Esta semana, 12 funcionarios de la Aduana fueron declarados culpables de los delitos de "contrabando y asociación ilícita" y exonerados de sus cargos, en el marco de un juicio abreviado que se realizó en la causa conocida como "La Mafia de las mudanzas".

Los imputados fueron sentenciados por el Tribunal en lo Penal Económico Número 1 a penas de hasta cinco años de prisión y pago de multas por cuatro a 20 veces más del valor de mercado que posee la mercadería incautada durante la investigación, según consignó un comunicado de la AFIP.

El fallo del Tribunal se produjo como parte de un acuerdo entre las defensas de los acusados y el Ministerio Público Fiscal.

Algunos de los funcionarios aduaneros involucrados son: Graciela Vesella, David Kyselycia, Leonardo Savio, Pedro Gómez, Edgardo Paolucci, Eduardo Bernardi, Gustavo Pellegrina, Maximiliano Ciappina, Julio Loscalzo, Edgardo Kornuta, Marcelo Carone e Irene Machuca.

Hasta ahí, todo bien. Lo curioso es que la mayoría de esos nombres fueron señalados y expuestos por Tribuna de Periodistas en el año 2006. No solo los allí mencionados, sino también muchos otros.

La nota la firmó el director de este portal, Christian Sanz, y se tituló “Corrupción en la Aduana”. En ese artículo aparecen varias docenas de nombres con su pertinente número de legajo y los desaguisados que lo salpican. No existe antecedente periodístico similar en ningún otro medio.

No fue la única nota: en 2011, TDP contó en exclusiva cómo funcionarios de la Aduana “evaporaron” dos millones de pesos. En esa nota ya asomaba el nombre de Edgardo Paolucci.

Por su gravitación, el escándalo llegó a los grandes medios, que publicaron la trama, obviamente sin citar a TDP.

Este portal llegó a publicar el número de cuenta a través de la cual se habrían movido los fondos, pero ni siquiera ello logró que la justicia hiciera algo. Hasta ahora.

Dicen que la justicia llega tarde, pero llega. Parece que eso, a veces, ocurre.