El proyecto de Ley para terminar con las jubilaciones de privilegio ha generado fuerte polémica y una acérrima discusión entre el oficialismo y la oposición.

Por caso, la oposición englobada en Juntos por el Cambio, resolvió no dar debate, aunque el Frente de Todos logró alcanzar el número necesario para aprobar la media sanción de la iniciativa gracias a la presencia del embajador argentino en Brasil Daniel Scioli.

Por este último hecho, la oposición manifestó la necesidad de presentarse frente a la Justicia, con todo lo que ello podría generar.

Habiendo llegado con el número justo de votos (129), si el realizado por Scioli se impugna, la media sanción en la Cámara de Diputados quedaría irresuelta.

No obstante, con el objetivo de entender mejor la postura de la oposición respecto de la Ley y de la aparición del otrora diputado, Tribuna de Periodistas se comunicó con el diputado Nacional por la provincia de Buenos Aires de Juntos por el Cambio Fabio Quetglas.

Lo primero que se le inquirió refiere a la negativa de la oposición de dar quórum, a lo que el legislador nacional supo responder que “se explica perfectamente a partir de la imposibilidad de introducir modificaciones en el proyecto del oficialismo en el trabajo del plenario de ambas comisiones ayer”.

La argumentación brindada resulta ser escueta y elocuente: “Nosotros fundamentalmente estamos a favor de eliminar los privilegios que no tienen sustento en una República, pero había una cantidad de tecnicismos y cuestiones importantes para mejorar el proyecto, y el oficialismo se mostraba blindado y sin ninguna capacidad de negociación”.

Con respecto a las “cuestiones importantes”, Quetglas se refería a “una norma del tipo transitoria que le permita a los jueces y fiscales en actividad jubilarse por el régimen vigente si reunieran las condiciones. Ante la negativa, nosotros entendíamos -porque esos eran los números que nos daban las cámaras profesionales- que esto podía producir un vaciamiento en el Poder Judicial y teníamos que evitar ese riesgo de que el servicio de Justicia quede lesionado de tal manera”.

Se le consultó incluso sobre la posibilidad de que el oficialismo llene ese cupo que quedaría libre con magistrados afines, la respuesta no tardó en absoluto: “La designación de magistrados tiene un trámite realizado por el Consejo de la Magistratura. El problema es que al ser tantos -imagínate que el servicio de salud te quede sin la mitad de los médicos, el servicio de educación sin la mitad de docentes o el servicio de policía sin la mitad de policías-, que eventualmente el Ejecutivo va a impulsar una emergencia judicial”

Y prosiguió a fundamentar: “Como rápido tardan un año esos concursos. Ahí hay un proceso, no se puede prejuzgar. Yo personalmente pienso que no está bien que un servicio público de naturaleza esencial, como es el servicio de Justicia, quede afectado en el 50% de su funcionamiento y siempre en estos casos hay que pensar una estrategia de transición”.

Por tanto, el diputado opositor explicitó que aquel “era uno de los motivos por los cuales Juntos por el Cambio propuso una norma temporaria a los efectos de que los magistrados que pudieran jubilarse bajo el régimen actual se les consolide esa situación y no renuncien todos de golpe. Este proceso se daría naturalmente en el tiempo y no se produciría la situación de colapso”.

Teniendo en cuenta la polémica que se generó por la presencia de Daniel Scioli en la Cámara baja, Fabio Quetglas pormenorizó que “interpretamos que ya había dado todos los pasos y ya había hecho actos formales como embajador. Había sido recibido su plácet inclusive por la Republica hermana de Brasil. Ninguna persona puede integrar en una República dos poderes del Estado, así que su introducción en la banca era totalmente anómala”.

El diputado, quien además se recibió como abogado de la Universidad de Buenos Aires (UBA), manifestó que “el oficialismo tiene que reflexionar sobre este punto, porque empezamos un período presidencial. Tenemos prácticamente cuatro años por delante. Tenemos muchas Leyes que sacar y mucho dialogo que construir, y efectivamente contra los privilegios está la enorme mayoría de la Cámara, y a favor de legislar adecuadamente, pero esa construcción requiere de una cierta sensibilidad republicana de parte del oficialismo y no de esto que es un atropello, una falta de respeto a la ciudadanía. Sobre todo al introducir en la banca a una persona que ya había dejado el cuerpo”.