Lo acontecido el último domingo en la provincia de Neuquén respecto de la elección en la cual se eligió gobernador y vicegobernador, puede abrir una ventana para entender lo que sucede a nivel nacional con candidatos de distinta ideología políticopartidaria.

El ganador de dicha elección fue Omar Gutiérrez, perteneciente al Movimiento Popular Neuquino (MPN), que tiene sus bases en el peronismo sin Perón, conocido como “neoperonismo”, aunque actualmente muy cercano al oficialismo.

Gutiérrez consignó con el 39,92% de los votos la reelección por sobre Ramón Rioseco (Frente Neuquino-Unidad Ciudadana) que consiguió el 26,06% y quedando en tercer lugar, el candidato de Cambiemos Horacio “Pechi” Quiroga con el 15,13% de los sufragios.

Si bien el Frente Popular Neuquino viene gobernando la provincia desde 1962 ininterrumpidamente (a excepción de los años en los que gobernó la Dictadura Militar), estos números, tan dispersos unos de otros, dejan demostrado el apoyo que socialmente tiene el oficialismo, que quedó en tercer lugar y aproximadamente 25 puntos porcentuales por debajo del reelegido gobernador.

Ello divisa una importante pérdida de aval social para cambiemos en la provincia de “Vaca Muerta”, dado que si las elecciones se hubiesen  realizado en el año 2017, en Neuquén, el candidato de Cambiemos, hubiese estado mucho más cerca de salir victorioso, ello teniendo en cuenta el apoyo que ostentaba entonces el oficialismo.

Dicho sea de paso, el partido que lidera el actual presidente Mauricio Macri, quedó por debajo del que dirige la otrora presidenta Cristina Fernández, y el margen no fue chico, sino que se trató de una diferencia mayor a los 10 puntos porcentuales.

¿Qué quiere decir?

La erosión generada a raíz del tópico económico se trascribió en los números de una votación dirigida en detrimento a Cambiemos.

La crisis económica pone el foco de muchos argentinos en otros candidatos por fuera de Cambiemos, buscando otras opciones que, en forma subjetiva, consideran que podrían sacar al país del atolladero hiperbólico económico en el que se encuentra sumergido.

Si estos resultados se transfieren a nivel nacional (lo cual sería completamente errado porque deja sin efecto la opinión de los ciudadanos de las restantes 22 provincias), el kirchnerismo tendría más chances de volver a gobernar el país dejando a Cambiemos en general y al macrismo en particular, fuera del sillón de Rivadavia.

¿Qué pasará? Aún no se sabe,  pese a ciertas especulaciones que se dieron a conocer en la últimas horas, no se puede basar las elecciones presidenciales en el análisis de lo acontecido solamente en una provincia, los meses y las consecutivas elecciones a la gobernación quizá puedan brindar una idea un poco más elocuente respecto de lo que pasará a nivel nacional.