La idea, negociada entre bambalinas, cuenta con el beneplácito de los Fernández y de Kicillof en el ámbito bonaerense.
El objetivo es que el 10 de diciembre, las nuevas autoridades asuman con las manos libres y sin necesidad de enfrentar asuntos conflictivos.
“Macri despeja el camino a Alberto para poder atender de lleno el problema de la deuda”, confió un dirigente próximo al entorno del flamante presidente.
De todas formas, el tema más urticante que quedaría hacia futuro, sería el energético, donde la agenda es más compleja.
Por un lado, el retraso tarifario pendiente de actualización rondaría el 20% que se debería completar en el verano de 2020.
Por otro lado, las nuevas autoridades debieran encarar un esquema definitivo para las inversiones en Vaca Muerta.
“Si cada vez que se mueve el precio del petróleo o el dólar tenemos que ajustar precios en boca de pozo y eso después se traslada a toda la cadena de producción, transporte y distribución de energía, vamos a tener inflación permanente”, sostienen en las filas peronistas.
De la energía y de la deuda dependerá casi exclusivamente el nuevo esquema económico.
“Son los dos temas más agudos que tiene por delante Alberto Fernández. Si logra encuadrarlos, va a tener el camino despejado para alcanzar un acuerdo social de precios y salarios”, confían quienes conocen los planes del presidente electo.
El verano va a servir para atender la cuestión social y para terminar de redondear la cuestión energía y deuda.
La idea es que todo se acomode dentro de los famosos primeros “100 días”, para después encarar el acuerdo económico social.