Contratada en Corporacion Puerto Madero por la Ciudad.

8) Adrian Leonardo Lebendiker, (cuñado, esposo de su hermana Vilma), Director de Centro de diseño Metropolitano de la Ciudad.

Asimismo, Ibarra es un hombe de varias propiedades y gran fortuna, compartida con sus propios hermanos, Vilma y Rubén. Por caso, Vilma posee 7 propiedades a su nombre y Rubén otras tantas.

Quienes conocen al jefe de Gobierno aseguran que posee algunos "socios" -léase testaferros-, como Gustavo Enrique Galbiati o el conocido Ariel Schifrin.


Dime con quien andas...

Ibarra no tiene nada que envidiar a Macri en relación a los personajes que lo acompañan en su tarea política. Y es que el actual mandatario de la Capital Federal también se nutre de personas con pasados no muy claros.
Veamos:

-Jorge Telerman: candidato a vice jefe de Gobierno, fue vocero de Guido Di Tella, canciller del menemismo. Entre sus logros -el mayor papelón de su carrera- encontramos el derrumbe del Pabellón Argentino en la Exposición del Quinto Centenario, en Sevilla. Gracias a él, la Nación quedó debiendo 800.000 dólares.

Luego de ese bochorno histórico, pasó a ocupar un puesto de la embajada Argentina en Cuba ante la OEA. Allí defendió las políticas menemistas ante Fidel Castro y fue anfitrión del riojano en 1999.

-Eduardo Jozami: señalado por el "clamor popular" como uno de los artífices del fraude de los "planes de urbanización" junto a Ibarra.

Si bien ahora apoya a Ibarra, en su momento Jozami hizo de oposición del actual jefe de Gobierno y terminó rompiendo lanzas para irse al ARI, partido de Elisa Carrió. Eso sí, sin abandonar su sillón en el Gobierno de la Ciudad.

-Miguel Bonasso: pseudo periodista y operador, responde fielmente al presidente Néstor Kirchner (sólo baste leer sus propios artículos sobre el primer mandatario en Página/12).

-Juliana Marino: ultra Kirchnerista. Enfrentada en su momento a Gustavo Béliz, ahora lo apoya y viceversa.

-Norberto La Porta: ex legislador socialista, apoyó con su puño y letra a la dictadura de Massera y Videla.

-Claudio Lozano: economista de la CTA, ha sido un gran cuestionador de la tarea de Ibarra para terminar integrándose a su proyecto político. Al acompañar a Ibarra, Lozano ha borrado con el codo todo lo escrito con la mano en materia de "shock redistributivo y políticas sociales".


Finalmente

La elección porteña para algunos es sólo un trámite para ver quién se quedará con la gran caja negra que representa la Ciudad de Buenos Aires. Y es que con políticos como los que están en juego no hay manera de que la lectura de las elecciones sea diferente. Todos los políticos que compiten en la carrera electoral, incluídos los incombustibles Rafael Bielsa, Ricardo López Murphy y Elisa Carrió no generan mejor opción que lo que el Ibarrismo representa en la actualidad. Cabe preguntarse ¿Qué nos asegura que la misma gente que en el pasado no ha actuado con transparencia ahora lo haga? ¿Es que alguien cree en milagros hoy en día?

Mejor dicho... ¿Alguien cree en milagros respecto a los políticos vernáculos?

 

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