El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) va a corregir sus proyecciones de cosecha para la Argentina, en su próximo informe mundial, debido a los menores rindes previstos como consecuencia de las sequías registradas en algunas zonas y los excesos hídricos en otras.
Los productores nucleados en los grupos CREA están reportando que los cultivos en toda la zona núcleo muestran las secuelas de enfermedades debido a una conjunción de altas temperaturas junto con humedad excesiva.
El trigo aparece como el cultivo más afectado y las proyecciones de los rindes han caído un 20%, por lo cual la proyección de cosecha ha bajado a 18 millones de toneladas. Esa cifra está muy lejos de las expectativas de comienzo de la temporada, cuando los analistas rurales habían pronosticado otro máximo de 20 millones de toneladas.
De esta manera, habría un saldo exportable de unas 11 millones de toneladas, algo que parece que nuestro principal socio del MERCOSUR, Brasil, no estaría dispuesto a adquirir. Esto reduce también no solo el ingreso de divisas sino también los ingresos por retenciones.
El otro problema que deberá enfrentar el presidente, Alberto Fernández, luego del 10 de diciembre, es que una vez superado el conflicto comercial entre China y los EEUU, Beijing optará por comprar soja en el norte por la menor incidencia del flete, en momentos que se necesitará exportar dólares desesperadamente para apuntalar una economía que estará en dificultades, por el efecto combinado de la inflación y el default.
En este contexto, todo esto podría complicarse si la administración de “Los Fernández” decide echar mano al fácil expediente de aumentar las retenciones. Por ahora, no hay definiciones y eso es peligroso.
En poquitos días todos los productores del país se juntan en la Ciudad de córdoba.