El pasado viernes, fue oficializada la designación en el cargo de “embajador extraordinario y plenipotenciario de la República en la República Francesa al ministro plenipotenciario de segunda clase Leonardo Daniel Costantino”.
Se trata del reemplazo de Mario Verón Guerra, ya que su regreso a Buenos Aires fue exhortado en otra disposición publicada en el Boletín Oficial el pasado 11 de marzo del corriente 2020.
El flamante embajador ocupará, en este caso, el cuarto lugar de la sede diplomática ubicada en la Ciudad de París.
El personaje aquí mencionado, ocupó la jefatura de Gabinete del Ministerio de Economía mientras Roberto Lavagna se encontraba al frente de dicha Cartera durante el Gobierno del expresidente Néstor Kirchner.
Incluso, luego de su paso por el Ministerio de Economía, ocupó la jefatura de Gabinete de la Subsecretaria de Desarrollo de Inversiones y Promoción Comercial en el momento en que la Cancillería era comandada por Héctor Timerman.
Costantino se vio envuelto en varias polémicas, sobre todo, mientras se encontraba ejerciendo, en años anteriores, dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.
Por caso, quedó salpicado en una serie de denuncias por acoso laboral y maltrato en cancillería, cuya repercusión tuvo lugar a fines del año 2013.
Por aquellos años, conocida como la “Kancillería nacional y popular”, era un telón donde había cierto recelo respecto a los profesionales de carrera (a quienes llamaban despectivamente “Los Diplos”) y se dejaban al margen a aquellos que no estaban “con la causa”.
Los jóvenes de La Cámpora utilizaban un sistema que era reiterado para imponer las ideas del ala más dura del kirchnerismo: acoso laboral, reducción de salarios, adoctrinamiento y persecución ideológica.
Por entonces, el sindicato de Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) ostentaba una veintena de denuncias contra cancillería por maltrato verbal y acoso laboral, cuyos damnificados eran medio centenar de trabajadores de dicho Ministerio.
Incluso, se estimaba que de 104 directores, 63 habían sido desplazados con el objetivo de que esos cargos sean ocupados por militantes K.
Si bien Timerman no dirigía a este grupo de fanáticos, hacía la “vista gorda”. A quien se le adjudicó el comando fue al entonces ministro de Economía (Hoy gobernador de la Provincia de Buenos Aires) Axel Kicillof.
Quiénes habrían estado vinculados de forma estrecha con dicho manejo fueron: el ex secretario de Relaciones Económicas Internacionales Augusto Costa, el exsubsecretario de Negociaciones Económicas Internacionales Carlos Bianco, la exembajadora en Estados Unidos Cecilia Nahón, el excoordinador de Ferias y Misiones Comerciales Martín Littieri y, Cómo no, Leonardo Constantino, quien entonces ocupaba la jefatura de Gabinete de la Subsecretaría de Desarrollo de Inversiones y Promoción Comercial.
En dicho escándalo también estuvo involucrado el exdirector de la Fundación ExportAr Javier Dufourquet, con quien compartió otra polémica.
En la convocatoria a la Ferias Comerciales Internacionales que, aún hoy realiza la Cancillería, se llevaba a cabo un sistema patrocinado por la Fundación ExportAr que consistía en la petición de dinero en concepto de “costo de participación en el Pabellón Nacional” a las empresas interesadas.
Entonces, a las microempresas se les cobraba 500 pesos, a las pequeñas 1500 pesos, a las medianas unos 2500 pesos y a las grandes entre 5 mil y 12 mil pesos para participar de las mencionadas ferias.
Una digresión al respecto, Dufourquet llegó a La Cámpora del medio hermano del hoy ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, Juan Ustarroz. Los tres se criaron juntos en la Partido bonaerense de Mercedes.
Lo que llamó la atención, fue que los cobros se empezaron a implementar en el 2010 con la llegada de Dufourquet al Directorio de la Fundación dependiente de Cancillería y cuya intervención contó con la participación de algunos referentes de Kicillof, como es el caso de Costantino.
En un llamativo mail, cuya copia fue presentada entonces por el diario La Nación, el excoordinador de Ferias y Misiones Comerciales Martín Littieri le dice a Constantino que "la empresa va a poder pagar con posterioridad en este caso (siempre antes de la feria), pero todavía no te comuniques con ella porque este procedimiento de cobro y, en consecuencia, la postergación del cobro, debe notificarla Exportar". Lo curioso del correo es que, teóricamente, Cancillería no debería ser parte de los cobros sino que ello debería quedar siempre bajo el ámbito de ExportAr.
Según le comentó en aquel momento un empresario al mencionado diario, "antes ExportAr no cobraba a las empresas por las ferias, sino que estos costos eran subsidiados desde la misma Cancillería como una forma de promocionar la industria del país. Pero ahora todo cambió".
Aunque, en contraposición, un empleado de la fundación, defendió el cobro aludiendo que “antes iban a hacer turismo y no negocios”. Sin embargo, es llamativo que este trabajador no haya querido aportar su nombre.
Ello es sugestivo per se: Si supuestamente no hay nada que ocultar, ¿Por qué no realiza la defensa con nombre propio? No hay remate.
Constantino le dijo a ese medio que era “un funcionario administrativo que cumple órdenes”.
Nuevamente se brinda una respuesta sugestiva. ¿Por qué se “atajó” Constantino liberándose de culpa y cargo si ahí no había ningún tipo de “tramoya”?
La respuesta la brinda otro funcionario del mismo organismo que pidió reserva por miedo a las represalias: "Evidentemente están usando a ExportAr de herramienta para financiar acciones de promoción de la Cancillería para obviar leyes administrativas de la misma Cancillería" le explicó al periódico fundado por Bartolomé Mitre.
Leonardo Daniel Costantino
Sanz, estás hablando de una serie de personajes que ya mismo deberían estar siendo investigados penalmente de oficio por iniciativa de cualquier fiscal o juez que haya leído este artículo. Lo que describis es delito. Lisa y llanamente. Administrativamente deberían ser investigados y, probados los hechos, dejados cesantes con causa, sin derecho a indemnización y con devolución de los sueldos, viáticos y demás sumas percibidas durante el tiempo de perpetracion de sus delitos. Penalmente, deben terminar presos, con devolución hasta el último centavo de las exacciones en las que hubiesen incurrido. Ello acompañado de la inhabilitación perpetua e inmodificable del principio goetheano: "Serás lo que fuiste", tan bien desarrollado en el documental que puede verse en YouTube. Inmejorable descrpcion de los mayores enemigos de la libertad y prosperidad de los habitantes de está Argentina, sometida a una gavilla de delincuentes regida por Cristina Elisabet Fernández de Kirchner. La primera condenada de la banda, si es es que existe algún verdadero Juez en la Argentina, que pretenda contribuir a la existencia de una República de verdad. Para todos.