Repasemos los hechos. Los Fernández presentan una propuesta de deuda y dice que no puede pagar más. Los acreedores devuelven una contrapropuesta y el gobierno la rechaza. En el medio, Fernández dice que no tiene plan a uno de los medios más leídos por los acreedores y agrega que es esta propuesta o nada. La cuerda se tensa.
El CEO del fondo Blackrock, Larry Fink, es el principal obstáculo en la negociación. Su palabra es definitoria pero está condicionada a una autoridad superior: Donald Trump y la geopolítica de la Casa Blanca. Fink es uno de los principales soportes de la campaña de Trump para las elecciones de noviembre.
Todo esto ocurre horas antes de que el Presidente Fernández hable ante la comunidad financiera de Wall Street en una reunión “armada” por el Council of the Americas, para intentar acercar a las partes. Las negociaciones siguen. Pero ¿dónde están trabadas?
Ya no caben dudas que las diferencias legales están superadas y que los 5.000 millones de dólares a pagar en 10 años que reclaman los bonistas, no representan un dolor de cabezas para el país. Las trabas son de carácter geopolítico y diplomático. Nunca tanta torpeza junta. En momentos de debilidad, el gobierno se enfrenta con los Estados Unidos en el terreno que le queda más propicio a la Casa Blanca: la geopolítica.
Los Fernández se enfrentan a Washington por el régimen de Maduro que según las Naciones Unidas cuenta con miles de detenidos políticos y muertes de opositores bajo torturas, desapariciones y fusilamientos. Además, los Fernández se refieren a Venezuela como un gobierno amigo, algo que irrita la sensible piel de la Casa Blanca y que tiene la llave de oro para solucionar el default argentino.
Luego, se enfrenta a Washington por la elección del presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y se opone al candidato propuesto por Trump. Pero en el fondo, nadie confía en los Fernández, saben que la Argentina en dos o tres años a lo sumo vuelve a caer en default porque no tiene apoyo externo ni un programa económico convincente. Los Estados Unidos también cuestionan el apoyo silencioso del gobierno argentino al régimen de Beijing al cual no le cuestiona la violación de derechos humanos que practica sobre las minorías musulmanas y otras etnias.
La Casa Blanca también duda de la viabilidad en la negociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en la cual, los Estados Unidos también tiene la llave de oro. El caso argentino llegó al máximo nivel en la administración Trump y las condicionalidades fueron consensuadas entre los secretarios de Estado, Mark Pompeo y del Tesoro, Steven Mnuchen.
El mensaje llegó claro al embajador argentino Jorge Argüello quien recibió el ultimátum de la administración Trump: sólo habrá apoyo con un cambio en las decisiones de Argentina respecto de Venezuela y en la elección del sillón en el BID. El mensaje fue transmitido de manera urgente al Palacio San Martín y a la Casa Rosada ante la delicada situación externa.
Washington promete un infierno en las negociaciones por la deuda tanto con los privados como con el FMI, un ambiente que les puede resultar muy hostil a los Fernández, dentro del directorio del organismo. Los Estados Unidos no van a interceder por un gobierno tan poco confiable y enemigo como la Argentina.
Vamos, el único plan de esta banda de delincuentes es afanar todo lo que se pueda, y dejar el expediente limpio a la multiprocesada falsa abogada asesina. Nada más. Esto era sabido por todos. Alguien se sorprende? En serio? A disfrutar lo votado.
Si bien me parece válida la opinión vertida en la nota me parece reducida, simplificada. Es cierto lo que dice pero no es todo. La relación no es sólamente entre estos tres países. Tiene que ver con un equilibrio de poder mucho más amplio. En diarios de otros países la gran gran mayoría es altamente crítica del país y considera que necesitamos un 'escarmiento'. Un país que defaulteó NUEVE veces. Obviamente las nueve veces fueron culpa de mm. En una deuda en la que tenemos que contar los bonos del 2006, los del 2010 y el famoso swap que gentilment facilitó el régimen comunista chino...... que me pregunto cuál será el costo final.
Creo que apoyo externo hay , y si hay plan económoco.-
Salvo para un biólogo o un entomólogo, los ignorantes en la materia, cuando nos encontramos frente a una crisálida no sabemos que "bicho" saldrá. Algo similiar sucede con el "GOBIERNO DE LOS FERNANDEZ". A 7 meses de asumir, los Argentinos NO SABEMOS quién NOS VA A GOBERNAR LA SEMANA QUE VIENE. Al igual que las "pupas" cuando alcanzan su evolución, de un momento al otro el "bicho" sale y deja atrás su envoltorio temporario y es allí donde podremos descubrir si nos encontramos ante una polilla de la noche o una mariposa multicolor u otro insecto inesperado para nuestras espectativas. Lo positivo es que para entonces SABREMOS que el bicho que salga será el que veremos hasta 2023 y no como ahora que creemos que Alberto Fernández, preside la Argentina, pero en los HECHOS, eso NO ESTÁ TAN CLARO y cualquiera cuestiona su autoridad. Tarde o temprano deberá llegar el MOMENTO en que O ALBERTO ASUME SU ROL CON FORTALEZA Y AUTORIDAD o directamente DE UN PASO AL COSTADO PARA QUE LO HAGA CRISTINA. Otra alternativa, sería el "RENUNCIAMIENTO PATRIOTICO EN POS DE LA UNIDAD NACIONAL" (así seguramente se vendería para quedar "en el bronce"), DE CRISTINA FERNANDEZ. (¿?) ¿Será capaz , Cristina Fernández de SORPRENDER A LA NACION Y AL MUNDO con una declaración de RENUNCIA así,? ¿Uds. que creen?
Si Maria hay plan economoco lo que no hay es plan económico.