El gran desafío de la política económica que se aplicará a partir del 10 de diciembre será estabilizar el mercado cambiario y financiero “sin perpetuar la contracción de la economía real”.
Así lo estimó un informe elaborado por la Universidad Austral, para el cual otros “desafíos” del próximo Gobierno serán “el sostenimiento de la mejora de las cuentas públicas, la recuperación de la competitividad y la continuidad del superávit comercial, la recuperación del salario real y del empleo, la reducción de la pobreza y el crecimiento sostenido de inversión real”.
Según el mencionado reporte, las condiciones socio-económicas del país “constituyen uno de los aspectos más desfavorables” al momento de evaluar la gestión del presidente Mauricio Macri.
En particular, para la administración actual, “la conformación de un cúmulo sustancial de costos sociales desde la desestabilización y distorsión de las variables nominales de la economía (precios de los bienes, servicios y diferentes factores productivos) fue el resultado no esperado que se hizo más evidente con el exceso de confianza en las políticas adoptadas”.
Por el lado real de la economía, el costo actual “continúa siendo el freno a la actividad económica, principalmente a través de la demanda agregada y uno de los componentes principales, la inversión productiva”, enfatizó la Universidad Austral.
Además, evaluó que la recesión “fue más duradera de lo esperado y la economía no presentó demasiados brotes verdes excepto en algunos sectores específicos, durante los últimos meses del 2016 y la temporal recuperación de 2017”.
“Actualmente, la economía doméstica presenta un desempeño positivo desfavorable que se profundiza tras el cambio de expectativas y la nueva fase creciente de la inflación como consecuencia de los resultados de las elecciones primarias”, añadió.
Por último sostuvo que si bien algunos indicadores de comercio y construcción notaron una cierta recuperación intermensual durante los primeros siete meses del presente año,
“los fundamentales macroeconómicos principales parecen bifurcarse nuevamente hacia el plano restrictivo”.
Por su parte, uno de los vicepresidentes de la Unión Industrial Argentina (UIA),
Miguel Ángel Rodríguez, estimó que el país necesitará crecer durante diez años al 4% anual solo para poder recuperar el nivel productivo que había mostrado en 2011.
Además, alertó que este año “cerrará con un PBI industrial inferior al de 2009, y con el cierre de más de 4 mil empresas, de las cuales el 95% eran Pymes”.
“El panorama es aún más complejo si tomamos en cuenta las asimetrías estructurales del territorio nacional. Debido a los costos logísticos, las empresas radicadas en el interior pierden competitividad”, enfatizó.
Para Rodríguez -vicepresidente de Pequeñas y Medianas industrias de la UIA- para crecer “el primer paso es reactivar el mercado interno. También, es clave terminar con el ahogo financiero y fiscal al que están sometidas las empresas, para que así se recomponga el capital de trabajo”.
“Es fundamental poner en marcha un plan de desarrollo”, sostuvo el dirigente fabril, quien agregó que “es imprescindible contar con una economía estable y previsible, que permita recuperar el capital de trabajo e invertir en nuevas tecnologías”.
A su criterio, “el desafío del Gobierno que asumirá el 10 de diciembre entrelaza componentes sociales, económicos, políticos y productivos”.
Miguel Rodríguez, de la UIA, estimó que el país debe crecer diez años al 4% anual sólo para recuperar el nivel de 2011.