Este jueves 1 de octubre fue designada mediante Resolución Administrativa 1782/2020, de la abogada Valeria Marina Loira en el cargo de Directora Nacional de Gestión de la Deuda Externa de la Unidad de Gestión de la Sostenibilidad de la Deuda Pública Externa de la Secretaría de Finanzas que depende del Ministerio de Economía de la Nación que se encuentra a cargo del ministro Martín Guzmán.

Se trata ni más ni menos que de una persona de estrecha confianza de la vicepresidenta Cristina Fernández. Nacida en Vicente López y recibida de abogada de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en 1998, fue asesora de Cristina en el Senado e incluso llegó a ser jefa del despacho de esta última.

“Incondicional con la ex primera dama, Loira era conocida en el ambiente parlamentario como una suerte de policía de la entonces senadora. Eso le valió el respeto y la confianza de la jefa de Estado” reza textual un artículo publicado en el medio La Política Online.

Fue muy cuestionada en el 2012 por el incremento patrimonial que llegó a lograr el año anterior. Es que su patrimonio creció un 46% en tan sólo un año, pasando de 348 mil pesos a 511 mil pesos.

Según sus propias explicaciones, su significativo incremento patrimonial tiene que ver con su ejercicio como abogada independiente, por ello se estima que tiene gran capacidad de ahorro. Ello se dio luego de recuperar la matricula en diciembre del 2010, ya que la misma había sido suspendida en el año 2003.

Loira llegó a ser síndica adjunta dentro de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) en el 2008, a cuyo cargo debió renunciar en 2009 luego de que su marido, Diego Bossio, haya recalado hasta la titularidad de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES).

Debió irse acusada de mantener un cargo “incompatible” con el de su pareja. Es que la SIGEN tiene bajo su órbita controlar el manejo de la ANSES, en ese momento comandada por Bossio.

Es dable destacar que el manejo de Bossio al frente del organismo cuya caja es la más importante para La Cámpora y para el kirchnerismo, fue bastante cuestionada.

Principalmente fueron dos los motivos a destacar: el primero refiere a su incremento patrimonial en el momento en el que él se encontraba al frente de la ANSES, y el segundo tiene que ver con el aumento de contratación de personal que no discriminó al nepotismo.

Según puntualizó diario Clarín, el patrimonio de Bossio creció un 140% en un año y medio, pasando de informar bienes en 2009 por 436.500 pesos a 1.068.500 pesos en 2010.

Entre esos bienes se destaca un departamento en el barrio porteño de Recoleta de 202 metros cuadrados por un valor de 608.800 pesos. Según se detalla, dicho departamento en la mencionada zona, en ese momento valía el doble o incluso un poco más.

También, según el “gran diario argentino”, Bossio había informado que sus ahorros en dinero en efectivo pasaron de 60 mil pesos y 57 mil pesos que ostentaba Loira, a más de medio millón de pesos en el lapso en el que éste se encontraba al frente de la ANSES.

Por otro lado, según señaló entonces diario Perfil, la estructura de ese organismo se incrementó en un 137% desde la llegada del camporista.

Claramente se evidenciaron casos de nepotismo, como la designación de Pablo, hermano de Diego Bossio, quien ocupó un puesto gerencial.

La propia Valeria Loira llegó a tener dentro de ese organismo un despacho en el cual controlaba ausentismos, licencias por enfermedad y pagos a personal.

Belén Franchini, íntima amiga de Loira- y quien respondía directamente a Bossio- y quien contrató a su propia hermana, Raquel.

También se habían contratado a cuatro de los cinco hijos de Luis D’Elia: Pablo, Facundo, Belén y Luis Ignacio.

Una digresión al respecto: La llegada de Loira al Ministerio de Economía se da en un momento en el que Cristina Fernández, tal cual se ha mencionado en Tribuna de Periodistas, le bajó el pulgar al ministro Martín Guzmán.

Valeria Marina Loira y Diego Bossio