El conflicto de la Provincia con la policía está atravesado por diferentes aristas y viene de larga data. Pero este año, la “protesta azul” es ruidosa y de una magnitud nunca antes vista, y agita aún más la convulsionada agenda bonaerense: una curva ascendente de casos de coronavirus, el incremento de la inseguridad y las tomas de tierras. También vuelve a poner la lupa sobre el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, y su enfrentamiento con los intendentes.
Los uniformados aseguran que la situación es insostenible. Todo estalló cuando Alberto Fernández anunció un plan de seguridad que implica la inversión de $10 mil millones en estructuras, equipamiento básico y la inclusión de nuevos policías. Nada dijo el Presidente sobre la situación actual del los efectivos en servicio.
Apostados en la primera línea contra la pandemia, los integrantes de la fuerza de seguridad bonaerense se quejan de los sueldos y de la atención del IOMA, la obra social del Estado bonaerense. Aseguran que se enferman de coronavirus y no logran atención médica por los atrasos de pagos de la entidad a las clínicas. Además, protestan porque deben comprar su propio equipamiento.
En pocas palabras, los policías se sienten desprotegidos. Y, aunque hubo recambios, la angustia llevó a varios a poner en riesgo su trabajo.
Su presencia en las protestas, que comenzaron este lunes en Almirante Brown y se expandieron a La Matanza, Florencio Varela, Lomas de Zamora, La Plata, San Martín y Tres de Febrero, entre otros distritos, implica el abandono del servicio, una falta con duras sanciones.
Unos mil metros en Puente 12 -un sitio emblemático para la fuerza- estuvieron ocupados por móviles que no patrullaron las calles de las zonas más calientes del conurbano. Sin embargo, los propios efectivos aseguraron que la presencia en las calles no se vio afectada, ya que muchos de ellos estaban de franco.
Y aseguran que no se van a ir hasta recibir una propuesta salarial atractiva por parte de Sergio Berni y Axel Kicillof. “Estamos jugados”, dicen. Los policías apuntan a un incremento del 56 por ciento. El ministro habló de un 30 por ciento de defasaje.
Los reclamos, a la vez, presentan sutiles pero importantes diferencias entre los manifestantes: algunos sostienen al jefe de Policía Daniel García, otros piden su renuncia. Incluso, hasta lo abuchearon en público. En cambio, todos, al menos los voceros de la protesta, parecen coincidir en que el ministro no debe irse.
Lo curioso es que dentro del gobierno bonaerense dejan correr que detrás del levantamiento están los intendentes, con mala relación con Berni por las tomas, la inseguridad, por su estilo de mando y, también, por ser oposición. Muchos se quejaron en persona con el mandatario bonaerense sobre la forma de conducción del titular de Seguridad en la Provincia.
Desde la gobernación, la estrategia fue darle la derecha a los efectivos y trasladar el problema a la gestión anterior. “Es un reclamo genuino, nosotros lo reconocemos y por eso estábamos trabajando en la recomposición salarial en el marco del plan integral”, indicaron a TN.com.ar y deslizaron: “Estamos identificando los reclamos para dar una respuesta integral a problemas de larga data”.
Aunque Kicillof reconoció que se trata de un reclamo justo, al mismo tiempo habló de “una mano negra” detrás de la movilización policial. Se refería, sin mencionarlos, a los jefes comunales de Juntos por el Cambio y sus dirigentes.
La ministra Sabrina Frederic tuvo otra lectura. “Yo no lo vincularía con una razón política sino más bien con ciertas condiciones de trabajo y exigencia”, dijo y advirtió sobre uno de los pedidos de los uniformados: “No tienen derecho a la sindicalización. Las protestas están por fuera del régimen disciplinario y son injustificados porque generan estado de alama en la población”.
Desde el Gobierno nacional tratan de poner paños fríos al conflicto y no alarmar a la población. Por eso desalentaron el rumor de que llegarían gendarmes a La Plata para reemplazar a los bonaerenses que están en la protesta.
“No hay ningún cambio en el despliegue de fuerzas federales en el territorio ni se hará ningún tipo de guardia especial”, indicaron a TN.com.ar. A la vez, confirmaron que la residencia de Kicillof será esta noche custodiada por la bonaerense.
Por lo pronto, a medida que avanzaba la noche, la tensión subía en el principal punto de referencia de la fuerza provincial. Los manifestantes no quieren aguardar hasta el viernes por una respuesta.
“Los policías que están en servicio se están exponiendo a una sanción o a una notificación. Ya les están haciendo sumarios”, señaló José Rodolfo Bais, sobreviviente de la toma de La Tablada y hoy policía retirado.
“Esto es impactante y no es ficción, es realidad”, destacó Bais desde Puente 12, un punto central para la bonaerense.
“El salario de un oficial es de 28 mil pesos, y desde el Gobierno te están diciendo que tenés que ganar 45 mil para no ser pobre. Es un despropósito. La única forma de que esto termine es que el Ministro hable y diga que hay aumento. Los policías que están protestando no se pueden volver con las manos vacías”, advirtió.
República Argentina. Policía de la Provincia de Buenos Aires.
— Pablo Sebastián Giles (@pablosgilesok) September 8, 2020
Ahora, Reclamo Policial en Puente 12.#ProtestaPolicial @CeSanz1 @TRIBUNAcomar pic.twitter.com/hJfmpE5VaN